El SUV de la marca china vino para cambiar la mirada que teníamos hasta ahora de los vehículos de ese origen. Si bien el concepto que tenemos de los Tiggo que se fueron sucediendo fue mejorando hasta casi ponerlo a la altura de cualquiera de los compactos del Mercosur, en muchos aspectos el Tiggo 5 pega un salto importante, incluso para ser considerado entre los medianos. Esto incluye notables mejoras en todo lo que se refiere a terminaciones, calidad de materiales y robustez, tanto de la carrocería, como de las suspensiones.
En todos esos sentidos, el Tiggo 5 no tiene mucho que envidiarles a los ya consagrados japoneses Honda CR-V y Toyota RAV 4, a los surcoreanos Hyundai Tucson y Kia Sportage o al Chevrolet Captiva, también del mismo origen de fabricación que esos dos últimos.
Básicos:
Velocidad máxima: 172,3 km/h / Potencia: 138 CV / Consumo promedio: 10,9 km/l
Diseño-Aerodinámica (✭✭✭✭): Líneas actuales con elementos que denotan una impronta del departamento de diseño.
Confort-Espacio interior (✭✭✭✭): Cómodo, amplio y con buen espacio para las piernas atrás. Bien insonorizado y equipamiento acorde.
Motor-Prestaciones (✭✭✭): El motor es moderno, aunque sus prestaciones coinciden más con el segmento inferior. Consumo algo elevado en ruta.
Los más: Espacio interior • Confort de marcha • Mejoras de calidad • Relación peso / tamaño / producto
Equipamiento-Instrumental (✭✭✭✭): Dotación completa en relación a su precio. Display completo, pero suceptible a los reflejos del día. Instrumental claro.
Suspensiones-Dirección (✭✭✭✭): Buen andar, aún en terrenos más agrestes. En ruta presenta una buena dinámica en función de su silueta.
Transmisión-Caja (✭✭✭): Funcionamiento adecuado. Le vendría bien una sexta marcha.
Los menos: Faltantes de seguridad • Consumo en alta • Caja de cinco marchas • Motor poco elástico
Seguridad-Frenos (✭✭✭): Sin ESP y sólo dos airbags, aunque cuenta con discos en las 4 ruedas.
Precio-Garantía (✭✭✭1/2): Buena relación precio/tamaño/producto.
Aunque adquiere rasgos de alguno de sus competidores, en materia de diseño el Tiggo 5 muestra cierta personalidad, impuesta por experimentados diseñadores reclutados por la marca para tal fin, al mismo tiempo que se buscó imprimirle algunos sutiles rasgos de su país de origen. En el sentido estético dentro de su moderno diseño se destacan los faros led de circulación diurna, el original tono y dibujo de las llantas, el alerón sobre la luneta, las grandes ópticas traseras y, sobre todo, la doble salida de escape cromada que asoma de forma casi rectangular, por debajo del paragolpes posterior.
Para situarnos en el contexto, en relación a dos de los referentes de cada segmento, los Honda CR-V y HR-V, el Tiggo 5, con 4,506 metros, es 7,4 cm más corto que el primero y 21,2 cm más largo que el segundo y, con 1,841 metros, es 2,1 cm más ancho que el mediano y también 6,9 cm más que el compacto. Con respecto al entre ejes, con 2,62 metros, el CR-V es el de mayor distancia, mientras que los otros dos empatan con 2,61 metros. Y en relación al Tiggo 3, el 5 es 8,6 cm más largo, 8,1 cm más ancho y 10 cm más de entre ejes.
Entre dos mundos
El Tiggo 5 cuenta con un motor Acteco que es de desarrollo propio. Este impulsor naftero con tecnología de admisión variable y velocidad de combustión controlada, entrega a través de sus 2.0 litros una potencia máxima de 138 CV y un torque 18,6 kgm a 4.500 vueltas. Gracias a dichas características esta variante con caja manual de cinco marchas alcanza una velocidad máxima de 172,3 km/h al tiempo que acelera de 0 a 100 km/h en 13,3 segundos. Con 14,7 segundos para ir de 80 a 120 km/h en 4a, la elasticidad evidentemente no es su fuerte.
En cuanto al rendimiento, valores como 9,2 km/l en ciudad y 13,5 km/l a 90 km/h sugieren cifras muy aceptables en función de su potencia y porte. Ya a partir de los 120 km/h la situación cambia bastante, especialmente por la falta de una sexta marcha que le permitiría ir más relajado (a 130 km/h viaja a 3.500 rpm), así el resultado de esta última medición es de 9,9 km/l. Más allá de esa observación, la caja se mostró bien relacionada y tanto el tacto de la palanca, como el acople de las marchas resultaron mejor de lo esperado.
