Un recorrido por el Salón de Frankfurt

Los adelantos tecnológicos no convencionales parecen no inquietar a las automotrices tradicionales, que muestran sus novedades más seguras que nunca. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Con una palabra se puede resumir lo que irradia la industria del motor: confianza. Aunque todo el mundo habla de los grandes retos (digitalización, conducción autónoma o el futuro de los surtidores de combustible), en el Salón del Automóvil de Frankfurt (que se extenderá hasta el 27 de septiembre) hay novedades que se centran en revitalizar pronto el negocio. Y eso puede suceder sobre todo porque la mayoría de estrenos llega en los segmentos más populares.

Así, Volkswagen presenta al sucesor del Tiguan, que aprovecha que está en la cresta de la ola de los exitosos SUV. Llegará al mercado mundial en abril de 2016, con más espacio y menos consumo, pero se encontrará con una lista de poderosos rivales como el Kia Sportage, que pronto cambiará a la nueva generación. En tanto, Jaguar podría atraer en el futuro a clientes adinerados con gusto por sentarse alto con el F-Pace.

Para quien prefiera conducir más cerca del suelo, Frankfurt ofrece muchas posibilidades en el segmento compacto. Es el caso de las renovaciones del Opel Astra y del Renault Mégane junto al Mini Clubman, más crecido, o el renovado DS4 de Citroën.

En la liga superior aparecen novedades como el Alfa Giulia, el Audi A4 o el coupé de la Clase C de Mercedes. Para los más pudientes, Mercedes estrena un cabrio en la Clase S, y BMW, una nueva Serie 7.

La cantidad de autos de ensueño es grande en todos los segmentos. En el deportivo sobresalen el renovado Porsche 911 o el Ferrari 458 GTB Spider (ambos con motores turbo) y les siguen el cabriolet Rolls-Royce Dawn y el SUV Bentley Bentayga, con un precio de más de 200.000 euros.

El salón no sólo muestra nuevos modelos, sino que también es escenario para nuevas marcas o al menos para firmas renacidas. Por primera vez en más de 50 años se verá de nuevo un Borgward. El todoterreno BX7 marca el renacimiento de la tradicional marca, que se extenderá el año que viene también a China.

Se mire donde se mire, los motores alternativos se dan tan por supuestos en Frankfurt que apenas se habla de ellos. Volkswagen llega con 20 nuevos modelos eléctricos o plug-in, y Borgward planea en el BX7 una conexión con enchufe. Ante esa cantidad de modelos, la cuarta versión del Toyota Prius, el híbrido más vendido, pasa casi a un segundo plano.

Aunque muchas novedades ya listas para el mercado determinarán el volumen de negocio en los próximos meses, en el salón alemán siempre se pone el ojo en el futuro, por lo que las marcas presentan prototipos con los que quieren demostrar que están listas para los nuevos retos.

Eso lo demuestran sobre todo dos "showcars" del consorcio Volkswagen y uno de Mercedes. Audi presenta contra el Modelo X, el primer SUV del pionero eléctrico Tesla, un etron Quattro, que contará con una autonomía de 500 kilómetros. Porsche, en tanto, trabaja en un Mision E con más de 600 caballos como heredero eléctrico del 911 y para rivalizar con el Modelo S de Tesla.

Y Mercedes visualiza las novedades en el sector con un vehículo que, como un "transformer", cambia de forma pulsando un botón. Aparentemente esta función modifica la aerodinámica y reduce el coeficiente de resistencia a un nivel récord de 0,19. Pero además este cambio demuestra el salto en una nueva era de la construcción del automóvil, según dice el jefe de Daimler, Dieter Zetsche.

La supuesta muerte de las firmas establecidas da un paso atrás en Frankfurt. De Apple-Auto se habla mucho pero no se ve nada. Google se esconde en la exposición especial "New Mobility World" y Tesla desaprovecha la oportunidad de hacer debutar el rumoreado Modelo X. El fabricante estadounidense sólo muestra el famoso Modelo S.

Los fabricantes convencionales, por lo tanto, sacan pecho. Así, el presidente de Volkswagen, Winterkorn, habla de una "redescubrimiento" de la firma. El de Porsche, Müller, ya sueña con el deportivo del siglo XXI, y el de Daimler, Dieter Zetsche, aún cree que la mejor época está por llegar. Los fabricantes miran al futuro más seguros que nunca.

Si el camino marcado por ellos es o no el correcto se verá en una o dos décadas. Pero el pesimismo de muchos analistas parece cada vez más exagerado. Y el temor provocado por Tesla y compañía, superado.

FUENTE: Thomas Geiger (dpa).

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