Rusia continúa aumentando su presencia en la invasión a Ucrania y las sanciones al país euroasiático también siguen escalando día a día. El bloqueo económico, las confiscaciones realizadas en el mercado externo ruso, el golpe financiero a los bancos, entre otras medidas, fueron de la mano con las distintas decisiones por parte de varias empresas para suspender sus operaciones en el estado más grande del mundo.
Si bien esta semana el gran golpe lo dio Ford al sumarse a Stellantis, BMW, General Motors, Renault, Mercedes, el grupo Volkswagen, por mencionar algunos, otras compañías también comienzan a tomar cartas en el asunto.
Sin embargo, mientras las empresas extranjeras deciden marcharse momentáneamente de Rusia, las automotrices locales se las ingenian para sobrevivir en un mercado golpeado durante los últimos días por el impacto de la inflación.
Por ejemplo, la conocida marca Lada, la firma más popular en territorio ruso aumentó sus precios en pocos días y algunas personas que aun apuestan por comprar un auto en medio de un panorama bélico de fondo, tratan de congelar los precios al momento de ir al concesionario para no perder poder adquisitivo.
Granta, Vesta, Xray y Largus fueron los principales afectados, según Autoblog.rs, con aumentos que en una semana rozan el 30 por ciento. El Lada Niva uno de los modelos más populares de la historia de Rusia (aun vendido allí, sin demasiados cambios en comparación con el ofrecido en Argentina en los años 90') también sufrió la escalada inflacionaria.
Esto le mete presión para continuar siendo un "best seller", aunque también hay que tener en cuenta que se prepara para un cambio generacional que lo más probable que se retrase y se vea afectado su desarrollo por la invasión a Ucrania. A su vez, la próxima edición será elaborada en asociación con Renault y hasta se ofrecería nuevamente en Latinoamérica con el logo del rombo.
