El Ejecutivo Nacional llevó a cabo hoy la mayor reforma en dos décadas a la Ley Nacional de Tránsito 24.449. A través del Decreto 196/2025, firmado esta mañana en el Boletín Oficial por el presidente Javier Milei, se establecieron nuevas disposiciones, entre ellas las normas que regirán la circulación, la agilización de trámites y la incorporación de innovaciones tecnológicas con el objetivo de agilizar la vida cotidiana de los automovilistas.
Entre los puntos más relevantes del decreto se encuentra la flexibilización de la Verificación Técnica Vehicular (VTV), también denominada Revisión Técnica Obligatoria (RTO) o Inspección Técnica Vehicular (ITV) según la región.
Desde ahora, siempre que se cumplan los estándares técnicos y de infraestructura, se permitirá la habilitación de nuevos centros privados para realizar estas inspecciones, incluyendo concesionarios oficiales y talleres certificados.
Además, las plantas de revisión, tanto para automóviles particulares como para transporte de carga y pasajeros, dejarán de regirse por tarifas fijas impuestas por las autoridades en las jurisdicciones que adopten esta modificación.
La certificación seguirá emitiéndose en formato físico, como la oblea tradicional, pero también se incorporará a la plataforma digital "Mi Argentina", al igual que sucede con la cédula verde, la licencia de conducir y los permisos de manejo delegados.
La actualización del sistema de licencias de conducir es otro de los componentes qué integran el decreto, que ahora carecen de fecha de caducidad y cuya renovación será automática. Solo será necesario actualizar el certificado psicofísico cada cinco años, reduciéndose este plazo a tres años para quienes tengan entre 65 y 70 años y a uno para los mayores de 70.
La licencia digital, accesible desde la aplicación "Mi Argentina", se convierte en el formato principal, aunque seguirá emitiéndose en versión física de manera opcional. Se elimina el trámite de "Renovación Inicial" que obligaba a generar una nueva licencia tras el primer año de habilitación y ya no será necesario renovarla ante un cambio de domicilio, pudiendo actualizarse directamente en la aplicación oficial.
A su vez, se suprime el requerimiento de la Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional (LiNTi) y del Registro Único de Transporte Automotor (RUTA).
Otro aspecto significativo es la estandarización de las señales de tránsito en todo el territorio nacional. Se determinó un diseño unificado y especificaciones sobre los materiales a emplear y su ubicación para minimizar riesgos en caso de accidentes.
Asimismo, se estableció un criterio homogéneo para la información visual, lo que facilitará su interpretación por parte de sistemas de asistencia a la conducción en vehículos con tecnología autónoma.
En cuanto a la importación de autos, el procedimiento se vuelve más ágil al eliminarse la exigencia de tramitar la Licencia de Configuración de Modelo (LCM) y la Licencia de Configuración Ambiental (LCA) para vehículos que ya cuenten con homologación en mercados avanzados.
Si los autos provienen de regiones con estrictos controles de seguridad, como Europa, Estados Unidos, Japón o Australia, bastará con presentar las certificaciones internacionales correspondientes para autorizar su circulación en Argentina.
En el caso de importaciones realizadas por particulares, se implementa el Certificado de Seguridad Vehicular (CSV), que también se aplicará a trailers, remolques y casas rodantes, requiriendo certificaciones del fabricante y siendo gestionado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
Cabe destacar que se eliminan las restricciones para importar autopartes, suprimiéndose la obligación de obtener el Certificado de Homologación de Autopartes de Seguridad (CHAS). Este documento generaba trámites redundantes respecto a certificaciones internacionales ya validadas y exigía pruebas técnicas costosas que, en muchos casos, no podían realizarse dentro del país.
En cuanto a la conducción autónoma, la normativa se adapta para permitir la circulación de vehículos equipados con estos sistemas, reconociendo que la tarea de manejar no siempre debe recaer en una persona.
Aunque a nivel mundial la tecnología de conducción autónoma aún se encuentra en el Nivel 3 dentro de una escala de cinco, y su aplicación se limita a ciertos tramos de rutas en países como Japón, Suecia y algunas ciudades de Estados Unidos, esta modificación incorpora el concepto dentro del marco normativo argentino.
Por último, se establece un sistema progresivo de automatización en los peajes de las rutas nacionales, eliminando las cabinas tradicionales. La implementación se realizará en tres etapas.
En la primera, hasta el 31 de diciembre de 2025, cada estación de peaje deberá contar con al menos un carril equipado con el sistema de cobro automático Telepase.
Para el 31 de diciembre de 2026, al menos la mitad de los peajes en rutas nacionales deberán operar con el sistema "free flow" (sin cabinas), mientras que el resto podrá conservar cabinas, pero sin barreras y con pago digital. Finalmente, para el 30 de junio de 2027, todas las rutas nacionales deberán funcionar exclusivamente bajo este modelo de cobro automatizado.
