Ka+ vs Etios vs Prisma

Por René Villegas - Un nuevo modelo se incorpora al mercado de los sedanes chicos. Se trata del Ford Ka, que estrena por primera vez en su historia carrocería de cuatro puertas. Lo enfrentamos con dos referentes también renovados: el recientemente actualizado, Toyota Etios y el Chevrolet Prisma, lanzado a fines del año pasado. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Hace tres décadas los sedanes acaparaban gran parte del parque automotor nacional. La realidad indica que la llegada de los hatchbacks de cinco puertas, la aparición de los monovolúmenes primero, junto al furor de los crossovers en la actualidad, colaboraron para que exista una mayor competencia, perjudicando a los sedanes en los niveles de ventas.

Sin embargo, los autos “con baúl” aún no tienen competencia directa por precio y concepto en la franja más económica del mercado.

Por eso este comparativo, compuesto por un nuevo exponente que llega al país y dos renovados, un trío de sedanes del segmento B económico, producidos en Brasil, a los que podemos considerar como los nuevos referentes de la categoría.

Ford decidió crear por primera vez una carrocería de cuatro puertas para el Ka, que denominó Ka+. En la marca no pronuncian su nombre como plus, simplemente lo llaman “Ka más”. Es que le sumaron un tercer volumen a un hatchback que nació de una buena aceptación regional. Esa solución, si bien denota que fue un agregado al diseño original, se advierte aceptable y medianamente armoniosa. Llega con las mismas versiones, motorización y equipamiento de confort y seguridad que el hatch, pero gana en espacio de baúl, ahora con 445 litros.

LOS REFERENTES

Ka+ no la tendrá fácil. Toyota acaba de implementar cambios en el Etios, que ganó un rediseño frontal. Modificaron poco, incorporando la estética de la versión Ready vista en Brasil desde 2016 y que ahora se aplica a toda la gama incluyendo, obviamente, al sedán que aquí analizamos. El principal cambio está en las zonas blandas: paragolpes delantero y parrilla crean un conjunto algo más deportivo, potenciado con nuevos zócalos laterales y renovada zona baja del paragolpes trasero. Mantiene su estilo "low cost", que entrega funcionalidad, ante el agrado estético.

Allí el sedán de Chevrolet aprovecha a sacar chapa de diferente. Se lanzó en 2012 y el año pasado recibió su primer rediseño. No lo habíamos probado desde entonces, pero sus cambios son idénticos a los de Onix en la parte delantera. Eso sí, el remate posterior es el que menos aspecto de agregado tiene, y si bien es subjetivo, en términos estilísticos brinda algo diferente frente a las propuestas de sus rivales, valorable en un auto de esta franja de precios. El fin de vida de Classic y la llegada de las versiones Joy (más económicas y con el diseño anterior) a la gama Prisma, lo convirtieron en el sedán más vendido del segmento.

FUNCIONALIDADES

Muchas de las compras de este tipo de autos en particular pertenecen a las flotas. Autos de alquiler, taxis o remises son las que más ventas generan. Las opciones más completas están orientadas a un público más familiar, y son las que ilustran estas páginas.

El equipo de confort es el esperable para autos de acceso, aunque hay diferencias a mencionar, como la presencia de cámara de estacionamiento y sensores traseros en Prisma, que también ofrece Android Auto y Apple Car Play. El sistema multimedia del Etios no deja de ser un agregado al diseño original. Propone utilidades parecidas, pero a través de un cable especial, que no lo hace demasiado práctico. El equipamiento de confort del Ka+ es pobre; no trae accesorios como espejos exteriores eléctricos o pantalla táctil. Sin embargo, al sistema Sync con pantalla monocromática de 3,5 pulgadas y comandos por voz se advierte amigable y práctico para su utilización.

En los tres el volante se regula solo en altura, al igual que la butaca del conductor, pero la postura en Prisma sigue siendo conflictiva: demasiado alta aún en la posición más baja.

No hay grandes diferencias de calidad, pero ciertos detalles son más criticables en Etios, como tornillos a la vista o una consola central endeble.

Ninguno de los tres ofrece instrumental ideal. Ka+ no tiene medidor de temperatura del refrigerante del motor, y en general, sus cuadrantes son pequeños. El del Chevrolet tampoco mide la temperatura del refrigerante, pero en general es fácil de interpretar. Etios sedán ofrece uno completamente digital, con muy buena información que, además, se puede configurar a gusto, pero la ubicación central en el torpedo no lo hace práctico.

