Desde 2010, fecha de su lanzamiento, la pick-up de Volkswagen tuvo que pagar caro su derecho de piso. No sólo por la inexperiencia de la marca en ese tipo de vehículos, sino porque debió convencer al público de que un motor de apenas 2 litros podía competir con éxito en el segmento.
Básicos:
Velocidad máxima: 203,3 km / Potencia: 258 CV / Consumo promedio: 10,1 km/l / Precio: $ 3.658.800
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭1/2): Figura ya conocida, con algunos aditamentos diferenciales en esta variante.
Confort/Espacio interior (✭✭✭✭1/2): Interior amplio y con butacas delanteras muy cómodas. Atrás, sin salidas de aire y respaldos muy rectos.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭1/2): El más potente, y con las mejores prestaciones. El rendimiento de combustible está dentro de lo esperado.
Los más: Potencia/prestaciones • Confort de marcha/comportamiento dinámico • Comodidad plazas delanteras • Sistema de tracción integral • Garantía.
Transmisión/caja (✭✭✭✭): Caja automática de excelente comportamiento, acompañada de un eficaz sistema de tracción integral, pese a no contar con reductora.
Equipamiento/Instrumental (✭✭✭✭): Dotación muy completa, aunque carece de asistencias a la conducción y algún que otro detalle menor.
Suspensiones/Dirección (✭✭✭✭): Impecable confort de marcha y destacado comportamiento dinámico. Dirección algo pesada en ciudad.
Los menos: Sólo 4 airbags • Caja sin reductora • Dimensiones y neumáticos para off-road • Precio.
Seguridad/Frenos (✭✭✭✭): Única con discos atrás y un oportuno sistema ABS Off-Road. Cuatro airbags son pocos.
Precio/Garantía (✭✭✭): Es caro, pero la cobertura, muy buena.
Con el correr del tiempo, ambos preceptos fueron desapareciendo, ya que la Amarok demostró tener una estructura excepcional, y el impulsor fue mejorando en confiabilidad y potencia, para ponerse a la altura de los más reconocidos de entonces, algunos de los cuales también fueron adoptando esa herramienta de reestructuración empresarial llamada “downzising”.
La casa alemana insistió en su apuesta y, aprovechando el motor de V6 3.0 litros que utilizan los modelos más exclusivos del grupo (como el caso del modernísimo Audi Q8 de 286 CV), lo incorporó a la Amarok.
No obstante, con cierta cautela por tratarse de un vehículo destinado a una mayor exigencia, primero estableció su potencia en 224 CV, y ahora, es decir tres años después, va por más, adaptando, entre otras cuestiones, un nuevo software del ECU motor y una bomba eléctrica adicional en el sistema de refrigeración, para alcanzar los 258 caballos y, eventualmente, los 272 (ver recuadro).
Un puñado de récords
Así, con esta configuración que reemplaza totalmente a la anterior Diesel de 224 CV y 56,1 kgm de torque (ahora entrega 59,2 kgm), en las pruebas establecimos nuevas marcas que, como preveíamos, superan a las ya ponderadas en su antecesora: en la de velocidad máxima, con nuestro preciso RaceLogic registramos 203,3 km/h, es decir que superamos la marca en más de 10 km/h que los que establecimos con su predecesora (193,1 km/h) y poco menos que los 206 km/h limitados para esta versión, según sostienen los ingenieros de la marca.
Y sin estridencias a la hora de empezar a moverse, a pesar de haber desconectado el ESP, en la prueba de aceleración de 0 a 100 km/h obtuvimos unos asombrosos 7,9 segundos, mejorando en cuatro décimas el resultado de la anterior.
También bajó la marca en elasticidad: por ejemplo, de 80 a 120 km/h pasó en 5,5 segundos, contra los 6,3 anteriores. Además del aumento de la potencia, estas mejoras van de la mano de un nuevo software para la conocida caja de velocidades automática-secuencial de ocho marchas (con levas en el volante), a la que hemos elogiado en otras oportunidades y que sigue manteniendo las mismas relaciones.
Con respecto al consumo, el cambio fue dispar: por un lado, mejoró ligeramente el rendimiento a 90 km/h (de 12,4 pasó a 12,6 km/l), pero a 120 (viajando a unas 2.100 rpm), desmejoró levemente: de 9,8 a 9,2 km por litro. Y, por otro lado, en ciudad casi se mantuvo en el registro anterior, ya que pasó de recorrer 8,5 a 8,4 kilómetros por litro de gasoil.
Fuera de camino
Las virtudes del motor (también mejorado en el proceso de optimización de la regeneración del sistema DPF, es decir de filtrado de partículas) pueden verse opacadas en cuanto al empuje en el terreno más hostil.
Esto se debe a que si bien le sobran potencia y torque, los neumáticos (255/50) calzados sobre llantas de 20 pulgadas, son demasiado lisos y de muy bajo perfil, tanto para el barro como para transitar en el ripio más duro.
Pero eso se soluciona adquiriendo cubiertas off-road por fuera del circuito oficial de concesionarios, ya que Volkswagen no contempla equipar al modelo con otro tipo de neumáticos.
