Un 30 de julio de 1863 nacía en Michigan, Estados Unidos, Henry Ford, un hombre que no solo revolucionaría la historia de industria automotriz sino que además cambiaría la vida de millones de personas alrededor del mundo.
Mucho tiene que ver con la trascendencia de su figura la creación del modelo T, que presentó el 1° de octubre de 1908. Este vehículo resistente, liviano, fácil de reparar y adecuado para caminos en mal estado tenía un valor accesible de 850 dólares (950 dólares con un parabrisas y techo), generando una gran demanda.
Con la implementación en 1913 de la línea de montaje móvil los precios de los automóviles bajaban a medida que aumentaba la velocidad de producción. Para 1916, los empleados producirán 2.000 autos por día, y un máximo de 9.000 por día en 1924.
Ya desde chico Henry mostraba su interés por el funcionamiento de las máquinas. Luego de su paso por la compañía Edison, la cual dejó siendo Ingeniero Jefe, se dedicó al desarrollo de su propio vehículo, el Cuadriciclo (Quadricycle, en inglés), que realizó su primera prueba en 1896.
Su éxito empresarial, tras dos experiencias fallidas con la Detroit Automobile Company y la Henry Ford Company, llegó con la fundación de la Ford Motor Company en 1903. Este importante hito, junto con las múltiples e innovadoras ideas aportadas contribuyeron en enorme medida a llevar a la empresa norteamericana a ser una de las más reconocidas a nivel mundial.
El deceso de Henry Ford se produjo el 7 de abril de 1947 en su residencia de Michigan, a los 83 años de edad.