La potencia lo acerca más al segmento B el de los compactos (Ford EcoSport, Honda HR-V, Renault Duster, Chevrolet Tracker, etc.) en el que frente a la mayoría el Tiggo 5 ofrece mayores dimensiones internas y externas, acercándose más a los medianos o C, que en general en el caso de los nafteros rondan los 170 CV.
Evolución
Las suspensiones de este Tiggo fueron uno de los aspectos que más nos llamaron la atención. Viajes a la provincia de Córdoba y a la Costa Atlántica más un buen recorrido por Buenos Aires, entre los que sumamos casi 3.000 kilómetros con una misma unidad, terminaron de confirmar un andar confortable que incluye una buena absorción de imperfecciones, como los marcados serruchos o el intenso ripio. Y a pesar de haber circulado bastantes distancias en esas condiciones, el Tiggo no acusó signos de desgaste y ni siquiera un mínimo ruido que anuncie algo fuera de su lugar.
En otro ámbito como en la ruta, en cuestiones dinámicas el vehículo se comportó de manera adecuada. También lo hizo en cuanto a la insonorización a altas velocidades, a pesar del prejuicio que nos generó el fino espesor de los burletes de las puertas laterales.
La dirección de esta versión manual es con asistencia hidráulica, a diferencia de la variantes automáticas CVT, con sistema eléctrico. A pesar de aquello el movimiento del volante de “nuestro” Tiggo es bastante liviano, especialmente para realizar maniobras cerradas a baja velocidad.
De todo un poco
En un habitáculo amplio, que no descuida el bienestar de los de atrás ni el volumen del baúl (en todos sus catálogos Chery declara 827 litros, pero seguramente los toma con la altura al techo, en una página extranjera leímos que tiene 370 y puede ser, porque es bastante más chico que el de un Captiva, que dispone de 477 litros).
Además de un buen espacio adelante, el conductor cuenta con asiento manual regulable en altura, en el mismo sentido que la barra de dirección. La mayoría de los comandos están bien ubicados, aunque se dificulta un poco llegar a las teclas de los levantavidrios delanteros, debido a la obstrucción de la manija de la puerta. Los tres pasajeros de atrás (sobre todo los de los laterales) viajarán muy cómodos gracias a que el espacio para las piernas es lo suficientemente extenso, al igual que la altura del techo a las cabezas.
Como destacado de equipamiento de confort anotamos el acceso y arranque sin usar la llave, el control de velocidad crucero y la pantalla táctil color de 7 pulgadas con USB, iPOD, tarjeta SD y Bluetooth, que además ofrece navegador, monitor de la cámara de marcha atrás y reproduce algunas funciones del celular. Debido a las múltiples funciones, esta pantalla táctil no es lo suficientemente intuitiva y la tipografía es pequeña, situación que sumado a los reflejos del sol, su visualización se dificulta durante gran parte del día. En contrapartida, los instrumentos principales son analógicos y ofrecen buena lectura.
Aunque las terminaciones de las costuras no son de las mejores, cuenta con tapizados de cuero.
Dependiendo en que segmento lo ubiquemos, si miramos hacia arriba a esta versión de entrada del modelo le podríamos reclamar climatizador bizona, techo solar y hasta asientos eléctricos, elementos disponibles ya en la variante Comfort CVT, que cuesta unos 30.000 pesos más. La rueda de auxilio es de la misma medida de las cuatro titulares.
En términos de seguridad, esta versión no ofrece control de estabilidad y tracción, sólo se equipa con dos airbags, asistente al frenado de emergencia y los faros son halógenos. Por supuesto, sí cuenta con ABS y discos en las cuatro ruedas, del mismo modo que dispone anclajes Isofix, aunque no tiene apoyacabezas en la plaza central posterior.
Según el cristal...
Frente a un abanico tan amplio, el potencial comprador deberá considerar principalmente la necesidad de espacio y la preferencia en cuanto a potencia. Por eso, si se mira al segmento C su valor es muy conveniente, mientras que si apuntamos al B, estaríamos en la media, un poco para arriba. Lo concreto es que el Tiggo 5 llega para jerarquizar la marca, con lo que seguramente sus productos irán adquiriendo mayor valor de reventa y sacándose de encima el prejuicio que generaban al principio los vehículos provenientes de China.
FICHA TÉCNICA