Las Amarok automáticas siguen sin contar con reductora (“baja”), aunque el convertidor de par transforma a la primera en una marcha de fuerza, compensando de buena manera dicha ausencia. Siguiendo con el uso off-road, esta pick-up no es de las mejores para tal fin, pero si el camino no es extremadamente exigente, le sobran cualidades.
Recordemos que entre tantos recursos mecánicos, ofrece un diferencial central Torsen con el que administra la tracción integral de manera inteligente, estableciendo el reparto de la potencia hacia adelante y atrás, según la demanda del terreno en cada situación.
Además, dispone de bloqueo de diferencial mecánico trasero y de modo Off-Road, que actúa como asistente al descenso en pendientes y brinda más seguridad al momento de frenar en terrenos resbaladizos. El chasis es muy robusto y los bajos están bien protegidos, y, por si quizás importara en una pick-up de sus características, más bien urbana o rutera, la capacidad de carga es de 867 kg y puede remolcar hasta 3.500 kg.
Bien custodiada
Es sabido que la Amarok es la pick-up más estable del segmento, y eso se debe en parte a que, además de ser alrededor de 10 cm más ancha que el resto, el chasis adopta alternativas (como el paquete de elásticos traseros ubicados por afuera) que le otorgan un confort de marcha único.
Pero todo esto sería en vano si no estuviese equipada con un apropiado sistema de seguridad. Y es ahí donde aparecen algunos elementos exclusivos para el segmento: frenos de discos traseros, sistemas de control de estabilidad y tracción, y los ya mencionados frenos ABS Off-Road, cuya función, básicamente, consiste en adaptar el accionar del ABS a los terrenos resbaladizos, estirando el ciclo de apertura y cierre de las pinzas.
Sin diferencias con el sistema de la Amarok V6 Extreme que la precedió, en las pruebas de frenado desde 100 km/h a 0 mejoramos la distancia en 3,4 metros, recorridos en apenas 41,2 metros. Pero, en contraposición con todos los elogios hacia el confort de marcha y el comportamiento dinámico, todavía tiene pendiente mejorar la dureza de la dirección para maniobras cortas a baja velocidad.
Tope de gama
Las “258” traen consigo una nueva versión tope de gama denominada Black Style. La misma presenta aditamentos estéticos basados en el negro.
Dicho tono, en mate, se encuentra en la pintura de los paragolpes, los estribos tubulares y el protector de caja, en tanto la misma tonalidad, pero brillante, aparece en las llantas, los insertos de las luces antiniebla y las carcasas de los espejos.
También se advierte en el interior, con un aplique que recorre a lo ancho casi todo el panel frontal. El resto de las versiones son exactamente iguales en estética y equipamiento a sus variantes anteriores.
De este modo, entre lo más destacado, esta variante negra ofrece: climatizador bizona, asientos con comando eléctrico calefactables, tapizado de cuero, control de velocidad crucero, computadora de a bordo, pantalla táctil de 7 pulgadas con cámara de marcha atrás, navegador y App Connect, y sensores de estacionamiento anteriores y posteriores.
Pero hay que decir que con la rueda de auxilio de igual medida y material que el resto, esta gama, por su posición en el mercado en cuanto a precio, merecería tener ayudas a la conducción, tal como ofrecen algunos modelos de la competencia.
Para la seguridad de los pasajeros, además de algunos elementos ya nombrados y de los que obliga la ley, presenta faros de xenón, asistente de ascenso, monitoreo de presión de neumáticos y faros antiniebla delanteros y traseros. Sin embargo, entre tantos ítems positivos, cuatro airbags parecen pocos frente a los siete que llegan a poseer algunos de sus rivales.
Por el lado de la habitabilidad, sigue con la ya destacada calidad de los materiales y la comodidad de las plazas delanteras, mientras que atrás, como toda pick-up, tiene generoso espacio, pero el respaldo es demasiado recto. Los pasajeros de este sector tampoco cuentan con salidas de aire.
En la cima
El acceso a los 258 CV comienza con la Comfortline, que cuesta 2.863.045 pesos, mientras que la probada Black Style llega a unos lejanos 3.658.800 pesos.
Por tratarse de una versión especial, podemos decir que, con apreciables diferencias, los competidores más directos son la Ford Ranger Raptor 2.0 biturbo Diesel de 213 CV, a 54.990 dólares (unos 3.570.000 pesos) y la Toyota Hilux GR Sport, de 177 CV, cuyo valor es de 3.250.100 pesos.
Finalmente, entre los tantos palmarés de los que goza la Amarok, se encuentra el de mayor plazo de garantía: seis años ó 150.000 kilómetros. De esta manera, quien disponga del dinero para adquirirla, además de estar cubierto por un largo tiempo, contará con un vehículo de características y prestaciones únicas.
FICHA TÉCNICA Y PRESTACIONES
Nota: los precios que aparecen en esta publicación corresponden al momento de la realización de la nota para la revista Parabrisas (abril de 2020). Para conocer los valores actualizados a mayo de 2020 entrá a la Lista de Precios.
