En una charla con Lucas Woinilovicz, gerente de Desarrollo de Negocios de Scania en la Argentina, nos contó acerca de la línea de productos Green Efficency, destinada a reducir las emisiones y a aprovechar los recursos naturales de nuestro país.
El ejecutivo descartó para el corto plazo la propulsión eléctrica, debido a inconvenientes como la escasa autonomía y el tamaño y peso de las baterías que impedirían lograr cubrir una distancia lógica, además del problema posterior para su reciclado, entre otras dificultades. Con escasa infraestructura y otras cuestiones de fondo, según los especialistas la solución más inmediata a los problemas de las energías utilizadas para el transporte pesado y buses y motores en general es la adopción del gas, ya sea natural comprimido, licuado o biogás.
Ventajas del gas
Los beneficios del uso de este combustible en nuestra región son innumerables. Es por eso que se viene trabajando a nivel Gobierno en medidas para incentivar el uso de esta casi inagotable fuente de energía.
Ya está disponible
Es importante aclarar de que Scania ya cuenta con motores diseñados específicamente para tal combustible, con tecnología de ciclo Otto (la misma que utiliza la mayoría de los impulsores nafteros) que, además de las apropiadas performances, cumple con la estricta norma de emisiones Euro 6. Las ventajas de esta alternativa son muchísimas. Asimismo, los vehículos impulsados con estos tres combustibles se fabrican en la planta brasileña de San Pablo y ya están disponibles en nuestro mercado. De hecho ya hay clientes que están acumulando kilómetros, tanto de camiones como de buses.
Muchos beneficios
Otra de las ventajas que presentan los motores a gas, tiene que ver con la disponibilidad:en nuestro planeta hay más gas que petróleo y a un costo menor. El gas natural utilizado en motores que cumplen con la norma Euro6 permite reducir las emisiones de CO2 en un 20 por ciento, en tanto que que el biogás es renovable y reduce en un 90 por ciento el nivel de contaminación respecto de los motores Diesel.
Menor costo de uso
Además, los propulsores de gas y biogás permiten un ahorro adicional del 50 por ciento, con respecto al de por sí ya reducido consumo de la versiones Diesel, y el sistema modular de los motores garantiza la disponibilidad de piezas y un bajo costo de mantenimiento. Con GNC o biogás se logra una autonomía de hasta 500 kilómetros y hasta 1.100 kilómetros en GNL (gas licuado).
Excelentes performances
Tratándose de potencia, la evolución de los impulsores a gas y biogás, producidos bajo la norma Euro 6, consiguió equipararlos a los Diesel. En el caso de los ómnibus, su costo operativo comparado con el de los gasoleros, es menor en un 40 por ciento.
El hecho de transportar y almacenar el gas, también implica menor riesgo de contaminación por derrames.
Energía para rato
Otro de los puntos positivos es que en nuestro país existe una gran infraestructura para el expendio de GNC, GNL y biogás, que constituyen además una excelente oportunidad de negocios para las empresas distribuidoras. Esto propiciaría nuevos impulsos para algunas áreas de nuestro territorio, como por ejemplo el NEA y Vaca Muerta. Sin olvidar que el gas natural y el biogás representan el 24 por ciento de la matriz energética mundial, elevándose al 26 por ciento en América Latina y el Caribe.
