Todo sobre el nuevo Volkswagen Polo 2018 que ya manejamos en Brasil

Por René Villegas - La marca alemana presentó el nuevo hatchback del segmento B que llegará en enero próximo para ir reemplazando paulatinamente al Fox. Primera impresión de manejo. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

La nueva generación del Polo ya es una realidad, y no es un modelo más dentro de la oferta de Volkswagen. Es el primer auto regional de la marca desarrollado sobre la plataforma modular MQB, en su versión más económica denominada A0. El Polo es el primer integrante de una nueva generación de modelos, que pronto tendrá un sedán (Virtus), y más derivados, entre ellos un crossover y hasta una pick-up intermedia.

Hablar de estos modelos sería hacer futurología, porque no hay demasiada información concreta. El que ya es real es el hatch, que la marca acaba de presentar en Brasil, país donde se produce.

Inicialmente, este auto iba a llevar el nombre Gol, con el objetivo de tener un futuro sucesor para este. No pudo ser porque la estrategia de la marca está enfocada a modelos globales, algo que también sucede con los nombres.

Algunos catalogan el nuevo Polo como un mini Golf, y es cierto. Sus formas están muy bien concebidas, merced a una base estructural que se destaca en el ancho. El diseño frontal, que imita al del nuevo Passat, le da muy buenas proporciones a la carrocería. Con respecto al europeo es casi idéntico, salvo por el diseño de la parte baja del paragolpes delantero, en este caso con aristas filosas y más partes en color de la carrocería. Se percibe también el mayor despeje de la carrocería, aunque no llega a ser excesivo.

A la Argentina el nuevo modelo llegará en cuatro niveles de equipamiento: Trendline, Confortline, Confort Plus y Highline, todas con el impulsor de 1.6 litros con tapa de 16 válvulas y 110 caballos de potencia, motor ya presente en Fox y Suran, aunque en este caso la transmisión manual será de cinco velocidades y no de sexta. También estará disponible una automática Tiptronic de seis marchas en los tres niveles de equipamiento. En Brasil se ofrece con motores 1.0 y 1.0 TSI (de 128 caballos), pero estos no están en los planes para nuestro mercado.

El salto cualitativo que propone el Polo está puesto en la seguridad y la tecnología. Todas las versiones cuentan con control de estabilidad ESP de serie y cuatro airbags. A su vez ya obtuvo las cinco estrellas ante choques por el organismo Latin Ncap, un verdadero paso hacia adelante.

Los niveles de equipamiento disponibles tendrán los siguientes ítems. Trendline, el más accesible, equipará levantacristales eléctricos, cierre centralizado, butaca regulable en altura, pantalla táctil con App Connect y aire acondicionado. Confortline agrega volante regulable en altura y profundidad, llantas de aleación de 15”, espejos eléctricos, sensor de estacionamiento trasero, luces antinieblas. Sólo con transmisión manual. Confort Plus llegará sólo con transmisión automática de seis marchas con levas al volante y agrega llantas de aleación de 16 pulgadas.

El full Highline tendrá climatizador automático, tablero de instrumentos digital, compuesto por una gran pantalla configurable, sistema multimedia Composition Media con pantalla de 8 pulgadas, espejo interior fotosensible, control de velocidad crucero, sensor de lluvia y crepuscular, climatizador automático y salidas de aire traseras, sensor delantero de estacionamiento y cámara de retroceso.

Al volante

En un periplo de una distancia de poco más de cien kilómetros por autopistas del país vecino pudimos tomar contacto con este nuevo exponente del segmento B+, que llegará a la Argentina durante enero próximo, con preventa en el mes de diciembre.

Las unidades que nos encargamos de conducir en Brasil tenían una configuración diferente a la que llegará a nuestro país, basada en la versión más económica Trendline. Esto es porque el motor 1.6 sólo está disponible allí con este nivel de terminación.

Es por eso que en esta variante la posición de manejo se ve comprometida por la falta de doble regulación de volante, disponible en el resto de la gama. En este caso la pantalla táctil de 6,5 pulgadas cuenta con características básicas.

En calidad el Polo lo posicionamos en un nivel promedio, algo por debajo que algunos de sus competidores. Todos sus materiales son rígidos, y la calidad de piezas acordes a un auto Mercosur. Las plazas traseras son la referencia de este segmento, incluso el asiento trasero está cavado en sus extremos para mejorar la altura al techo. Lo mismo sucede con el baúl de 351 litros.

En lo que respecta al andar el esquema de suspensiones entabla un compromiso tirando a firme, pero sin llegar a repercutir demasiado en el habitáculo. Al elevar la velocidad se nota seguro, percepción que se potencia por el trabajo de la dirección con asistencia eléctrica.

El funcionamiento del motor lo notamos correcto, no muy enérgico, aunque lo mejor será probarlo en nuestro país para emitir un juicio final. El comando de la transmisión, típico en la marca, es casi perfecto.

De esta forma el Polo hatchback estará disponible por primera vez en Argentina. Este fue un adelanto con una impresión de manejo positiva deberemos esperar su precio final, que según trascendidos, al día de hoy debería rondar entre los 320 y 420 mil pesos. Por el contexto inflacionario, el precio en 2018 podría ser algo superior. ¿Le alcanzará para ser el nuevo referente?

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