Test: BMW 320d Luxury

Finalmente llegó al país la renovación del modelo más emblemático de la automotriz de Munich. Más tecnología, mayor seguridad y motores más eficaces respecto a su antecesor son las claves para garantizar la continuidad de su éxito. Fotogalería. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Parabrisas tuvo la oportunidad de manejarlo en España, en diciembre de 2011, y su arribo a la Argentina se demoró unos meses por cuestiones de producción, debido a la gran demanda recibida en el Viejo Continente, situación que marca la pauta de la aceptación del modelo. La variante sedán de la Serie 3 se comercializa aquí con dos motorizaciones, la naftera 328i de 245 CV y la Diesel 320d de 184 CV que probamos en esta oportunidad. Fabricado en la mismísima localidad bávara donde la empresa tiene sus “headquarters”, el nuevo BMW mejora notablemente varios aspectos de la quinta generación que lo antecede.

Diseño

Más estilizado que su predecesor, presenta un frente más agresivo y buena cantidad de mejoras aerodinámicas.

En general, el recién llegado es más grande, ya que, por ejemplo, es 9,3 cm más largo y tiene 5 cm más de entre ejes, cota esta última que le permite un mejor aprovechamiento del espacio trasero, uno de los ítems más criticados en la generación anterior. De este modo, las piernas de los de atrás dispondrán de 1,5 centímetros más, y entre la cabeza y el techo ahora hay casi un centímetro de más.

Lea la nota completa en la edición de diciembre (nº 410) de la revista Parabrisas.

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