Chevrolet S10: ahora, con filtro de partículas

Este dispositivo DPF se encuentra conectado al sistema de escape y se encarga de reducir las emisiones contaminantes en los motores turbodiésel. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

La Chevrolet S10 incorporó un filtro de partículas DPF (Diesel Particulate Filter) que reduce las emisiones contaminantes en los motores turbodiésel. Este dispositivo, diseñado para retener el hollín de los gases emitidos por el vehículo se encuentra conectado al sistema de escape.

Con esta nueva tecnología, la pick-up pasa a cumplir con la norma Euro V, que entró en vigencia en Argentina en enero de este año y apunta a reducir las emisiones de gases y partículas contaminantes en vehículos dotados con propulsores de combustión interna. Al poseer la misma motorización turbodiésel que la S10, el SUV Trailblazer, también añade el mencionado filtro.

Funcionamiento:

El DPF funciona a través de un proceso denominado Regeneración, encargado de la autolimpieza del dispositivo. Los residuos generados por la combustión del propulsor se transforman en dióxido de carbono y vapor de agua al salir del sistema del escape. El filtro de partículas se limpia de forma automática y periódica mientras se está conduciendo y para su correcto desempeño se debe utilizar combustible Grado 3.

Con ciclos de conducción normales, el conductor no percibirá el funcionamiento del filtro. Pero, en ciclos cortos de manejo o a velocidades por debajo de los 30 km/h, puede suceder que la regeneración no alcance a completarse, por lo que el vehículo dará aviso para que el conductor siga andando por más tiempo, preferentemente en ruta o avenida, para poder finalizar con el proceso y limpiar totalmente el filtro de partículas.

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