En términos de habitabilidad, éste último se destaca por sus plazas posteriores, con una cómoda inclinación del respaldo trasero y mayor espacio libre para las cabezas. También lleva la delantera en el espacio de carga, que ofrece 562 litros. Un poco más atrás, Prisma (500 litros) y Ka+ (445 litros) comparten bocas de carga de tamaño reducido, además de apelar a ruedas de auxilio temporales. En los tres, el respaldo trasero se rebate de manera enteriza.

SOBRE TODO FIELES

Los beneficios de estos productos pasan por la eficiencia dinámica que obtienen, más que nada si se comparan con vehículos de generaciones pasadas, donde el comportamiento dinámico era una de las contras. Si bien están lejos de ser deportivos, al menos entregan cierta sensación de seguridad al atravesar curvas a velocidades normales. Si ahondamos más, Prisma obtiene mayor agrado y contundencia: la impresión que produce al conducirlo se asemeja a la de un auto de mayor jerarquía, sensación acompañada por el buen trabajo de la insonorización.

Al Ford lo afectan los vientos laterales más que al Toyota. Asimismo, ambos se perciben más suaves de suspensiones, lo que colabora para el confort de marcha. Allí, la zona baja de Ka+ toca constantemente en cunetas no muy profundas. El culpable, un deflector aerodinámico de goma, que le quita varios centímetros de despeje al paragolpes.

El óvalo pateó el tablero con el Ka+ es en la adopción de control de estabilidad y tracción. No hay competidores que lo ofrezcan, y de esta forma se convierte en el auto más barato (junto al hatch) en incorporar estas ayudas, exclusivamente en la versión full SEL. Agrega asistente al arranque en pendientes. En seguridad, Prisma debe quinto cinturón inercial, apoyacabezas y anclajes Isofix, elementos presentes en los otros dos.

RENDIDORES

Las motorizaciones empleadas vuelven a marcar un gran parecido entre Etios y Ka. Estos dos utilizan impulsores modernos, de un litro y medio, con dieciséis válvulas y doble árbol de levas. La potencia: 103 caballos para el Toyota y 105 para el Ka+. Sus funcionamientos son parecidos: levantan rápido en vueltas y comienzan a demostrar contundencia a partir de las 2.500 vueltas. Prisma recurre a un motor simple y conocido, un 1.4 que obtiene 98 CV, con ocho válvulas y un solo árbol de levas, que no se destaca precisamente por ser brioso.

El hecho de que Etios esté unido a una transmisión manual de seis velocidades (con accionamiento preciso y muy buen escalonamiento), marca una diferencia notable, que se advierte en un mejor aprovechamiento del torque. La sexta es el faltante del Ka+ y Prisma, configurados con relaciones de cuarta y quinta largas.

El Ford se ve perjudicado por funcionar a menor régimen de giro en cambios elevados, eso penaliza la elasticidad, aunque se agradece en términos de rumorosidad. Un diferencial corto hace girar a más revoluciones el motor del Chevrolet en ruta.

Sin embargo, con esa configuración obtuvo coherentes tiempos de elasticidad, ya que a velocidades legales gira en un rango más próximo al del torque máximo. La mayor tecnología de los motores de cuatro válvulas por cilindro no los hace por demás eficientes en ruta, pero sí en la ciudad, donde el Chevrolet demostró ser más gastador.

A SUS PIES

El nuevo Ford Ka cuatro puertas llega al mercado nacional bien posicionado. Se ofrece en tres versiones, todas con la misma mecánica, sin embargo, esta versión full es la más conveniente de la gama. Se convierte en el sedán compacto más seguro del segmento inicial del mercado local y se vende por $ 294.000.

Etios sedán XLS se ofrece a 279.300 pesos, un precio similar, para un auto que hace casi todo bien, aunque su estética y algunas soluciones no sean de las más amigables. Chevrolet posicionó al Prisma por encima, cuesta 299.400 pesos, pero puede ser tenido en cuenta por el mayor equipamiento y agrado estético.

Las garantías son idénticas, mientras que los plazos de mantenimiento, diferentes. Ford los estipuló cada 15.000 kilómetros, pero con valores algo más caros. Toyota tiene mejor precio, pero al igual que el Chevrolet se deben realizar cada 10.000 kilómetros. Pequeños detalles que pueden ser tenidos en cuenta por aquel que necesite trabajar con el auto, o simplemente disfrutarlo en familia.

FICHA TÉCNICA Y PRESTACIONES