Miles de autos, motos, bicicletas, puestos ambulantes y gente caminando tras una espesa bruma, parece ser una postal habitual de la India en la actualidad.
Más allá de lo pintoresco que pueda resultar para algún turista distraído, quienes viven ese caótico día a día tienen una preocupación muy grande: la contaminación ambiental y sus consecuencias.
Según un reporte de NBC News, los niveles de polución en Nueva Delhi son los más altos registrados durante los últimos tres años. Tal es así, que el problema incluso ha provocado el cierre temporal de escuelas para evitar exponer a los niños al peligro del aire contaminado, mientras que los residentes, policías y agentes de tránsito han estado usando máscaras protectoras para apaciguar el efecto del smog.
En tal sentido, la prefectura de Nueva Delhi tomó cartas en el asunto y decidió restringir la circulación de vehículos, tal como hicieron otras ciudades en el mundo: aquellos cuya patente termina en número impar, sólo podrán rodar los días impares (lunes, miércoles, viernes y domingo), mientras que los que tiene patentes terminadas en número par, harán lo propio los días martes, jueves y sábado.
Según el primer ministro de la ciudad, Arvind Kejriwal, esta medida quitará de circulación hasta 1.2 millones de automóviles diariamente de las calles.
Otra de las soluciones que ha adoptado el gobierno indio para combatir la polución ha sido verter agua desde la parte superior de los edificios altos, con la finalidad de disminuir la cantidad de partículas en el aire y tratar de mejorar la calidad del aire.
Sin embargo, un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud en 2018 arroja que India tiene las diez ciudades más contaminadas del mundo. Un dato por demás preocupante, tratándose del segundo país más poblado del planeta, con 1.339 millones de habitantes.
