La quinta fecha del Rally Internacional comenzó ayer en la provincia de Córdoba y perdurará durante todo el fin de semana, en busca de un nuevo ganador. A su vez, la primera edición de esta categoría en Argentina se realizó en 1980, y con el correr de los años comenzó a ganar fama en los caminos más complicados del centro de nuestro país. Para eso, realizamos un repaso sobre la huella dejada por esta competencia en tierras cordobesas, hace exactamente 33 años.
En la edición de 1986, las largada simbólica en Argentina se realizó en la puerta del Automóvil Club Argentino en Buenos Aires (Avenida Libertador y Tagle), rodeado de una gran multitud que se acercó al lugar para observar uno de los espectáculos deportivos más grandes del mundo. A diferencia de años posteriores, los equipos oficiales de Fiat, Lancia, Renault, Ford, Peugeot y Volkswagen, entre los más destacados de la época, tuvieron que transitar a fondo por caminos de tierra, ripio, piedras, vados y lomos de burro, durante casi 700 kilómetros nocturnos para arribar al primer punto de encuentro, ubicado en la provincia de Córdoba.
Por otro lado, el rally de ese año replanteó su escena, en relación no sólo a los diseños de los vehículos, sino también a la potencia correspondiente de cada uno de estos. Además, tras reiterados accidentes ocurridos durante la década de 1980, con autos vinculados a la reglamentación del Grupo B, como ocurrió con Henri Toivonen, Ari Vatanen y Atilo Bettega, el futuro de varios pilotos, quedó en duda. Debido a eso, para la edición de 1987, la adopción de vehículos con normativa de Grupo A, se convirtió en una opción para disminuir tanto los accidentes, como la potencia de los rodados.
Pilotos como Jorge Recalde a bordo de un Lancia Delta S-4, Stig Blomqvist con su Peugeot 205 Turbo, Marku Alen, Kankusen, Massimo Biasion, entre los más destacados del Grupo B, y Ericksson, Wittmann, Stohl, Celsi Olave, Gustavo Trelles, Raies, Soto Stillo y Mayorga, que hicieron lo suyo en el Grupo A, con Volkswagen Golf, Ford Escort, Audi Quattro, Subaru y Renault 18 GTX, fueron quienes se encargaron de batallar por escalar a lo más alto de la tabla de posiciones.
Finalmente, tras largas jornadas, el podio fue representado por el italiano Massimo Biasion con Lancia, mismo vehículo de su escolta, el finlandés Marku Alen, y el sueco Stig Blomqvist, completó los tres primeros puestos. De todas maneras, en la “despedida” de los autos del Grupo B, el argentino Jorge Recalde concluyó la sexta edición del Rally de Argentina, en el cuarto lugar.