¿Cómo responden los Renault 4x4 en el barro?

Con los tres vehículos de tracción integral de la marca del rombo que se comercializan aquí, y calzados con neumáticos especiales, nos adentramos en la selva para comprobar sus aptitudes off-road Galería de fotos

En estos días en los que tanto se habla, lamentablemente, de los incendios en el Amazonas, recordamos que la selva cobra una importancia fundamental por su imprescindible aporte a la biodiversidad y a la oxigenación de la atmósfera terrestre.

En este contexto, a pesar de la gran deforestación que sufrió a través de los años la provincia de Misiones, sus áreas protegidas siguen siendo un gran pulmón para toda la región. Y allá fuimos a probar tres vehículos de Renault que tienen en común la tracción integral: el Koleos, el Duster y el Duster Oroch. Fue en este último en el que hicimos énfasis, por su capacidad para desenvolverse tanto en el día a día como en el trabajo más exigente.

GAMA 4X4 RENAULT

Tal como lo haría cualquier usuario que necesitara el vehículo para tareas en lugares con condiciones extremas, luego de un análisis muy profundo del terreno por el que íbamos a circular y de evaluar las distintas posibilidades que ofrece el rombo para afrontarlo, los SUV Duster y las pick-up Duster Oroch fueron calzados con rodados para uso preferencial en barro BF Goodrich All-Terrain T/A KO2 de las mismas medidas que los originales (215/65 R16), que a simple vista lucen más resistentes y con un dibujo bien marcado: tanto es así, que incluso invade parte del talón.

Mientras tanto, el SUV más grande, el Koleos, equipaba unos Michelin Latitude Cross de uso mixto en reemplazo de las originales del modelo, que son ciento por ciento para asfalto.

GAMA 4X4 RENAULT

Con esa configuración nos subimos a una Oroch Outsider Plus en Iguazú y recorrimos unos 70 kilómetros por el selvático camino de tierra (RP 101) que atraviesa el Parque Nacional homónimo, hasta un campo en la localidad fronteriza de Comandante Andresito, conocida por cosechar una de las mejores yerba mate del país. Con sectores donde abunda la piedra, ese recorrido sirvió para probar la durabilidad de los neumáticos y el trabajo de la suspensión trasera del tipo Multilink, notablemente más confortable que los ejes rígidos que adoptan la mayoría de los productos del segmento de los compactos.

Entre mate y mate
En Andresito nos dirigimos al mencionado establecimiento de campo, donde nos recibieron dos tipos de especialistas: por un lado, los que armaron un exigente circuito off-road, y, por el otro, los que prepararon el exquisito desayuno con productos de elaboración artesanal para acompañar la mateada y luego el asado con el que dividimos las actividades del día.

GAMA 4X4 RENAULT

Una vez aclimatados al hermoso entorno que brindan los alrededores de la ribera del Iguazú, nos dedicamos a recorrer los diversos trazados. Allí nos centramos principalmente en el funcionamiento de la tracción 4x4, con el conocido sistema All Mode tomado de la tecnología Nissan, con la cual Renault es aliada.

Sencillo para operar, a través de una perilla ubicada en la consola central el conductor puede seleccionar los tres modos diferentes de tracción: 2WD, Auto y Lock (on-off). El primero es el 4x2, con el que traccionan las ruedas delanteras (obviamente, la que menos usamos en estos recorridos). La segunda opción reparte la fuerza de manera inteligente, facilitando el desempeño del vehículo en terrenos donde la adherencia es escasa: si alguna de las ruedas delanteras patina, la fuerza remanente se acopla automáticamente al eje trasero, algo muy útil en los distintos charcos que se iban sucediendo en el sector abierto; a esta opción, sus creadores denominaron “Rally”.

GAMA 4X4 RENAULT

Por último, la función AWD Lock permite bloquear el diferencial central para repartir la fuerza 50 y 50 en ambos ejes, siempre y cuando se circule a bajas velocidades, desconectándose el sistema al sobrepasar los 40 km/h. Este último modo lo utilizamos para salir de los vados más profundos, debido a que entrábamos a baja velocidad para no dañar los bajos del paragolpes, y por esta razón no lográbamos la inercia suficiente a la hora de encarar la trepada.

Ayudó mucho también la apropiada adherencia que le brindan los neumáticos especiales, que incluso se lucieron junto a cada modelo en la zona propicia para los derrapes en la tierra, más teniendo en cuenta que ninguno de estos dos modelos cuenta con control de tracción y estabilidad. Sí dispone de los mismos el Koleos que, por otra parte, es un poco más complejo en su funcionamiento, ya que no solo reparte la fuerza entre los dos ejes, sino que también lo hace entre las ruedas izquierda y derecha.

GAMA 4X4 RENAULT

La jungla desafiante
Entre monos, coatíes y yacarés, los tramos selváticos también pusieron a prueba las dimensiones de cada vehículo para transitar sin riesgo de romper las partes bajas. En este sentido, el Duster Oroch propone cotas más que suficientes (ángulo de ataque 26º, de salida 21º, despeje 206 mm, vadeo 45 cm) para encarar pendientes, pasar por encima de lomadas y troncos o para, una vez más, sortear algún que otro charco profundo.

El conocido motor 2.0 litros de 143 CV y 20,2 kgm de torque (la única opción para el de tracción 4x4), también fue suficiente en cada momento en el que se necesitó empuje.
Por sus características similares, casi todo lo mencionado vale para el SUV Duster, mientras que el Koleos -por tratarse de un vehículo de alta gama, con una mayor inclinación hacia el confort y al buen desempeño rutero- es un poco más reticente a este tipo de actividades.

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Apuesta 4WD
Mientras muchas marcas dejan de ofrecer la doble tracción en sus SUV, Renault insiste con el All Mode en las gamas Duster y Duster Oroch, y sus ventas de 4x4 representan casi el 15% del total.
Renault apuesta a precios razonables para los vehículos con este tipo de transmisión, y así sigue  captando un interesante nicho que -según dejan claro sus directivos- la marca no está dispuesta a abandonar.

Sin dejar de aceptar unos paquetes de yerba que nos regaló la gente del lugar y que trajimos para compartir con nuestros compañeros de redacción, volvimos ya de noche a Iguazú, donde nos esperaba una relajante ducha y una suculenta cena. Esta vez lo hicimos por asfalto y con la precaución de no atropellar a ninguno de los valiosos ejemplares de la abundante fauna que todavía, afortunadamente, ofrece nuestro rico territorio misionero.

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