Un estudio de 2018 realizado por Porsche Consulting pronostica que el mercado de la movilidad aérea urbana se acelerará después de 2025. Boeing ya está compitiendo con su archirrival Airbus y otras compañías para introducir pequeños vehículos autónomos capaces de despegar y aterrizar verticalmente. Y en ese escenario se anota el producto en el cual están trabajando en forma conjunta la terminal automotriz alemana Porsche y la especialista aeroespacial norteamericana Boeing.
Ambas empresas avanzan en el desarrollo de un concepto de vehículo volador eléctrico capaz de transportar personas en entornos urbanos. Esperan producir autos voladores que puedan usarse como taxis y para compartir viajes. El prototipo en el que están trabajando Boeing, Porsche y Aurora Flight Sciences, -una subsidiaria de Boeing-, es un vehículo de despegue y aterrizaje vertical totalmente eléctrico.
A principios de este año, el fabricante de aviones realizó un vuelo de prueba inaugural de un prototipo de automóvil aéreo que podía acomodar de dos a cuatro pasajeros y volar hasta 80 kilómetros. Ese vuelo de prueba fue a los pocos meses de que Airbus presentara un prototipo similar, producto de la asociación con Audi (VER NOTA), empresa automotriz que, del mismo modo que Porsche es parte del Grupo Volkswagen.
La asociación entre Porsche y Boeing llega en un momento crucial tanto para VW como para la norteamericana: el grupo alemán está tratando de reconstruir su imagen después del Diesel Gate, mientras que Boeing está en una situación similar tratando de salir de su peor crisis a partir de los dos accidentes fatales protagonizados por aviones 737 Max, su modelo más vendido.