GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Es uno de los modelos que está en la etapa de homologación previa a su desembarco en el mercado local. Con una estética inspirada en productos europeos, un nivel de equipamiento que apunta al lujo y equipo mecánico poderoso y robusto, apunta al off-road. Llegaría a la Argentina en 2025. Galería de fotos

Great Wall Motor Company realizó en Montevideo, Uruguay, un evento de relanzamiento de la marca para la región, y en ese contexto puso a disposición de los periodistas acreditados una interesante variedad de modelos, muchos de los cuales tienen llegada asegurada a la Argentina, mientras que en el caso de otros su arribo a nuestro mercado se mantiene en condicional.

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Manejé aquellos que efectivamente van a llegar (Haval H6, por ejemplo), pero preferí darle preponderancia a los que no están ciento por ciento confirmados, porque “como en la Argentina nunca se sabe...”, no quise perderme la oportunidad de estar al mando de esos modelos.

Ellos fueron el Ora 03, un hatchback ciento por ciento eléctrico muy interesante (del que hablaremos en una futura edición de Parabrisas) y el Tank 300, un 4x4 que apunta a usuarios que, además de recorrer terrenos accidentados, quieren hacerlo sin privarse de nada.

Ya te vi

La primera impresión que me causó el Tank 300 fue la de que ya lo conocía. Claro que lo había visto en fotografías, pero la sensación era mucho más fuerte que la que una imagen en el papel o en la web puede transmitir.

Unos segundos después, una lista de modelos llegó a mi mente, y como si se tratara de un rompecabezas, conformaron la figura de este tanque chino: SsangYong Korando, Mercedes-Benz Clase G, Land Rover Defender, Jeep Cherokee y Toyota Land Cruiser (todos correspondientes a las primeras generaciones), dibujaron este puzzle mecánico que, realmente, me sorprendió para bien.

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Claro que en este contacto –que tuvo lugar en el hotel-estancia La Baguala, en las afueras de Montevideo, Uruguay– lo manejé a lo largo de un trayecto breve, aunque por un camino de tierra medianamente accidentado que, de alguna manera, me permitió advertir que se trata de un modelo robusto, una condición más que necesaria para un vehículo que pretende competir con todoterrenos ya afianzados en la categoría. Considerando esta pretensión, es lógica entonces la vinculación estética con aquellos otros referentes del universo del off-road.

En esa estética “frankensteiniana” (la carrocería mide 4,76 m de largo, 1,93 m de ancho y 1,90 m de alto, con una distancie entre ejes de 2,75 m) se advierte también un despeje de 224 milímetros, cota que se complementa con una capacidad de vadeo de 700 milímetros y unos ángulos de ataque y salida de 34 y 33 grados, respectivamente.

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Calza neumáticos A/T en medida 265/65 R17 armados con llantas de aleación de 17 pulgadas en cuyo interior aparecen frenos a disco.

Esas ruedas son las extremidades de un sistema de suspensión conformado por un eje independiente en el sector delantero y uno con barra de torsión y resortes en el posterior, motivo por el cual la respuesta en el asfalto es también muy buena, un espacio en el que la dirección se muestra en concordancia con el resto de los componentes mecánicos.

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Poder turbo

La mecánica de este todoterreno chino está a cargo de un propulsor 2.0 turbo con inyección directa que entrega 220 CV de potencia y 38,7 kgm de par (disponibles desde las 1.800 rpm), que trabaja asociado con una caja automática de doble embrague y ocho relaciones con levas en el volante y una selectora de diseño muy sofisticado. 

El sistema distribuye el torque a las cuatro ruedas a través de un sistema de tracción integral inteligente que ofrece la posibilidad de conectar diferentes opciones de gestión del poder para cada tipo de terreno, a través de un sistema electrónico que incluye baja y la posibilidad de bloquear los tres diferenciales.

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

En toda esta parafernalia mecánica hay un dato digno de ser mencionado y que tiene que ver con la hibridación del Tank 300, ya que el motor eléctrico que complementa al naftero está en la caja.

Ese equipo le otorga a este modelo (que pesa más de 1.600 kg) una agilidad destacada, respuesta que al volante da la sensación de que se trata de un vehículo más pequeño. Incluso en ese camino poco accidentado por el cual lo manejamos respondió muy bien. 

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Para complementar las aptitudes off-road incorpora sistemas especiales entre los que se destaca el denominado TAB, un asistente de giro que reduce el radio a través del frenado de la rueda interior cuando este detecta un ángulo extremo, además de una cámara con perspectiva desde el chasis, protecciones en los bajos del vehículo y fuente de energía para acople de enganche.

 

Interior de lujo

El habitáculo es amplio y en él pueden viajar sin problemas cuatro adultos. También es generosa la capacidad del baúl, que en condiciones estándares puede recibir 400 litros o trepar hasta 1.635 kg cuando se abaten los respaldos de las plazas traseras.

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Si la estética exterior es similar a otros modelos, en el habitáculo se percibe lo mismo. Aunque son varios los detalles a destacar en este juego de parecidos, al más notable lo constituyen las salidas del aire acondicionado: son “casi” idénticas a las de modelos de Mercedes-Benz.

Aunque todavía no se ha determinado una configuración para el mercado local, la variante que manejamos disponía de una dotación muy completa.

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Entre otros elementos ofrecía tapizados de símil cuero de muy buena calidad, butacas eléctricas climatizadas y con función de masaje, aire acondicionado automático, tablero digital y pantalla táctil (ambos de 12,3”), “asociados” como si conformaran una sola pieza, puertos USB, luces de ambientación, equipo de audio con ocho parlantes y subwoofer, y techo solar.

En el rubro seguridad se destacan seis airbags y una amplia dotación de asistencias a la conducción: control de velocidad crucero adaptativo, alerta de cambio involuntario de carril con función de corrección y otros específicos como el ya mencionado TAB, el control antivuelco o el de mitigación secundaria de colisiones. 

GWM Tank 300: Ímpetu oriental

Hacer una descripción detallada del nivel de equipamiento de este producto de manufactura china sería muy extenso y probablemente estaría incompleta, ya que hasta que no se defina su llegada al país, no vamos a saber a ciencia cierta cuál será la dotación de serie para el mercado local. Y para saberlo tendremos que esperar hasta el año que viene.

 

Ficha técnica

Motor 

Naftero. Delantero longitudinal. 4 cilindros en línea. Alimentado por inyección directa, turbo e intercooler. Cilindrada: 2.000 cm³. Potencia: 220 CV a 5.500 rpm. Torque: 38,7 kgm entre 1.800 y 3.600 rpm.

Transmisión

Tracción integral de 8 velocidades y doble embrague. Modos de conducción. Transferencia para alta y baja. Tres bloqueos de diferencial.

Chasis

De largueros. 

Suspensiones

Delantera: Independiente.

Trasera: Eje rígido con resortes.

Frenos

ABS y asistentes electrónicos.

Delanteros y traseros: Discos.

Dirección

Piñón y cremallera con asistencia eléctrica. 

Ruedas

Llantas de aleación 17”.

Neumáticos 265/65/R17.

Dimensiones

Carrocería todoterreno, cinco puertas, cinco pasajeros.

Largo: 4.760 mm

Ancho: 1.930 mm

Alto: 1.903 mm

Distancia entre ejes: 2.750 mm

Capacidad del tanque de combustible: 70 l

Capacidad del baúl: 400 l

Peso bruto: 2.552 kg