Cualquier intento de sintetizar el legado del Volkswagen Golf queda pequeño. Se podría decir que fue el primer modelo en crear el mote de "hot-hatch", los hatchbacks con una mecánica y una estética mas deportiva, un segmento que en su momento recién comenzaban a dar sus primeros pasos.
La firma de Wolfsburgo lo lanza en 1974 en un contexto económico muy complicado para la industria automotriz y sin muchas expectativas con respecto al modelo. Sus ocho generaciones hablan por sí solas.
No es una novedad que las grandes compañías estén virando hacia una alternativa ecológica. Esto implica electrificar todo su parque automotor y Volkswagen no es la excepción en esta tendencia.
El reciente lanzamiento del compacto ID.3 y la próxima presentación del ID.2 ponen en jaque al mítico modelo. O eso es lo que pensábamos.
El jefe de Volkswagen Thomas Schafer dialogó con el medio británico AutoCar sobre el futuro del hatch y le puso paños fríos a la situación, explicando que no dejaran ir de ninguna manera el nombre Golf y que tranquilamente podría convivir con el ID.3 e ID.2, posicionando al histórico modelo por encima del crossover compacto y por debajo del eléctrico lanzado en 2019.
También aclaró que las siglas GTI y R seguirán en el abecedario de la firma: “GTI con Golf siempre fue legendario. Continuaremos, necesitamos sustancia para ello, con rendimiento”, declaró Schafer.
Como conclusión, podemos presumir que la línea Golf seguirá en la línea de montaje y posiblemente la próxima generación sea eléctrica con alguna versión GTI, para no perder la costumbre.
