Dentro de los muchos eventos que se celebran en California alrededor de Pebble Beach, se encuentra el “Concorso Italiano”. Es un éxtasis de modelos de ensueño de las icónicas marcas de ese país donde, por supuesto, Ferrari es protagonista junto a Lamborghini, Maserati, Lancia, Alfa Romeo, Osca, Pagani y De Tomaso. Se pueden ver expuestos y circulando modelos de todas las épocas, colores y variantes de marcas italianas, pero hubo una presentación que llamó nuestra atención: el nuevo De Tomaso P72. Un súperdeportivo que se presenta justo en el año del 60 aniversario de la marca y que intentará reivindicar su rica historia.
El P72 se inspira en el P70 diseñado a mediados de los ‘60 por Peter Brock, que estuvo presente en la muestra y nos manifestó lo honrado y sorprendido que se siente frente al nuevo modelo, ya que nunca pensó que su proyecto de aquellos años iba a terminar inspirando un deportivo actual.
A primera vista se perciben las reminiscencias de los ‘60, de los autos de Le Mans de la época dorada. Es nuevo y clásico a la vez. Pudimos acceder al refinado interior y no hay ningún tipo de pantalla o indicador digital: todo es analógico, pero sofisticado. Si bien aún no se desveló cuál será la planta motriz, es fácil pensar en un Ford.
Lo que les puedo decir es que el motor sonaba muy “gordo”, y al conectar un cambio se percibía un sonido neumático como un soplido que no pudimos lograr que nos explicaran, debido a que todo lo referente a mecánica se mantiene en secreto por el momento. De todas maneras, pudimos interpretar entre líneas que hay una gran posibilidad de que el modelo final equipe transmisión manual. Si bien el P72 está inspirado en el P70, la “P” le viene por Pantera, y 72 por el año de lanzamiento del modelo. Hay un juego de números de todos modos, porque sólo se construirán 72 unidades de este clásico moderno.
Quién fue Alejandro De Tomaso
La empresa De Tomaso Automobili fue fundada por el argentino Alejandro De Tomaso en 1959, luego de que por problemas políticos con el peronismo, decidiera exiliarse en Italia en 1955. A sus 15 años dejó la escuela para dedicarse a administrar los campos de la familia en San Luis, pero terminada la Segunda Guerra Mundial, Alejandro regresó a Buenos Aires y participó en una columna de política y economía junto a Roberto Noble en la fundación Clarín. Así comenzó su militancia política.
Mientras tanto, disputaba carreras zonales con su Bugatti, y en 1954 llegó a participar de los 1000 kilómetros de Buenos Aires con Maserati. Al año siguiente logró la victoria en su categoría. Ese mismo 1955 decidió huir hacia Italia para trabajar en nada menos que, justamente, Maserati.
Los nombres y las marcas que aparecen en la vida de De Tomaso erizan la piel de cualquier fanático de los autos: terminales de primer nivel, personajes míticos como Carroll Shelby o Lee Iacocca; carroceros, ingenieros y pilotos que son parte de la historia grande del automóvil a nivel mundial.
Alejandro De Tomaso se casó con Elizabeth Haskell, hija de uno de los fundadores de General Motors, y con su ayuda logró crear su compañía y comenzar a desarrollar autos de competición.
Sin embargo, el éxito en las carreras no siempre estuvo de su lado, pero se dio el gusto de desarrollar un auto de Fórmula 1 para Frank Williams, y otro para las 500 Millas de Indianápolis, que no llegó a clasificar. Jugar en las grandes ligas En 1965 aparece su primer modelo de calle, llamado Vallelunga, que ya utilizaba un motor Ford y del cual se produjeron sólo 50 unidades.
Al año siguiente, Giugiaro diseña el Mangusta, cuyo nombre hace referencia a un pequeño mamífero inmune a las picaduras de serpiente. Se cree que el nombre fue elegido con una doble intención, en referencia a su mala experiencia con Shelby cuando lo abandonó, a mitad de camino en el desarrollo del P70 que iba a ser el sucesor del Cobra en las carreras. Shelby había sido tentado por Ford para desarrollar el GT40 con el fin de destronar a Ferrari en los Grandes Premios de Endurance.
El Mangusta era fabricado por Ghia, y tras un cambio de manos de la firma, De Tomaso pudo adquirir la carrocera junto a Giugiaro. Luego también compró Carrozzeria Vignale: el argentino ya estaba jugando en las grandes ligas. Fruto de su buena relación con Lee Icocca y Henry Ford II, y tras el fracaso de Ford en comprar Ferrari y Lancia, llegaron a un acuerdo por la compra del 80 por ciento de De Tomaso. Gracias a este arreglo nació el modelo más icónico de la marca, el Pantera. De la mano de Ford, ingresó con éxito a los Estados Unidos, utilizando un motor V8 de la marca del óvalo. De Tomaso no se quedó quieto y continuó adquiriendo marcas míticas, como Moto Guzzi, Maserati e Innocenti.
Pero luego la historia fue cuesta arriba: el Pantera fue quedando viejo, y su reemplazo, llamado Biguá, no tuvo el éxito de su antecesor. Alejandro De Tomaso vivió los últimos diez años de su vida sufriendo las consecuencias de un derrame cerebral que, de todos modos, le permitió seguir trabajando en su proyecto personal del nuevo Pantera, que quedó trunco luego de su muerte, en 2003.
El presente parece estar dándole una segunda oportunidad a la marca que lleva la bandera argentina en su escudo. Esperaremos ansiosos la continuación de esta historia que, por lo que muestra el P72 puede ser muy interesante.
Por Diego Porciello (desde California, Estados Unidos)