Las pick-ups tomaron el legado de los clásicos argentinos

Los gustos cambiaron y los autos de segmentos E y F quedaron en el pasado. Sin embargo, las camionetas retomaron parte de sus cualidades. Galería de fotos

Existe un nuevo paradigma que durante los últimos años llegó para quedarse y todo indicaría que no habrá vuelta atrás. A lo largo de la historia automotriz, el público argentino ha tenido sus idas y vueltas, y los gustos fueron mutando en el correr de las décadas.

A pesar de que Argentina fue uno de los pioneros en insertarse de lleno tanto en la industria, como el mercado automotor, uno de los grandes quiebres se dio en los años 60’, debido a un gran desarrollismo en el rubro.
Torino
Modelos como el Ford Falcon, el Torino, el Chevrolet Chevy, el Dodge Polara, por mencionar algunos, fueron capaces de ganarse el corazón de los argentinos por diferentes motivos.
Ford Falcon
Por un lado, fueron autos con diseños que gustaron desde el primer día. En segundo lugar, la confiabilidad y la robustez se transformaron en puntos claves para que el público nacional los ponga en un altar. El tamaño y las grandes capacidades hicieron que se conviertan en modelos muy cómodos para la época y capaces de atravesar diferentes tipos de caminos (esto acompañado de mecánicas imponentes y confiables).

Los segmentos E y F tuvieron una época de esplendor, no sólo por los modelos mencionados anteriormente, sino también con líneas como Rambler o Valiant.

Las décadas de 1960 y 1970 convirtieron a todos estos modelos en un integrante más de las familias argentinas, pero todo tiene un final.

Los 80’ fueron ideales para continuar impulsando los sedanes, pero de otros segmentos, en especial el C y el D (medianos), llevando contra las cuerdas a los íconos ya consolidados. El Chevy se había despedido en 1978 con el adiós de General Motors de la Argentina, el Polara en 1980, el Torino un año más tarde (1981), mientras que el Falcon pudo resistir hasta 1991.

Otro punto de inflexión se dio en los 90’, los hatchbacks y los sedanes de segmentos más pequeños fueron protagonistas, pero uno de los máximos surgimientos fueron los SUV, en especial con la famosa idea de “las 4x4”.
Ford Ranger vs. Toyota Yaris
Sin embargo, hacia fines de esta década, una categoría tan tradicional como la de las pick-ups comenzó a sufrir mutaciones.

El típico vehículo de trabajo, destinado para atravesar cualquier tipo de camino o para transformarse en un compañero fiel de campo, comenzó a tener versiones no sólo para este tipo de actividades, sino también vinculadas al confort y a las familias.

Un ejemplo de comienzos de los 2000 fue el dúo Toyota Hilux – Ford Ranger, con variantes que combinaron la robustez y las cualidades “de trabajo”, con las practicidades de un vehículo para dar un paseo o un viaje largo con espacio de sobra (en especial por la caja).

La década pasada (2010) acentuó esta tendencia, al igual que el auge de los SUV compactos y medianos, apuntando de lleno contra los clásicos sedanes.

En el caso de las camionetas, aparecieron nuevos referentes como la Volkswagen Amarok, mientras que otras ya conocidas aumentaron su presencia en la Argentina, como la Nissan Frontier, la Chevrolet S10, entre otros.
Toyota Hilux Conquest
Las tecnologías, las asistencias para la conducción, la comodidad, la seguridad y la conectividad, hicieron que las pick-ups no sean exclusivamente vehículos rústicos, retomando el legado de los clásicos sedanes de gran tamaño del siglo pasado. Obviamente, estamos frente a siluetas completamente distintas, pero las camionetas parecerían tener ese plus de poder atravesar cualquier tipo de terreno gracias a una mayor altura, sistemas de tracción integral, motores potentes y muy buen espacio de carga.

A su vez, más allá de que cada marca quiere tener una pick-up, otro de los legados que fue retomado de los clásicos sedanes fue la procedencia. Argentina se transformó en un país pickupero y cada vez hay más compañías que deciden invertir en las plantas nacionales para dar vida a vehículos de este segmento (Hilux, Ranger, Amarok, Frontier, Alaskan, y existen chances de que lleguen nuevos integrantes).

Con diferencias y similitudes con los autos de los años 60’ y 70’, las camionetas (en especial las versiones enfocadas en familias) se transformaron desde hace tiempo en clásicos argentinos.

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