Renault Captur Intens 2.0

Por Walter Togneri - Es un nuevo integrante del superpoblado segmento de los SUV. Desarrollada sobre la plataforma de Duster, es la interpretación regional de un modelo europeo. Llama la atención por diseño y se destaca por su amplio interior y confort de marcha en ciudad. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El amor entra por los ojos”, dice el refrán popular, y no se equivoca. Seguramente algo de este dicho subyace en la inspiración que ha movido a los responsables de Renault para darle forma Captur, el nuevo modelo regional con el cual la marca francesa pretende afianzarse en el creciente segmento de los SUV. Pero, ¿es el Captur un SUV? Primero, definamos ese término.

Las iniciales corresponden a Sport Utility Vehicle, nomenclatura que, en una traducción apresurada, podríamos entender como Vehículo Utilitario Deportivo. Al principio, tal denominación se aplicaba a los modelos que reunían las condiciones necesarias (interior versátil, motor potente, equipamiento completo y, especialmente, cierto contacto con el universo 4x4), pero, contaminado por el márketing, el concepto fue mutando y se extendió a otros productos, muchos de los cuales están ubicados más cerca de las clásicas rurales o de los “desaparecidos” monovolúmenes. Siguiendo ese razonamiento Captur se inscribe en estos grupos.

Y es lógico que eso suceda. Renault es la empresa que creó el segmento de los monovolúmenes, cuando en 1984 presentó el Espace, modelo familiar que cobró notoriedad por su estilo de diseño: visto su lateral se advierte que es una línea sin interrupciones la que dibuja la carrocería. Otros modelos continuaron su legado, entre ellos Scénic, muy exitoso en nuestra región, pero ausente en la oferta local de la marca desde 2010. Teniendo en cuenta estos datos, y que la llegada del Scénic IV a nuestro mercado es por ahora improbable, no es descabellado suponer que Captur intente cubrir ese espacio.

Un modelo “de acá”

Captur llega a nuestro país desde Brasil. Se produce en la planta de São José dos Pinhais, en el estado de Paraná, tomando como base la plataforma de Duster (la misma de Logan y Sandero) aunque modificada (cambios en las suspensiones para incorporar el nuevo rodado, con brazos traseros redimensionados y ajustes específicos de resortes y amortiguadores).

Se trata de una versión Mercosur de un producto global, ya que el Captur europeo emplea una arquitectura moderna (la del Clio IV) y motores de nueva generación. Efectivamente, esta variante regional solo toma del europeo el nombre y el patrón de diseño.

Captur Mercosur es más grande que su hermano del Viejo Continente (21,1 cm más largo, 3,2 cm más ancho y 5,3 cm más alto), y tiene mayor distancia entre ejes (2.674 mm contra 2.606 mm, respectivamente), pero las diferencias no son demasiadas en cuanto a diseño: salvo por algunos detalles en los grupos ópticos (la disposición de los led de circulación diurna, por ejemplo) y los paragolpes, ambos vehículos son casi idénticos.

Es un modelo alto cuya estética, (trompa alargada, parabrisas que cae en ángulo agudo, parrilla de grandes dimensiones, sectores laterales cromados, llantas de aleación de 17 pulgadas, y carrocería pintada de dos colores), atrae todas las miradas.

Habitabilidad generosa

En el interior es destacable la amplitud. La habitabilidad es muy buena para los cinco pasajeros, los cuales viajarán en asiento tapizados con material plástico que se advierte resistente para un uso intensivo (parece fácil de limpiar).

Algunas versiones europeas cuentan con tapizado desmontable (tienen cierre) para lavarlo o reemplazarlo por otro de diferente color, y en el lugar de la guantera aparece un cajón, solución interesante porque el Captur del Viejo Continente no tiene un baúl tan grande como el Captur Mercosur, que ofrece 437 litros de capacidad, medida que lo pone en una situación de prevalencia por sobre sus rivales y que solo es superado por el Chevrolet Spin de cinco asientos que dispone de 710 litros.

La butaca del conductor se ajusta en altura para encontrar la mejor posición frente al volante, ubicación que se lograría con mayor facilidad si la columna de dirección también se modificara en profundidad: solo lo hace en altura.

Desde ese lugar el piloto llegará con comodidad a todos los comandos que intervienen en su función, aunque la ubicación de la tecla que habilita al control de velocidad crucero/limitador de velocidad y la función Eco, están en un lugar poco intuitivo, en la parte baja de la consola de la palanca de cambios, frente al freno de mano. El tablero, de diseño personal, dispone de dos instrumentos de aguja (tacómetro y nivel de combustible), un display digital para el velocímetro y otro para la computadora de a bordo.

La temperatura del refrigerante del motor será noticia solo cuando esté cerca de los niveles críticos y el alertador luminoso correspondiente aparezca amenazante con su inequívoco color rojo. Atrás, la habitabilidad es destacada, la misma característica que resalta en los modelos con los que comparte plataforma. Sin embargo, a pesar de estas cualidades, algunos detalles muestran una clara merma en la calidad.

En la unidad de prueba se filtraba con facilidad el sonido del viento en la parte alta de la ventanilla del conductor, mientras que desde el torpedo, también del lado del piloto, se escuchaba un molesto sonido, un persistente “buuuu”, que aparecía desde que el motor se ponía en marcha y desaparecía solo por breves lapsos: a pesar de nuestra investigación no pudimos detectar de dónde provenía. Supusimos que los generaba algún componente mecánico y que era aumentado por la caja de resonancia que crea el vano motor, ya que solo se escuchaba en el interior y con las puertas cerradas.

