Para seguir liderando, por lejos, el ranking de patentamientos en su segmento y estar entre los vehículos más vendidos del país (cosa que ostenta desde hace ya varios años), la pick-up de Toyota muestra su modernizada imagen en las versiones tope de gama (SRX, SRV y SR), conservando casi todas sus características en cuanto a la mecánica se refiere.
Resumen:
Básicos: Velocidad máxima 175,4 km/h // Potencia 177 CV // Consumo promedio 11,7 km/l
Calificación:
Diseño aerodinámico (✭✭✭1/2): La nueva trompa le da un aspecto más robusto
Confort espacio interior (✭✭✭): Adelante es cómoda. Atrás no tanto. Cuenta con muchos guardaobjetos.
Los más: Equipamiento general • Calidad y confiabilidad • Garantía
Motor prestaciones (✭✭✭): Impulsor confiable con prestaciones modestas con un rendimiento destacado.
Instrumental equipamiento (✭✭✭): Dotación completa. Tablero clásico. Pantalla lenta.
Los menos: Andar áspero • Pantalla lenta • Respaldos traseros rectos
Suspensión dirección (✭✭✭): El confort de marcha no es de los aspectos más destacados. La dirección es algo pesada.
Transmisión caja (✭✭✭1/2): El completo sistema de tracción 4x4 trabaja de manera eficiente.La caja automática tiene un poco de retardo.
Seguridad frenos (✭✭✭✭): Con siete airbags y ESP, es muy completo en cuanto a dotación. Frena bien y en distancias lógicas.
Gracias a la adopción de un nuevo frente, esta octava generación que se lanzó en 2015 propone una imagen actualizada y de mayor robustez, poniéndose a tono con el modelo global. Las modificaciones visuales más importantes vienen del lado de una parrilla, ahora hexagonal, como luce en los Estados Unidos y en otras partes del mundo su hermana mayor, la Tacoma.
Según la versión, la Hilux también luce un nuevo diseño de llantas, y se ha modificado el paragolpes, que además aprovecha para presentar de una forma diferente a los allí incorporados faros antiniebla de led. Fiel a los estándares de calidad y confiabilidad a la que nos tiene acostumbrados la marca, también se han realizado algunos cambios menores en el interior, como es el caso del tablero de instrumentos con iluminación, y los tapizados, en los que con predominan los tonos oscuros, con cuero perforado en las butacas.
Pocas modificaciones
La actual Hilux mantiene los motores 2.8 turbodiésel de 177 CV, con 42,9 kgm en el caso de la caja manual, y 45,9 kgm para la automática, y el 2.4 turbodiésel de 150 CV y 40,8 kgm de torque.
Tanto la caja manual como la automática son de seis marchas; en esta última opción, su comportamiento marca algo de retardo ante las órdenes del acelerador, situación que la lleva a un valor de 13,3 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h (algo alto en comparación con sus rivales), mientras que alcanza una velocidad máxima de 175,4 km/h y pasa de 80 a 120 km/h en 8,9 segundos.
En términos de rendimiento, la nueva Hilux no ofrece novedades, siendo de las más eficientes del segmento. En el modo ECO, que actúa con un mapeo “tranquilo” del acelerador y hace más eficiente el funcionamiento del climatizador, los registros fueron, para el uso urbano, de 8,5 km/l; a 90 km/h, 15 km/l, y a 120 km/h, 11,5 km/l. Al contrario del ECO, con la selectora en Sport y el Power Mode activado, la reacción del pedal derecho cambia radicalmente.
La única modificación en el aspecto mecánico es el agregado de la función de activación manual del regenerador del sistema de filtro de partículas (DPF), un recurso que puede ser útil para quienes utilicen el vehículo mayormente en ciudad, ámbito que ofrece pocas posibilidades de regeneración durante el uso del vehículo.
Resistencia asegurada
A pesar de no estar entre los más potentes del segmento, el impulsor de 177 CV muestra sobradas condiciones para un uso intenso en el trabajo y el off-road (para esto cuenta con una gran cantidad de recursos electrónicos y mecánicos, como la conexión de la tracción 4x4 alta y baja, el control de descenso y el bloqueo del diferencial trasero, entre otros sistemas).
A la hora de salir a la ruta también se muestra firme, pero al no recibir cambios en las suspensiones, la Hilux sigue comportándose con mucha dureza en los caminos desparejos, sobre todo en el tren trasero, que la torna muy “saltarina”. Con el sistema hidráulico como asistencia, la dirección se revela algo pesada para maniobras cortas, como las que se hacen habitualmente en lugares urbanos.
Cómoda para manejar gracias a la correcta posición que se logra con los comandos eléctricos de la butaca delantera izquierda y del volante, que se desplaza en todos los sentidos posibles, como en toda pick-up moderna el espacio trasero es adecuado, pero la rectitud de los respaldos termina pasando factura en los viajes largos.
Completita
La variante tope de gama que probamos cuenta con un elevado nivel de equipamiento de confort, al que sólo le podemos criticar la pantalla táctil (muy completa, ya que hasta ofrece cámara de marca atrás y televisión digital), pero poco intuitiva y de reacción lenta.
Del resto de los ítems se destacan el sistema de acceso y arranque “sin llave”, el control de velocidad crucero, la exclusiva toma de 220 voltios, los espejos laterales plegables eléctricamente y el display de información múltiple de 4,2 pulgadas, ubicado en el centro del tablero. Para bien del usuario, la rueda de auxilio es de la misma medida e idéntico material que las restantes.
En términos de seguridad, la nueva Hilux es también de las más equipadas del segmento. Esta variante tope de gama ofrece siete airbags, control de estabilidad, tracción y balanceo del tráiler, faros delanteros de led con regulación automática de altura, anclajes Isofix y ABS con distribución electrónica de frenado y asistencia al frenado de urgencia.
Cuenta, además, con protector de cárter reforzado, pero no ofrece de serie la barra de San Antonio, mal llamada “barra antivuelco”. El rediseño de este modelo coincide con la discontinuación de la variante de entrada DX, la única que no disponía de control de estabilidad y tracción.
Garantía y rivales
Con la extensión de la garantía a cinco años ó 150.000 kilómetros como otra de las grandes novedades, la versión SRX cuesta 1.319.900 pesos, un valor no muy exagerado teniendo en cuenta la reputación de su posventa y el adecuado posicionamiento frente a la competencia.
En definitiva, mientras Toyota trabaja ya en una nueva generación, la Hilux se renueva y tiene siempre un as bajo la manga para liderar por décimo segundo año consecutivo un segmento que, en la Argentina, tiene un presente y un futuro cada vez más auspiciosos.
*Los precios corresponden al momento en que se realizó el test
FICHA TÉCNICA TOYOTA HILUX SRX