Test: Mercedes-Benz CLS 350

Este representante del más alto estrato de la casa de la estrella tiene motivos suficientes para ser considerado único. Con una silueta imponente, 306 caballos, una tecnología de excepción y un precio para pocos. Galería de fotos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Proveniente del Clase E, se trata de la segunda generación de un modelo cuyo prototipo fue presentado en el salón de Frankfurt de 2003 bajo el nombre de Vision CLS. Su particular diseño toma rasgos de un cupé, aunque sus cuatro puertas indiquen lo contrario.

Además de los cambios estéticos, la renovación llega también por el lado de la tecnología. Y es este tipo de autos en los que los ingenieros alemanes “juegan” a implementar soluciones que la mayoría de los modelos de la marca y, por qué no, del parque automotor mundial, incorporarán en el futuro. No por nada, Mercedes-Benz, en este nivel, es una de las marcas automotrices que mayor cantidad de patentamientos tiene en el mundo.

Diseño

El aspecto de un cupé es un elemento distintivo del CLS, con la adopción de puertas sin marco, una alta cintura y una pronunciada caída del techo hacia la cola. A simple vista se notan importantes cambios, sobre todo en el frente, con la adquisición de un frontal que se condice con el actual “family feeling” de la marca. Pero lo importante en este ítem está en todo lo que no se advierte con la mirada, como el uso de materiales livianos –como el aluminio en las puertas, en el capó y varias piezas más–, por un lado, y otros ultrarresistentes, por otro. El trabajo aerodinámico es de excepción, con el resultado de un coeficiente Cx de 0,26. Así podríamos estar hablando horas y horas acerca de qué parte se mejoró para optimar el diseño en este sentido, destacando que fue muy importante la dedicación de los ingenieros para mejorar el hermetismo del vehículo.

Lea la nota completa en la edición nº 415 (mayo 2013) de l revista Parabrisas.

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