Además, el plástico que cubre el parante A estaba claramente despegado y la tapa de la gaveta portaobjetos del torpedo no se mantenía abierta. En calles empedradas surgieron muchos otros ruidos molestos que delataban encastres poco esmerados, en todos los casos entre plásticos duros. El porqué de estos detalles se puede encontrar en que, según los responsables de Renault, la unidad entregada a Parabrisas era de preserie.

Casi, casi, todo

Por tratarse de un modelo nuevo que pretende posicionarse en un segmento tan competitivo como el de los SUV, Captur ofrece, para la versión tope de gama, Intems, una dotación amplia, aunque por el precio de venta tendría que ser más completa. En el listado de la página 42 encontramos, entre otros elementos, climatizador automático (de una zona), sistema de acceso y arranque del motor sin llave, sensores crepuscular y de lluvia, pantalla táctil de 7” con GPS y monitor de cámara de marcha atrás, cuatro alzacristales con “un toque” y respaldos traseros abatibles 60/40. Pero no aparecen, por ejemplo, caja automática, techo solar, dirección eléctrica, tercera fila de asientos, ni alguna de las soluciones de modularidad interior que sí ofrecen los modelos europeos, entre ellas, asientos traseros desplazables longitudinalmente y piso del baúl de altura modificable.

Además, la rueda de repuesto es del tipo temporal (205/65 R16), solución innecesaria porque va instalada en una jaula (montada en la parte externa, debajo del piso), que admite sin problemas un rodado idéntico al de las titulares (205/60 R17). En el rubro seguridad está bien parado. Cuenta con control de estabilidad y tracción (no se pueden anular), asistencia al arranque en pendientes, sensor de estacionamiento, anclajes Isofix, cinco apoyacabezas y cinco cinturones de tres puntos; antinieblas delanteros y trasero, EBD y AFU para acompañar al ABS, y cuatro airbags; no incorpora bolsas de aire de cortina. Por otro lado, los frenos traseros son a tambores.

Gana el confort

La configuración mecánica incluye suspensiones que le otorgan a Captur un andar confortable en ciudad, a pesar de que en ocasiones los neumáticos llevan hasta el volante algunas de las asperezas del camino. En este caso, la dirección, con asistencia hidráulica, funciona bien, pero se advierte algo pesada en maniobras a baja velocidad. Esa característica de “blandura” de los ejes no afecta demasiado la circulación en altas velocidades, aunque este detalle y la altura del vehículo, obligan a planear con cuidado las maniobras que se realicen mientras que se avanza por la ruta.

En esas condiciones, el ya probado motor naftero F4R 2.0 de 143 CV, (el mismo que emplea Duster), responde muy bien, con la agilidad suficiente (gracias a una caja manual de sexta bien relacionada) para darle dinamismo en la ciudad y el empuje necesario en la ruta. En las pruebas de rigor medimos 10,9 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y una velocidad máxima de 183,2 km/h, prestaciones adecuadas para un modelo de su tipo. Sin embargo, el consumo no fue tan convincente. Si bien el rendimiento promedio es “normal” (12,6 km/l), el gasto de combustible en ciudad es elevado, unos 8 km/l. Esta marca es compensada por el acertado ajuste de la caja, ya que a velocidad constante, en sexta, el giro del motor se reduce y con él el consumo: a 90 km/h, el rendimiento fue de 15,8 km/l. En cuanto a los frenos, la respuesta fue buena, con distancias adecuadas, aunque sin duda frenaría mejor si tuviera discos también en el eje trasero. Entrado 2017 se incorporarán en el mercado local, versiones con caja automática CVT y un motor 1.6, seguramente el nuevo SCe de 120 CV con el que se ofrece en Brasil.

El precio del diseño

Los valores de venta de Renault Captur son, 419.900 pesos la versión Zen y 450.100 pesos la que analizamos en esta nota, Intens, tope de gama. Por eso, al enfrentarlo con sus rivales más directos, vemos que es un vehículo caro. Por ejemplo, es mucho más costoso que algunos productos que no equipan ESP.

Por ejemplo, el Chevrolet Spin LTZ (motor de 105 CV, equipamiento inferior y baúl de 710 litros) vale 368.500 pesos; Citroën C3 Aircross Shine (115 CV, equipamiento similar y baúl de 403 litros) se vende por 389.500 pesos o 393.500, la versión W (con la rueda de repuesto en el portón). Entre los que sí tienen control de estabilidad podemos mencionar el Peugeot 2008 THP (con grip control, mejor equipado, motor turbo de 163 CV, pero baúl más chico) por 479.100 pesos, y el Honda HR-V, (140 CV, mayor equipamiento y baúl de 437 litros) que se ofrece solo con caja CVT y se vende por valores que van desde los 444.000 pesos (LX) hasta los exagerados 569.400 pesos de la variante EX L. También hay que considerar que por 413.400 pesos se accede a un Duster 2.0 Privilége 4x4, o 372.900 pesos si es 4x2.

En cuanto a la garantía, la marca del rombo ofrece por Captur una cobertura de tres años o cien mil kilómetros. El nuevo integrante de la oferta de Renault en el mercado local llega con grandes pretensiones buscando un lugar en el competitivo segmento de los SUV y lo hace basando su estrategia en un diseño atractivo que se combina con mecánica probada y equipamiento interesante. El precio de venta, no obstante, puede ser un escollo para esa estrategia, aunque si el objetivo es competir especialmente con Honda HR-V, tal vez allí encuentre un camino a explorar.

FICHA TÉCNICA RENAULT CAPTUR