La pandemia del coronavirus sigue provocando estragos no sólo en los sistemas de salud de diferentes países, sino también en la economía de varias regiones del mundo. La caída del consumo en distintos sectores puso en jaque a muchas empresas sin distinguir el rubro de cada una. La poca circulación de personas en las calles del mundo, a causa de las medidas de aislamiento tomadas por diferentes gobiernos, sumado a la reducción de gastos por parte de las personas hicieron que compañías "no esenciales" tengan problemas para continuar subsistiendo.
Uno de los rubros golpeados fue el servicio de alquiler de autos. Entre estas empresas, Hertz una de las líderes a nivel mundial solicitó una protección por bancarrota a mediados de mayo y ahora, luego de casi un mes, la firma estadounidense comenzó a vender varios de sus modelos ofrecidos para arrendamiento.
Con descuentos muy importantes, la compañía publicó en el sitio HertzCarSales.com todos los detalles sobre los modelos disponibles. Según indicaron medios estadounidenses la flota actual de autos de alquiler está compuesta por 700.000 unidades, aunque sus valores han disminuido a gran escala en sintonía con la caída en el precio de los usados. Este decrecimiento en los costos, se sumó a los descuentos de varios modelos y más allá del kilometraje y el estado de cada auto, los valores quedaron en niveles bastante atractivos para los consumidores.
Si la situación no mejora, este año podrían llegar a cerrar 25.000 locales. Según USA Today, para fines de marzo, Hertz acumuló una deuda de 24.000 millones de dólares, con solo 1.000 millones disponibles. Hasta el momento, se despidieron a 12.000 empleados y 4.000 se encuentran con licencia.
