Fiat es líder en el segmento de vehículos pequeños en Europa, pero existen ciertos inconvenientes que ponen en jaque el camino fructífero de mirar desde lo más alto a los principales competidores. Se sabe que a partir de la próxima década comenzarán a regir limitaciones para las emisiones contaminantes y este parecería ser el principal problema para la empresa italiana.
Según reveló el sitio Automotive News, Mike Manley, CEO de FCA, anunció que el fabricante tratará de trasladar a los clientes de autos pequeños de la marca, al segmento B. Sin referirse a ningún modelo, 500 y Panda serían los principales apuntados, ya que a pesar de ser exitosos en el Viejo Continente, las ventas vienen decreciendo en el último año.
Al parecer el plan de migración de un segmento a otro sería para 2024, aunque por el momento se espera que el lanzamiento de la segunda generación de 500e continúe sin modificaciones. Este auto se producirá en la terminal de Mirafiori y dará inicio a su producción en el segundo trimestre del año que viene.
En contrapartida, la mirada estará puesta en la recuperación de usuarios de segmento B, categoría que se vio afectada para la marca luego de la discontinuación del Punto el año pasado. Con el deseo de volver a ganar la confianza de los usuarios del hatch discontinuado, cautivar a los de segmento A y obtener mayores ganancias, la salida del mercado de los más chicos parecería ser un hecho.
Otro de los puntos destacados, en el caso de que se concrete finalmente la fusión entre FCA y PSA, será el acceso que podría tener el Grupo Fiat Chrysler Automobiles, a la inédita plataforma de la sociedad de Peugeot, conocida como CMP (ver nota), ya que esta base cuenta con la posibilidad de contar con versiones electrificadas, que le harán frente a las medidas “antiemisiones”, que cada vez son más estrictas en el continente europeo. De ser así, Fiat tendría el camino más fácil para volver al mercado de modelos de segmento B del otro lado del Océano Atlántico.
