NASCAR es una de las categorías más importantes del automovilismo norteamericano. Compite en atractivos con la otra grande, aquella conocida como Indy, aunque cada una responde a una especialidad específica: en la primera corren autos con techo; en la otra, monopostos.
Las dos, por supuesto, son grandes vidrieras para la promoción de las automotrices, aunque es en NASCAR donde hay mayor participación de las terminales dado, obviamente, las mayores similitudes estéticas entre los modelos de calle y las unidades que allí compiten.
Por eso son muchas las marcas que han desarrollado productos especiales tomando como referencia esa categoría pero, entre todos, se destaca la nueva creación de SRT, el Charger Hellcat Widebody Daytona 50th Anniversary, edición especial conmemorativa que manejó Diego Porciello para Parabrisas en Miami, Estados Unidos. Aquí sus impresiones.
Ya pasaron 50 años desde que Dodge presentó la edición especial Daytona para competir en NASCAR. El éxito obtenido entre 1969 y 1970 fue tan grande, que la categoría decidió cambiar el reglamento para excluir el modelo de las competencias. El cambio de las reglas de juego lo convirtió en imbatible en el imaginario de la creencia popular. Hoy, el Charger Daytona original es un clásico de culto cuyo valor de venta puede llegar al millón de dólares. Para conmemorar estos 50 años, FCA (Fiat Chrysler Automobiles) lanzó una edición limitada al mismo número de unidades que el original, basado en el Dodge Charger SRT Hellcat.
Haciendo un amigo
Mi primer contacto con este Daytona Widebody tuvo lugar un día de lluvia. Al recibir la llave roja que permite utilizar toda la potencia sin limitaciones, noté un voto de confianza que se acrecentó al ver que la unidad era la 000 de 501, es decir la que jamás será vendida. Ponerlo en marcha eriza la piel, y los sonidos que emite en todo momento son intimidantes a cualquier velocidad. Llegué a la esquina y con mucha suavidad (el auto estaba seteado por default en máxima potencia) intenté incorporarme a la avenida, que obviamente estaba mojada. El Daytona inmediatamente mostró sus garras y se puso de costado… Así nos conocimos.
El responsable de tal salvajismo es su motor V8 Hemi Supercharged de 6,2 litros, que en esta versión entrega 717 CV (10 más que el Hellcat normal) y 85 kgm de torque, acoplado a una caja automática de 8 velocidades y con tracción trasera. La respuesta es instantánea. El supercargador se empieza a oír desde muy bajas revoluciones, pero al acelerarlo por completo emite directamente un grito. Claro que eso es lo que busca el comprador de este modelo. Sin dudas, un auto para valientes. Lo bueno es que si lo dejamos en un valet parking, por ejemplo, o se lo prestamos a alguien menos experimentado, le podemos dar la llave negra que limita la potencia a “apenas” 500 CV…
Volviendo a la lleve roja, si liberamos todos los controles debemos llevar un juego de neumáticos traseros en el baúl para poder volver a casa. Se envuelve en una nube de humo, y el “descontrol controlado” asegura la diversión. Sin embargo, si intentamos hacer las cosas bien y dar una vuelta rápida, es un auto muy manejable y con un sólido tren trasero que, al acelerarlo en el momento justo, puede cambiarnos la expresión de susto por una sonrisa.
Seguramente, el consumo es un ítem que los dueños de “la bestia” tendrán asumido pero,como dato, en ciudad, siendo suave, no baja de los 20 litros cada 100 km.
Así se ve
Exteriormente se diferencia -además de por el diseño ensanchado- por una llantas de 20 pulgadas que alojan neumáticos 305/35ZR20, un sutil alerón trasero (mucho más austero que el enorme de 1969) y la franja en el extremo trasero que envuelve los guardabarros y la tapa del baúl con la inscripción Daytona. Nuestra unidad lucía el azul B5, que se suma a otros tres colores disponibles, de los cuales sólo el blanco cambia el color de las franjas que aparecen en el sector traseros a azul.
En el interior encontramos costuras en color azul en los asientos, el fuelle de la palanca, el tablero y el volante, forrado con alcántara. Las butacas,también tapizadas con ese material y con diseño deportivo, tienen bordado el logo Daytona. Hay, además, un emblema por encima de la guantera, que aparte del logo muestra el número de unidad. Los apliques de la consola y el tablero son de fibra de carbono genuina, con algún detalle de terminación poco esmerada alrededor de la pantalla.
El interior es espacioso y enorme el baúl, que no incluye rueda de auxilio, pero sí un compresor. La batería también se aloja allí, y los respaldos son abatibles.
La posición de conducción es alta incluso en el límite inferior de la butaca, y la trompa se ve muy elevada e imponente. Si bien el despeje es mínimo, es un auto alto y robusto. Viene equipado con sistema multimedia, pantalla Performance page que informa datos como la mezcla del motor, las temperaturas, la fuerza g y las entregas de torque y de potencia en tiempo real, y desde la pantalla SRT se puede setear el tipo de tracción, la suspensión, el nivel de potencia y los controles de tracción y estabilidad.
Performance salvaje
Por ser widebody (carrocería ensanchada), alcanza “sólo” 315 km/h, cuando sin esa carrocería podría llegar a los 328 km/h, pero no creo que esto desmoralice a ningún conductor. Llega a 100 km/h desde cero en poco más de 3 segundos y medio, y cubre los 400 metros en menos de 11 segundos. A la hora de frenar (hay que apretar el pedal con ganas, al estilo auto de carrera), los frenos Brembo de 6 pistones adelante y de 4 atrás se encargan de pararlo en distancias cortas.
Se ofrece inicialmente en Estados Unidos por 75.635 dólares, pero por tratarse de una serie tan limitada y codiciada, se sabe que se ha pagado por este vehículo hasta 115.000 dólares: el precio de pertenecer al selecto club de los 501 Dodge Charger SRT Hellcat Widebody Daytona 50th Anniversary.
Ficha técnica
Motor
Naftero, delantero, longitudinal. 8 cilindros en V con árbol de levas a la cabeza. 6.2 litros de cilindrada alimentado por inyección con supercagador e intercooler
Potencia, 717 CV a 6.100 rpm. Torque 09 kgm a 4.800 rpm
Transmisión: Tracción trasera. Caja automática de 8 velocidades con levas al volante.
Suspensión
Delantera independiente; trasera multi-link
Dirección
Piñón y cremallera asistida eléctricamente
Frenos
Delanteros discos ventilados
Traseros discos ventilados
Llantas de aleación de 20 pulgadas
Neumáticos 305/35 ZR20
Dimensiones
Largo 5105 mm
Ancho 1989 mm
Alto: 1463 mm
Entre ejes: 3048 mm
Trocha delantera: 1666 mm
Trocha trasera: 1659 mm
Prestaciones
Velocidad máxima 315 km/h
Aceleración
0 – 0 100 km/h 3,5 s
0 – 400 m 11 s
Precio (en EE.UU):
U$S 75.635
Garantía
Tres años 36 meses o 36.000 millas (57.600 km). Garantía mecánica: cinco años o 60.000 millas (96.000 km)