Pasaron apenas tres meses entre la asunción y la toma de medidas de prevención por el avance de la pandemia del coronavirus y eso el presidente Alberto Fernández lo sabe. Solo 101 días separaron el inicio de la gestión del actual jefe de estado del comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio, donde el objetivo durante diciembre, enero, y febrero fue evitar los contagios e impulsar diferentes propuestas para tratar de sostener la actividad económica.
Pasó el tiempo, la cuarentena se fue extendiendo semana tras semana, y los planes de recuperación tuvieron que ser modificados, sin perder de vista el eje sanitario y evitar una disparada en la cantidad de contagios por el virus.
Ahora bien, luego de más de una centena de días de aislamiento, una de las preguntas que parecería hacerse el presidente es cómo salir adelante en el marco económico y qué punto "positivo" tuvo el avance del covid-19 durante todo este tiempo en un mercado convulsionado, con actividad en baja, aumento del desempleo y crisis en los niveles de productividad, entre otros serios problemas.
Ante las críticas recibidas desde diferentes sectores y los discursos contradictorios que apuntan unos hacia un proyecto económico más liberal y otros hacia uno más intervencionista, el presidente sigue insistiendo en que la idea es lograr un "capitalismo más solidario". Eso mismo reveló en reiteradas ocasiones ante la consulta de diferentes medios, entre ellos el británico Financial Times. Para eso, esta vez citó a Henry Ford, uno de los líderes de la historia de la industria automotriz.
"Creo en el capitalismo de (Henry) Ford, que un día se preguntó: '¿Por qué mis empleados no usan mis autos?'", declaró Alberto Fernández para el periódico británico. "Ese capitalismo (de Ford) mostró más solidaridad, porque era un capitalismo que proporcionaba empleo, que producía y generaba inversión; ese era el capitalismo que necesitábamos, no el capitalismo especulativo", continuó el primer mandatario.
Las declaraciones llamaron la atención, ya que Fernández hizo referencia a un modelo económico que marcó un antes y un después en la actividad a comienzos del siglo XX y rindió sus frutos durante varias décadas del Siglo XX y que, luego, fue mutando con sus puntos a favor y sus contraindicaciones.
Con el correr de los años, otro de los proyectos que tuvo su auge a nivel mundial y comenzó a solapar al modelo de Henry Ford fue el de Toyota (toyotismo), marca que tiene a Fernández como seguidor y consumidor (el presidente argentino es propietario de un Corolla). El impulsor de este plan fue el ingeniero Taiichi Ohno y tiene como objetivo producir solo aquello que se necesita cuando ya se produjo la venta, dejando de lado todos los procedimientos que sean innecesarios, evitando de esta manera la sobreproducción y los problemas con el excedente de stock en los tiempos donde el consumo decae.
Las ideas toyotistas vieron la luz a partir de la década de 1970, con un aumento del trabajo en equipo y empleados que realizaban diferentes tareas a través de un proceso de rotación y ganaban conocimientos para realizar más de una actividad específica. Además, la flexibilización horaria y las franjas de descanso fueron mayores.
Ahora bien, ¿qué es el fordismo y cuáles fueron las ideas impulsadas por Henry Ford? Luego de la creación de Ford Motor Company en 1903, su fundador (Henry Ford) se dio cuenta de que los tiempos de producción y sus costos eran muy altos, y de que el producto final solo podía ser consumido por un sector de la sociedad.
Hacia 1908, tomando ideas de varios ingenieros como Ransom Eli Olds y Frecerick Taylor, Ford puso en práctica un sistema de producción único, que consistía en la incorporación de la línea de montaje con el objetivo de reducir los tiempos y los costos de elaboración, especializar a los empleados en un área en particular, aumentar la productividad en masa, incorporar varios empleos que no requieran de mano de obra con muchas cualidades, e incrementar el salario de los empleados para impulsar el consumo para que también pudieran acceder a comprar los autos que ellos fabricaban. El primer auto en formar parte de este proceso fue el Ford T.
El objetivo del modelo fue el incremento de la producción y el consumo por parte no solo de la élite estadounidense, sino también de las clases más bajas debido al aumento en las remuneraciones y la caída en los precios de los autos a causa de la masificación.
En cierta medida, la saturación del fordismo fue impulsado por el toyotismo, aunque hay varias ideas que fueron utilizadas en el modelo de Henry Ford y se replicaron en el proyecto de Toyota. La "crisis del óvalo" también se encontró ligada al aumento de errores en la producción a causa del incremento de empleados no calificados, jornadas muy intensas y la falta de trabajadores que pudieran realizar diferentes tareas en distintos puestos de trabajo, por mencionar algunos.
Más allá de los efectos negativos del fordismo, en Argentina, frente a la caída de la actividad industrial, algunas ideas podrían ser utilizadas, ya que todo indicaría que al menos por un tiempo el objetivo será aumentar la productividad, reducir los costos y generar empleo. Esto se podría traducir con incentivos a las empresas, como el decrecimiento en las alícuotas de algunos impuestos, subsidios extra que puedan ayudar a llevar a cabo el nivel de inversión, sumado al aumento de oportunidades laborales.
Con el paso de los años, la globalización y la sinergia entre empresas siguieron las bases del concepto industrial establecidas por el fordismo y el toyotismo, pero nadie se imaginó que desde fines del año pasado el futuro sería cada vez más incierto debido al avance del covid-19. De todas maneras, habrá que estar atentos a los próximos meses, ya que una vez que se pueda combatir de igual a igual al coronavirus, y llegue el tan ansiado antídoto para contrarrestar la enfermedad, el mundo no será el mismo que conocíamos.