Ferrari está intensificando el desarrollo de su primer SUV, con vistas a su lanzamiento en 2022. El modelo, denominado Purosangue (significa pura sangre en castellano) tendrá como rivales a utilitarios deportivos de lujo tales como Aston Martin DBX, Bentley Bentayga, Lamborghini Urus y Rolls-Royce Cullinan.
El también conocido internamente como “175” es uno de los nuevos productos anunciados el año pasado por la marca del Cavallino Rampante que tiene previsto presentar de aquí a 2023. Éstos se fabricarán a partir de dos plataformas modulares distintas: una para una línea de superdeportivos con motor central trasero, como la F8 Tributo, y la otra para automóviles de estilo GT con motor central delantero, incluido el nuevo SUV.
Ambas arquitecturas podrán recibir motores V6, V8 y V12, con o sin asistencia híbrida y con transmisión automática de doble embrague, tracción trasera o total. Además ofrecerán varias posibilidades de distancia entre ejes, de conformación del habitáculo (dos, dos+dos o cuatro asientos), estilos de carrocería y distancias al suelo.
El SUV tomará la forma de un cuatro plazas con una longitud de 5 metros, y es probable que su alta distancia al suelo se consiga mediante una suspensión ajustable en altura. Además se valdría de un sistema antivuelco a fin de incrementar a un más su comportamiento dinámico en todo tipo de terreno.
En cuanto al tren motriz, sería un derivado de la SF90 Stradale. El primer supercar híbrido de producción en serie de la automotriz italiana combina un V8 de 4.0 litros con tres motores eléctricos, uno en la parte posterior, entre el motor y la caja de cambios, y dos en la parte delantera para proporcionar tracción total. Una versión de este sistema de propulsión está previsto para el SUV Purosangue, aunque hay más posibilidades de que se acople a un nuevo V6 que Ferrari está desarrollando. También se considera probable una versión V12 de alta gama, ya que la casa de Maranello sigue comprometida con el desarrollo de este tipo de motores.
Fuente: Autocar.