En 2019, un Porsche 918 Spyder llegó a Brasil y se vendió entre 1.750.000 y 2.120.000 dólares. Sin embargo, más allá de tener una velocidad máxima de 345 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 2,6 segundos, el comprador podría haber llamado si compraba el NAe São Paulo, un portaaviones perteneciente a la Armada brasileña.
Según Auto Esporte, fue el barco más grande de las fuerzas armadas del país vecino y se encontraba anclado en Río de Janeiro desde 2017. Ese año, el gobierno decidió dejar de lado la modernización del vehículo y optó por venderlo.
Varias ONG quisieron convertirlo en museo, pero la Armada trató de venderlo sin éxito. El buque cuenta con 32.800 toneladas y 265 metros de largo. Finalmente, el NAe São Paulo fue vendido la semana pasada por un monto aproximado de 1.850.000 dólares.
Como el barco no se puede mover por sus propios medios, el nuevo propietario deberá desmantelar la nave y beneficiarse de su chatarra. Para llevar a cabo el desmantelamiento, empresas acreditadas por la Unión Europea, que cumplan con normas de recogida y reciclaje de residuos tóxicos, deberán prestar sus servicios, ya que este requisito fue impuesto por Francia, país donde se produjo el portaaviones en 1960. Brasil lo compró a principios de la década del 2000.