Conforme a las necesidades de cada región o país, algunos vehículos tienen más o menos aceptación debido principalmente a sus características propias o a las de su concepción. La Argentina fue en otro tiempo un referente en el favoritismo hacia los sedanes, algo que de acuerdo con el rendimiento de ventas de la última década, pareció esfumarse.
En México, en cambio, los sedanes continúan siendo la referencia indiscutida, con el Nissan Versa a la vanguardia de ventas en los últimos tiempos. Para comprender parte de su éxito, viajamos al país del picante para tener un primer contacto con la nueva generación de este modelo, que estará llegando a la Argentina entre mayo y junio de este año. Se importará desde México, único país del mundo en el que se fabrica, antes de iniciar su producción en Tailandia e India.
Para la segunda generación del Versa, Nissan puso mucho énfasis en crear un auto de referencia. La decisión de dibujar una carrocería rupturista, basada en el último lenguaje de diseño de la firma a nivel mundial, fue un quiebre. Tomando muchos de los rasgos del Altima, el equipo de diseño logró un resultado proporcionado y un estilo llamativo, audaz. Aunque parezca mentira, esta nueva generación conserva la plataforma y muchos componentes mecánicos de la generación pasada, amén de que desde afuera sea un auto completamente nuevo.
Con una trompa lanzada y definida, se destaca por contar con aristas jugadas, pero en definitiva agradables, con un remate trasero atractivo y una caída de techo sutil, destacada con un aplique plástico sobre el parante C que le da un toque de exclusividad.
Por la montaña
Nuestro primer contacto con la segunda generación del Versa fue en el estado de Aguascalientes, donde Nissan cuenta con su mayor potencia industrial en aquel país. Recorrimos un centenar de kilómetros por caminos de montaña en los que pudimos apreciar, sobre todas las cosas, una notable mejora en términos dinámicos.
La implementación de neumáticos de diecisiete pulgadas, en combinación con un esquema algo más firme de los trenes de rodaje, transmite un manejo con escaso rolido, sin entablar molestias en caminos en mal estado.
El motor de 1,6 litros emplea la misma base del anterior, pero gana unos caballos debido al agregado de nuevas tecnologías, principalmente en el sistema de apertura variable de válvulas. Desarrolla 118 CV (12 más que antes), con un torque levemente mejorado hasta 15,2 kgm. Con respecto al del Kicks (115 CV) estrena una nueva tecnología antifricción que reduce el rozamiento y, por ende, eleva el rendimiento de combustible y la potencia.
Otra de las novedades pasa por la adopción de una transmisión de variador continuo en reemplazo de la veterana caja de cuatro relaciones. Justamente nuestro contacto fue con una unidad con caja CVT, que sobre caminos de montaña eleva mucho el régimen de giro del motor, algo que se magnificó por la falta de un comando secuencial para efectuar un escalonamiento más preciso y natural.
En este punto, el selector sólo ofrece una función Low, otorgando un extra de freno motor ante algunas circunstancias. A pesar de ello, posee la función de D-Step, que simula el pasaje de marchas virtuales de manera autónoma, amenizando la sensación de conducción.
Al tope de su segmento
Para establecer un antes y un después dentro del segmento B, Nissan apostó a que el nuevo Versa disponga de un equipamiento superlativo en materia de seguridad y confort. Las versiones más equipadas (Exclusive en la Argentina) dispondrán de seis airbags, control de estabilidad ESP y lo más llamativo de todo: siete ayudas a la conducción.
Estas son las alertas de ángulo ciego, tráfico cruzado trasero y choque frontal, asistente de frenado de emergencia, cámara de visión 360°, sensor de estacionamiento trasero y alerta de olvido de niños en las plazas traseras.
Son elementos dignos de, al menos, un segmento superior, de acuerdo con las condiciones regionales. Por el momento no se informó la configuración de las versiones disponibles en nuestro mercado, pero se sabe que el más equipado contará con todo esto, sumado a luces de led, control de velocidad crucero, arranque sin llave y climatizador automático.
En el habitáculo se respira una calidad notablemente superior, que lo posiciona al tope de su segmento. Con el Kicks comparte puntos en común sobre el panel de a bordo, el tablero de instrumentos mixto (análogo-digital), e incluso elementos como el volante (de agradable grip y mejor diseño) o el selector de la caja CVT, entre otros. También se nota una mejora en los asientos delanteros y la postura al volante, que brinda regulación en altura y profundidad.
Las plazas traseras no cuentan con el espacio magnífico que ofrece la serie actual (que continuará a la venta), ya que el asiento debió colocarse en una posición algo más adelantada, debido a que la caída del techo se anticipó. De este modo, la nueva generación queda más pareja en términos de espacio con sus nuevos rivales directos, como por ejemplo el Volkswagen Virtus o el Toyota Yaris Sedán. El baúl dispone de 485 litros de espacio, más que suficiente para una familia tipo.
Este nuevo sedán deberá aterrizar en nuestro mercado entre mayo y junio de este año. Por el momento, sin especificar su configuración definitiva de equipamiento o versiones, está claro que se posicionará por encima del Versa conocido hasta el momento que, como dijimos, continuará a la venta como entrada de gama.
