El totalmente renovado Prisma se destaca por su moderno diseño, por contar con equipamiento acorde y por su eficaz motorización. Esta versión agrega la posibilidad de entrar a la conducción con caja automática, como también lo hacen algunos de sus competidores en un segmento donde este tipo de transmisiones hasta hace muy poco era infrecuente.
*Las fotos de catálogo corresponden al sitio oficial de Chevrolet
Básicos:
Velocidad máxima: 170,1 km/h / Potencia: 98 CV / Consumo promedio: 13,1 km/l
Diseño-Aerodinámica (✭✭✭1/2): Moderno y bien logrado. Su imagen da sensación de un auto de mayor nivel.
Confort-Espacio interior (✭✭✭): Apropiado puesto de conducción. Plazas traseras ajustadas. Terminaciones mejorables.
Motor-Prestaciones (✭✭✭✭): Relativamente chico, pero ágil para la ciudad y con un consumo razonable.
Los más: Capacidad del baúl • Confort de marcha • Diseño actual • Rendimiento del motor
Equipamiento-Instrumental (✭✭✭1/2): Bastante completo y funcional. Queda en deuda con la rueda de auxilio temporal.
Suspensiones-Dirección (✭✭✭✭): Arquitectura con tendencia blanda priorizando el uso urbano. La asistencia de la dirección es correcta.
Transmisión-Caja (✭✭✭): Automática de seis marchas, representa lo mejor del segmento.
Los menos: Espacio trasero justo • Rueda de auxilio temporal • Instrumental • Falta ESP
Seguridad-Frenos (✭✭✭): Buena respuesta del pedal y del ABS. Distancias de frenado correctas. Falta ESP.
Precio-Garantía (✭✭✭✭): Precio elevado, pero con una relación equilibrada entre potencia y prestaciones frente a sus rivales directos.
Diseño
Ya hablamos de sus modernas líneas, apuntando ahora a un público más juvenil, tal como también lo hace su par con silueta hatchback, el Onix. Además del esmerado diseño, el Prisma muestra cierta robustez y una buena calidad de construcción. Esto incluye una buena insonorización, lo que en parte denota un buen trabajo aerodinámico. Adentro recurre a la tecnología para agradar con la gran pantalla táctil y con un muy iluminado tablero digital.
Confort
En un ambiente moderno, de líneas fluidas y con terminaciones mejorables, como es regla general del segmento, salvo aisladas excepciones, la posición de manejo es correcta, gracias a la regulación en altura del volante y el asiento, a pesar de que para los de contextura grande los respaldos son algo angostos. Lo que no nos terminó de conformar en este modelo son las manijas interiores delanteras, que están en una posición muy incómoda para abrir y cerrar las puertas.Atrás, el espacio es bastante justo, tanto para los pies como para la cabeza, ya que, si la persona supera los 1,75 metros, rozará el techo. El baúl, con 500 dm3 de capacidad, es de los más grandes de su categoría. Eventualmente, su capacidad se agranda abatiendo los respaldos traseros en una proporción 60/40.
Motor
El modesto 1.4 naftero de dos válvulas por cilindro entrega, sin embargo, unos respetables 98 CV a las 6.000 vueltas y 12,8 kgm a la 2.800 rpm. En este caso, asociado a la caja automática de seis velocidades, sus prestaciones son, en general, más acotadas que en la versión manual, aunque le alcanzan para desenvolverse con agilidad en la ciudad. Alcanza una velocidad máxima de 170,1 km/h, mientras que acelera de 0 a 100 km/h en exactamente 12 segundos. También se mostró elástico: exigiéndolo en vueltas y dejando que la caja actúe llevándolo a las marchas más bajas, para llegar de 60 a 120 km/h, por ejemplo, demoró 11,8 segundos, cuando con el manual en cuarta hubiésemos establecido 17,7 segundos, lo que demuestra el buen desempeño de la caja automatizada. Pero el consumo fue algo más elevado que el de su par manual. Así en ciudad obtuvimos un registro de 9,2 km/l (9,9 con el manual); a 90 km/h, 17,3 km/l (21,3 con el manual) y a 120 km/h, 12,8 km/l (13,1 con el manual).
Equipamiento
A la versión más equipada LTZ, este automático, que también lleva esas siglas, agrega apertura interna de baúl, volante de cuero y, el más importante de los tres, control de velocidad crucero. De esta manera redondea una dotación de confort bastante completa, en la que se destacan el sistema MyLink con pantalla táctil de siete pulgadas, la computadora de a bordo, el cierre centralizado de puertas con comando a distancia, los sensores de estacionamiento traseros y los levantavidrios en las cuatro puertas. Entre los faltantes y las contras están la rueda de auxilio de uso temporal, y, poniéndonos más exigentes, un navegador satelital. Del tablero de instrumentos también ya hablamos bastante porque, además, está presente en otros modelos de la marca. Es discutible el velocímetro digital, con números gigantes que, indudablemente se ven muy bien, pero el indicador de combustible a través de bloques es impreciso y la ausencia de medidor de temperatura, casi inadmisible.
Suspensiones
Los trenes de rodaje, tanto por el despeje como por la dureza, son muy adecuados para absorber las múltiples imperfecciones que presentan nuestros caminos a diario. Dicho esquema no se contrapone con un adecuado comportamiento rutero, que solo presenta cierta inestabilidad cuando se circula a velocidades superiores a las permitidas y se cruzan fuertes ráfagas de viento. La dirección muestra una buena asistencia en todo momento.
Transmisión
Si se lo lleva moderadamente como se supone que se lo hace con un familiar de su tipo, la caja automática de seis marchas responde de manera correcta: sin demasiado retardo ni patinamientos y con pasos de marcha bien disimulados por las pocas caídas de las vueltas del motor. No obstante, cuando se intenta hacer un sobrepaso o se quiere llevar al auto “más alegre”, aunque sin exagerar, la caja comienza a mostrar los vicios típicos de este sistema de transmisión. Para evitar esa situación, a la izquierda del pomo de la palanca hay un botón para realizar las marchas de manera secuencial y con una obediencia bastante fiel.
Seguridad
La dotación es la básica de su segmento comenzando por los dos airbags frontales y el ABS. A ellos les agrega faros contra la niebla delanteros y traseros, pero carece de ESP. Por su parte, las distancias de frenado están acordes con las cifras obtenidas en las pruebas de casi todos sus rivales.
Garantía
En tanto, la garantía que ofrece el Prisma es de tres años o 100.000 kilómetros.
FICHA TÉCNICA