La simetría entre Argentina y Brasil en materia automovilística va más allá del intercambio de modelos. Hay una sintonía de seguridad, de leyes. Es por eso que muchas veces ambos toman medidas simultáneas y los resultados arrojan cifras similares. Por caso, la obligatoriedad de luces bajas diurnas, las cuales en ambos países ayudaron a reducir accidentes.
Quatro Rodas, la hermana brasileña de Parabrisas, realizó un curioso ensayo. Evaluó la visibilidad durante el día con los focos prendidos y sin ellos, y la misma aumentó más del 500 por ciento al tener iluminación artificial.
Claro está que las normativas legales no surgen de la nada, pero en este caso, la decisión es vital: sin luces, el auto que viene en sentido contrario se divisa a 300 metros, en tanto que con los faroles se llegó a observar a 2.000 metros.
En Brasil es la Ley 13.290 la que instrumenta el uso obligatorio de luces bajas (ya sean halógenas o de xenón) durante el día, y rige desde julio de 2016. Para nuestro país, la normativa es la 24.449, de 2001, y fue actualizada en 2008 con la 26.363, mediante la cual se creó la Agencia Nacional de Seguridad Vial. La regulación argentina contempla la utilización ineludible para rutas y autopistas.
Para determinar hasta qué punto era verdad o no la diferencia que hace tener los focos prendidos durante el día, Quatro Rodas realizó un test con vehículos variados en formatos, colores y tipos de luces. Se usó un Audi A3 sedán blanco con lámparas de xenón, una Honda HR-V gris y un Nissan Kicks plata, ambos con faroles halógenos.
Márcio Montesani, experto del Núcleo de Pericias y que realizó todas las mediciones, alertó que desde el comienzo de la prueba fue notorio el cambio en la visualización. Sin las ópticas encendidas, los autos se camuflan con mayor facilidad, especialmente lo más claros.
Según los especialistas, la capacidad de ser vistos con las luces bajas encendidas aumenta hasta un 567 por ciento. Una prueba contundente que surge del test del medio brasileño.
El ensayo simuló el paso de autos en una ruta, circulando de día a 120 km/h en sentidos contrarios. En dichas condiciones, Montesani afirmó que sin las luminarias, los vehículos que vienen de frente sólo son advertidos cuando entran en la visión periférica.
Así, a 300 metros de distancia se tardaría 4,5 segundos para reaccionar a dicha velocidad en caso de necesitarlo, pero con 2 kilómetros, los 30 segundos lucen mucho más estratégicos y seguros.
Con polémicas y opiniones sobre si convienen o no, si ayudan a visualizar o encandilan, la prueba demarca que las luces bajas durante el día asisten a la identificación del vehículo. Tanto en Argentina como en Brasil, así como en diferentes lugares del planeta, la adopción de esta medida significó una reducción en los accidentes viales.