Gran parte del mundo automotor se ha visto obnubilado por el gran avance de las pick-up en las últimas décadas. Si bien han habido varias compañías que han optado por incursionar en un segmento que para ellos era desconocido, no es el caso de Chevrolet con su S-10, camioneta que llegó a nuestra región a mediados de los ‘90 y que desde ese entonces se asentó en nuestro mercado.
Antecedentes
A principios de los ‘70, Isuzu llegó a un acuerdo con General Motors para producir vehículos en conjunto para el mercado norteamericano. Uno de los primeros modelos en ser lanzados en 1972 fue la Chevrolet LUV que llegaba importada desde Japón.
Los problemas no tardaron en llegar ya que un año después tuvo lugar la conocida crisis del petróleo que afectó a todas las automotrices en general (GM no fue la excepción). Así fue como tuvieron que idear un plan para comenzar a producir su propia pick-up nacional.
Es así que en 1981 fue presentada la primera S10, línea qué se ofrecía solo con cabina simple y con un motor Isuzu 1.9 o 2.8 V6.
Arribo a la región
Para mediados de los ‘90, GM ya tenía en claro que había que dar el salto hacia otras regiones, por lo que en 1995 la S10 fue lanzada en Brasil desde donde se producía para abastecer a la región.
Algunos de los detalles qué incorporaban las primeras unidades eran el motor 2.2 EFI de 106 CV de potencia asociado a una transmisión manual de cinco relaciones y, como opción, frenos ABS en las ruedas traseras
Si bien nosotros la conocemos como la primera generación, en realidad está basada en la segunda de la línea presentada en EE.UU en 1993.
Primera actualización
En 1999 llegó el primer lavado de cara del modelo, con un nuevo diseño de la parrilla frontal y el paragolpes delantero con el objetivo de ampliar las entradas de aire para enfriar el motor, un nuevo juego de ópticas delanteras, traseras y auxiliares, entre otros elementos.
La gran novedad fue el habitáculo, ya qué la seguridad obtuvo un incremento con el sistema de airbag para el conductor.
Debajo del capó, equipaba el motor 2.8 Turbo Diésel de 132 CV de potencia y 34 kgm de torque. Además, este restyling marcó el ingreso de la transmisión automática a la gama, aunque solo se ofrecía en la versión Executive V6 de doble cabina.
Segunda generación
Alineada con su hermana norteamericana la Colorado, en 2012 la S10 vio su salto generacional con un cambio de 180 grados.
Hay que tener en cuenta que para ese entonces el segmento en nuestra región ya era competitivo, por lo que había que marcar la diferencia con sus rivales no solo estéticamente, sino también de manera integral.
La línea creció en dimensiones llegando a los 5,35 metros de largo y la caja de carga contaba con la mayor capacidad de la categoría con 1,3 toneladas.
Debutaba el motor 2.8 Turbo Diésel CTDi con doble comando de válvulas y turbocompresor de geometría variable, acoplado a una transmisión de cinco velocidades y una automática de seis marchas.
Algunos de los elementos que podemos encontrar en esta primera camada son un sistema de aire acondicionado digital, sistema multimedia MyLink con GPS integrado, cámara de marcha atrás, control de estabilidad y de tracción, entre otros.
En 2016 llegó una de las actualizaciones más recordadas, con el arribo de diferentes elementos como la alerta de colisión y de salida involuntaria de carril, faros LED, activación del motor por control remoto y el sistema multimedia OnStar compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Tercera generación
Para no quedar tan relegado con respecto a sus competidores, uno de los lanzamientos más esperados es el de la nueva generación de la S-10 que tendría lugar a principios de 2024.
Se producirá en Brasil, país en donde se han visto ya prototipos circulando bajo camuflaje, y mantendrá el motor 2.8 Turbo Diésel de 200 CV de potencia y 51 kgm de torque.
Si bien ya han circulado posibles diseños de la nueva generación que llegará a nuestro país, se espera que en los próximos meses Chevrolet revele más detalles de las especificaciones de la nueva camioneta.
