Errores comunes al conducir con una caja de doble embrague

Aunque sean automáticas, este tipo de transmisiones permiten un accionar manual con levas o palanca secuencial. Presentamos algunas equivocaciones frecuentes para estar más atentos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Las cajas automáticas ya no son lo que eran. Funcionan rapidísimo, no generan un gasto de combustible extra, permiten diferentes modos de conducción y, en última instancia, dejan que liberemos ciertas tensiones a la hora del tránsito pesado. Las de doble embrague hoy son las más comunes, pero a veces sufren por ciertos errores que cometemos.

En resumen, este tipo de selectoras (DSG en Volkswagen, Powershift en Ford, y así según la marca) trabaja en forma automática o manual parcial, o a través de las levas del volante o una palanca secuencial, con dos embragues en el sistema. Uno acciona los engranajes de las marchas impares y el otro los de las pares.

Cada embrague está acoplado al siguiente cambio, por lo que la transmisión es más fluida, no se pierde velocidad y esto mejora considerablemente la performance y el consumo.

Al tener la posibilidad de realizar uno los cambios (estilo rally o Fórmula 1), se comenten ciertos errores que aquí te los presentamos para estar atentos la próxima vez que usemos este tipo de cajas.

Mal uso de la posición Neutral. En los autos manuales, cada vez que paramos ponemos punto muerto para desacoplar la marcha y evitar el desgaste del embrague. Al contrario, en estas selectoras esto se realiza en forma robótica, por lo que no es necesario colocar la N todas las ocasiones que se detiene el vehículo.

No pisar el freno en pendientes. Tradicionalmente, cuando el auto queda parado en una subida, el trabajo consiste en soltar ligeramente el embrague y accionar el acelerador, para trabarlo y luego salir. En los automáticos de esta clase el freno “clava” al vehículo. Si tiene el asistente de pendiente, esto retrasará el inicio del motor para poder empezar a rodar suavemente.

Exceso de cambios bajos. Un problema que no mutó pese al nuevo paradigma: transitar mucho tiempo en las primeras marchas daña al sistema. Más allá del consumo, no permite que se vaya desacoplando correctamente el embrague, por lo que el desgaste será más grave.

¿En qué momento subimos o bajamos la marcha? Aunque elijamos manejar con las levas, el sistema sigue teniendo un accionar automático. Si reducimos en una acelerada o subimos al frenar (por ejemplo, cuando llegamos a un semáforo que cambia rápidamente), esto dañará el embrague y el sistema interpretará en forma errónea si debe recuperar aceleración o reducir el régimen.

Freno y acelerador, nunca. Por más que parezca imposible, se puede accionar ambos pedales al mismo tiempo, para una partida potente, por citar un caso. Pero hacerlo es un error, porque daña el conjunto de embragues y acoples. Hay que recordar que el pedal de detención actúa también como el embrague de los autos manuales.

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