¿Por qué no usamos el cinturón de seguridad trasero?

Un estudio llevado a cabo en EEUU por el IIHS, revela que cuatro de cada cinco encuestados dicen que no siempre se sujetan cuando realizan trayectos cortos o viajan en taxi. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Muchas veces se hace hincapié en la protección de los niños en el asiento trasero de un vehículo. Pero en el caso de los adultos, no tanto; incluso muchas personas suponen que el uso del cinturón de seguridad es opcional a la hora de viajar en la parte de atrás. Esta creencia es errónea, ya que, al menos en la Argentina, su utilización es obligatoria por ley para todos los ocupantes.

Según un estudio realizado en los Estados Unidos por el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), cuatro de cada cinco encuestados afirman que no siempre se colocan el cinturón a la hora de hacer viajes cortos o en transportes como el taxi.

El informe de esta organización norteamericana independiente revela que muchos pasajeros traseros no consideran necesario el correaje porque perciben que el asiento posterior es más seguro que el delantero. Esto evidencia un claro malentendido acerca de por qué los cinturones son necesarios, más allá de dónde se ubique la persona.

“Las personas que no usan el cinturón de seguridad podrían pensar que su negligencia no lastimará a nadie más. Ése no es el caso”, explica Jessica Jermakian, Ingeniera de Investigación Senior del IIHS y coautora del estudio. “En el asiento trasero, el cinturón de regazo/hombro es el medio de protección principal en un choque frontal. Sin éste, los cuerpos pueden golpear sobre superficies duras u otras personas a toda velocidad, causando lesiones graves”, agrega.

Entre junio y agosto de 2016, la entidad encuestó a mayores de 18 años vía celular y teléfono fijo. De un total de 1.172 que dijeron haber viajado en el asiento trasero de un automóvil durante los seis meses anteriores, el 72% respondió que siempre usaba su cinturón de seguridad en el asiento trasero, mientras que el 91% contestó que siempre lo usaba cuando estaba sentado adelante. Estos resultados están en línea con lo observado en 2015 a nivel nacional en los EEUU (75% y 89%).

La publicación AutoGuide.com recuerda un estudio de 2015 del IIHS y el Hospital de Niños de Filadelfia que, entre otras conclusiones, sostenía que un ocupante del asiento trasero sin sujetarse es casi ocho veces más propenso a sufrir una lesión grave en un choque que un ocupante del asiento trasero con el cinturón de seguridad colocado.

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