El lado B: simuladores, autos clásicos y pista off road

Fuera del recorrido habitual, el Salón entrega un sinfín de actividades para disfrutar. Te mostramos el color y las curiosidades del evento del año. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El 8° Salón de Buenos Aires está en marcha, con sus autos ecológicos, súper deportivos y concept. Pero aunque todo esté vinculado a los vehículos, ciertas actividades se escapan a las caminatas y las fotos.

Ya sea en el pabellón principal o por fuera de él (para conocer al detalle, te presentamos esta guía del Salón), en casi todos los rincones hay oportunidades para frenar y desviarse un momento del recorrido dispuesto para conocer cada nuevo modelo.

Una de las opciones son los simuladores, y Toyota posee dos. El primero es un pseudo-auto que da la posibilidad de probar el andar de un Prius a través de la realidad virtual. En el otro extremo del stand tendremos la posibilidad de “jugar” un rato: como si fuera un clásico fichín, hay una máquina con asiento deportivo, pedales, volante y tres pantallas para encarar una carrera.

En la misma área de la marca japonesa se exhibe una modelo especial de la Hilux, similar a un Transformer. La pick-up va abriendo sus partes y subiendo la carrocería para mostrar su interior y cómo se construyó. Está limitada con un cerco de acrílico que da el crédito del producto a la fábrica de Zárate.

Los suspiros arrecian en el Salón, tanto por las hermosas mujeres que engalanan los sectores de cada marca, o por lo especial o raro de los autos. Las presencias de los famosos hacen girar la cabeza a cualquiera.

De la misma forma que uno se da vuelta y queda boquiabierto con tres presencias de lujo. Al final del stand de Peugeot están los 403, 404 y 504 que cierran la muestra de la casa del león. Se conservan intactos y llegan a la fibra de la pasión nacional.

Pero donde tal vez más comentarios uno pueda oír es en el “local” italiano. El Grupo FCA no sólo vino con Fiat, sino que Maserati y Ferrari desembarcaron con todo su poder. Son, acaso, los siete autos más protegidos en La Rural. Están cercados, tienen mucha gente alrededor y asistentes que permanentemente las “miman”.

Tanto les están encima los responsables que Parabrisas observó el momento en que dos técnicos intercambiaban opiniones por la altura en la que quedaba la tapa del baúl (delantero) de la 488 GTB.

Precisamente Ferrari es uno de los que tiene montado un auto de forma especial, una réplica de un bólido de Fórmula 1. Misma temática que adoptó Renault, que a un costado tiene suspendido en la pared una máquina de alta performance, y debajo, dentro de una “cápsula”, el motor correspondiente (una escena repetida en toda la muestra, como maquetas o por los capots levantados).

También Jeep le imprimió una estética bien off road a su instalación. Posee un Wrangler que da la ilusión de bajar por la ladera de una montaña. Y algunos modelos están montados sobre un “piso” especial, ya sea madera o adoquines.

Si se busca acción todo terreno, está la tradicional pista especialmente armada, con diferentes modelos de camionetas conducidos por pilotos. Al lado, el pabellón Ocre, que alberga la muestra de vehículos clásicos.

Dos Ambassador (uno presidencial), el Papa móvil que usó Juan Pablo II, el primer auto argentino y una larga fila de Rolls Royce (el primero, un Phantom de la década de 1920 que, curiosamente, tiene un balde para contener una pérdida), junto a viejos bólidos de competición, llenan el lugar. El Cadillac (restaurado) que usaba Juan Domingo Perón y los rodados militares (algunos llevan armas originales montadas) son las perlas.

En el centro del Ocre hay un puesto de venta de autos a escala, y en otro extremo, una librería temática. Para los más pequeños, dentro del sector principal hay otra juguetería (imposible dejar afuera el stand de Cars 3, próxima a estrenarse). Además, hay tiendas oficiales y un artista que realiza réplicas de menor tamaño de vehículos históricos, a la entrada del edificio de autos clásicos.

Otro autor se roba la atención, al final del salón Amarillo. Gabriel Salvatore arma muebles (sillones, mesas, etc.) con partes de autos.

Poder observar cómo cada terminal se prepara es un momento único, al mover sus autos por el medio del salón, con sus enormes equipos multimedia para las presentaciones, o las decenas de autos tapados que buscan generar expectativa. Y en todo momento, un ejército de limpiadores mantiene a los rodados casi como un espejo.

Peugeot presentó su concept Instinct, pero no alcanzó con levantar un velo. El show estuvo a cargo de tres artistas de Cirque du Soleil y el show “Séptimo Día”. A ambos lados de la casa francesa, dos genialidades. Escondida en el final del stand, Volkswagen tiene una pista de scalextric muy especial: sin controles… se impulsa con la mente. Y Audi dio a conocer la Q5 Security (en un showroom propio), un todoterreno blindado que duplica su peso y que tiene exhibida una puerta con los impactos de bala que evidencian los testeos.