El Ford Fiesta cumple cuarenta

Nacido en 1976, lleva seis generaciones exitosas que lo convirtieron en uno de los diez modelos más vendidos a nivel global. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Corría 1973 y la crisis energética no sólo atacaba a los Estados Unidos, sino que alcanzó también a Europa. Si bien en aquel continente los vehículos ya eran más pequeños que en América, los mercados necesitaban automóviles más económicos. Bajo esa premisa, los centros de ingeniería de Colonia (Alemania) y Dunton (Reino Unido) pusieron en marcha el proyecto Bobcat, que significa algo así como gato sin cola en castellano.

Ese proyecto derivó, a mediados de 1976, en el Ford Fiesta. En 2016, el exitoso modelo de la marca del óvalo cumple cuatro décadas de producción en el viejo continente, aunque en la Argentina sólo compartimos con el poco más de mitad de su historia: las primeras unidades arribaron en 1995.

De todas formas, vale la pena conocer los inicios, principalmente con las primeras generaciones que aquí no conocimos. Durante estos 40 años, pasaron seis generaciones, aunque en realidad fueron sólo cuatro cambios drásticos en su formato exterior.

1976: Comienza la producción en la planta de Almusafes, en Valencia, España. Se trataba del primer Ford con carrocería hatchback y tracción delantera. Contaba con un motor 1.0 de sólo 40 CV como opción básica, hasta un 1.1 de 53 CV. La caja era de cuatro velocidades, pero con un peso que orillaba los 700 kilos, la relación peso-potencia no era mala. En la década del ochenta ganó carácter, con versiones que quedaron para el recuerdo, como el XR2 de 1981. Aspecto deportivo, un motor 1.6 de 84 caballos y 801 kilos de peso fueron suficientes para lograr una aceleración de cero a cien en apenas 10 segundos, una de las premisas que se pusieron al concebirlo.

1983: Manteniendo la base estructural, el diseño adoptó líneas más fluidas y un frontal más moderno, siempre con carrocería de tres puertas. También fue el primer compacto europeo del segmento en adoptar un motor Diésel, un 1.6 que erogaba 53 CV y consumos bajísimos. La versión deportiva XR2 se mantuvo, aunque su potencia se incrementó hasta los 96 caballos de fuerza. La caja manual ya era de cinco marchas.

1989: El Fiesta ganó en Europa el primer cambio profundo en su chasis. Una nueva generación que además incorporó la carrocería de cinco puertas. La oferta de motores también fue actualizada, con sistemas de inyección electrónica de combustible. A mediados de los noventa sumó motores Zetec con 16 válvulas para las versiones más equipadas, que incorporarían ABS, airbag para el conductor o caja automática como opcional. La deportiva XR2 ya ofrecía 110 CV, y hasta hubo un RS Turbo con 133 caballos. Esta generación fue la que finalmente llegó en 1995 a la Argentina. Con motor 1.3 nafta o 1.8 Diesel, ambos de 60 CV, se importaba desde España.

1995: Cuando aquí recibíamos el primer Fiesta Español, en Europa ya existía una nueva generación que mantuvo la misma plataforma. Un año más tarde comenzó a ser producido en Brasil, lugar desde donde comenzó a importarse a nuestro territorio. En Europa, las versiones deportivas comenzaron a perder ímpetu y exclusividad. Durante 1999 ganó, en ambos continentes, un rediseño que lo emparentó con la influencia de diseño New Edge para afrontar el nuevo milenio.

2002: Tanto en Europa como en Brasil, el Fiesta cambió por completo. Vestido con una carrocería completamente nueva, mucho más alta y espaciosa que las anteriores, además de sumar motorizaciones Diesel TDCi. Las versiones deportivas volvieron, pero ahora bajo la nomenclatura ST (con motor 2.0 Duratec y 150 CV). En el viejo continente se mantuvo casi sin cambios hasta 2009, cuando fue sustituido. En Brasil tuvo rediseños estéticos en 2007 y 2010.

2009: La sexta y actual generación se benefició con líneas esculpidas, un cambio drástico en el diseño que adoptó los lineamientos del Kinetic Design. También sumó múltiples sistemas de conectividad y seguridad, como Sync, controles de estabilidad, tracción y hasta siete airbags. A fines de 2010 llegó a la Argentina, pero desde este momento importado desde México, específicamente en la planta de Cuatitlán. En 2014, un rediseño modificó el aspecto frontal, mientras que las versiones más económicas volvieron a importarse desde Brasil. El ST, con motor 1.6 Ecoboost, que se comercializa en Europa cuenta con 182 CV, mientras que para festejar las cuatro décadas, el exclusivo ST 200 desarrolla exactamente el mismo número de caballos de fuerza.

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