Alrededor de la medianoche (hora argentina), Rusia invadió varios puntos estratégicos de Ucrania con ataques por aire y tierra. Claramente, las repercusiones a nivel mundial no tardaron en llegar y la mayoría de los países del mundo condenaron el avance ruso.
A su vez, desde Occidente comienzan a pensar cuáles serán las próximas sanciones al país presidido por Vladimir Putin y una de las principales medidas será acentuar el congelamiento de activos, sumado a otros tipos de medidas económicas.
Las automotrices no serían la excepción y muchos de los grupos más importantes del mundo podrían sufrir grandes pérdidas. Algunas de ellas no sólo será por su participación desde el punto de vista de las ventas en Rusia, sino porque varias compañías producen sus autos en este país, mientras que otras tienen gran parte del paquete accionario de diferentes marcas rusas.
Como bien indicó Automotive News, una de ellas es Renault, compañía que tiene una de sus plantas en Moscú, mientras que tiene su participación mayoritaria en AvtoVAZ, fabricante de Lada (por ejemplo, el mítico Niva). Además, Rusia es el segundo país con más mercado para la marca, luego de Francia.
Aun así, por el momento sostienen que la cadena de suministro no se vería afectada por la gran cantidad de componentes de producción local, sumado al financiamiento ruso. Además, es importante recordar que Lada es una de las automotrices que mayor dominio tiene en este mercado.
Volkswagen es otra de las compañías que produce, con sede en Kaluga, una de las ciudades con gran peso industrial, donde también se destacan terminales de las empresas Continental, Magna International y Visteon.
Allí se elabora el Tiguan, el Polo y el Skoda Rapid, mientras que también se fabrican motores y se ensamblan los Audi Q7 y Q8. Además, se encuentra asociado al grupo ruso GAZ que permite la fabricación de estos modelos. Según datos de Volkswagen invirtió 1.000 millones de euros en esta planta y más de 2.000 millones en total en sus operaciones en territorio ruso.
Stellantis también posee una terminal en Kaluga en conjunto con Mitsubishi y el mes pasado anunció que comenzaría a exportar a Europa, las camionetas elaboradas en este lugar.
Mercedes-Benz también cuenta con una fábrica desde abril de 2019 en el noroeste de Moscú (la inversión llevó 250 millones de euros), donde produce SUV y sedanes como el Clase E.
BMW ensambla kits semidesarmados en una terminal de Avtotor en Kaliningrado y en 2020 se desestimaron los planes para desarrollar una fábrica de autos.
Ford desarticuló varias de sus plantas en suelo ruso y en la actualidad sólo produce utilitarios en Elabuga, gracias a su asociación con la compañía local Sollers.
Sea como sea, todas estas automotrices (e incluso pueden sumarse algunas más) siguen de cerca el conflicto armado entre Ucrania y Rusia, ya que de aumentar las sanciones económicas (algo muy probable) podrían tener un retroceso.