El kilogramo original, el que se usa de referencia desde 1875 para establecer el resto de las mediciones de masas a nivel mundial, dejó de ser preciso. Los científicos notaron alteraciones en su composición, que lo hicieron variar hasta 50 microgramos, por lo que desde esta semana en París, se reúnen para actualizar la definición del kilogramo, el kelvin, el ampere y el mol.
"A partir de ahora todas las unidades se definirán en base a constantes de la naturaleza, en lugar de artefactos, propiedades de materiales o experimentos teóricos irrealizables", señaló Héctor Laiz, gerente de Metrología Calidad y Ambiente del INTI.
El además miembro del Comité Internacional de Pesas y Medidas agregó que "esto permitirá a los científicos que trabajan con el más alto nivel de exactitud realizar las unidades en diferentes lugares o momentos, con cualquier experimento apropiado y en cualquier valor de la escala".
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Los cambios, que comenzarán a implementarse en mayo de 2019, no afectará los resultados de las mediciones en la vida cotidiana pero sí generará un gran impacto tanto en el campo de la ciencia como en el de la tecnología. Cabe resaltar que no será necesario modificar las balanzas de los comercios.
"Será un día histórico para la sociedad si tenemos en cuenta que las mediciones no sólo son claves en nuestras actividades diarias sino también para la industria, la investigación, la innovación, el comercio y la cooperación internacional", manifestó Laiz, quien representará a la delegación argentina. Los primeros informes estarán este viernes 16 de noviembre.
A pesar de estas novedades, para nosotros, seres humanos comunes y corrientes, nada cambiará: un litro de súper seguirá siendo un litro de súper...
Fuente: Instituto Nacional de Tecnología Industrial
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