@TogneriWalter
waltertogneri5En Parabrisas venimos siguiendo los avances de la industria automotriz china desde hace mucho tiempo. Me ha tocado visitar el gran país asiático en dos oportunidades y en esos viajes (uno en 2017, el otro en 2018), al recorrer las plantas de Lifan y Haval, y cubriendo el Salón de Shangái pude comprobar que la “revolución china” en materia de autos es imparable. Y el paso del tiempo lo confirma.
Si bien los primeros automóviles de origen chino eran básicamente una copia de baja calidad de unidades europeas, al asociarse con terminales globales con mucha experiencia y contratando diseñadores europeos, encontraron el camino a través del cual diseñaron la estrategia que les permitió entrar en marcados tan exigentes como, por ejemplo, el de los Estados Unidos o los de países europeos.
Pero para llegar a esos mercados tuvieron que diseñar vehículos de gran calidad y dotarlos de las últimas tecnologías.
Enumerar todas esas marcas demandaría mucho espacio, el cual vamos a aprovechar para describir uno de los sistemas más interesantes que la industria automotriz china ha desarrollado y que es presentado por el Nio ET9, el nuevo buque insignia ciento por ciento eléctrico de la marca china.
Una suspensión; cuatro bombas
A lo largo de la historia la industria automotriz ha mostrado la capacidad de los ingenieros para desarrollar sistemas de suspensión de avanzada para su época. El primero que nos llega a la memoria es el estrenado por el Citroën DS en la década de 1950, denominado sistema hidroneumático, aunque también podemos referirnos a los más cercanos en el tiempo como aquellos con amortiguadores inteligentes o barras de torsión activas como los empleados por Mercedes-Benz, BMW o Porsche, sólo por mencionar unos pocos ejemplos.
Pero el que aquí mencionamos parece superar ampliamente a todos los conocidos hasta ahora.
Efectivamente, el equipo del que dispone el Nio ET9 está conformado por cuatro bombas hidráulicas que manejan cada una de sus ruedas. Este sistema de chasis inteligente recibe el nombre de Sky Ride, y dispone de funciones tan sorprendentes que al verlas acción se parece que estamos frente a los efectos especiales de una película.
Una de ellas es la que genera los movimientos necesarios para eliminar la nieve que pudiera haber caído sobre el vehículo: el Nio ET9 se sacude como si fuera un perro mojado; increíble.
Este sistema de suspensión inteligente ofrece un confort de marcha que se parece al que podría ofrecer una alfombra voladora. Una afirmación que parece exagerada, pero que se entiende cuando vemos las imágenes que muestran cómo la torre de copas (cargadas con líquido) instalada sobre el capó se mantiene inmóvil mientras el vehículo avanza sobre un camino con imperfecciones.
La clave de esta respuesta es que las bombas hidráulicas actúan de forma independiente según las indicaciones de un sistema electrónico inteligente.
Este modelo, que ocupa el lugar del tope de gama de la marca china, se comercializará a partir del año que viene en su país de origen a un valor equivalente a 120.000 dólares.
