La avanzada de los SUV no se detiene. Este crecimiento en las preferencias del público afecta a todos los segmentos, incluido, por supuesto, el de los modelos de lujo.
Básicos:
Velocidad máxima: 230,6 km/h / Potencia: 192 CV / Consumo promedio: 12 km/l / Precio: U$S 56.900
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭): Estilo renovado con impronta deportiva. Excelente insonorización.
Confort/Espacio interior (✭✭✭1/2): Destacada calidad de materiales. Confortable para cuatro. Plaza central trasera incómoda. Baúl amplio.
Los más: Calidad general • Equipamiento de confort • Respuesta del motor • Consumo promedio • Confort de marcha en ruta • Garantía.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭1/2): Muy buenas performances, aunque el consumo urbano es algo elevado.
Equipamiento/Instrumental (✭✭✭1/2): Dotación completa en confort. Podría ser más generosa en seguridad. Tablero preciso pero con diseño algo desactualizado.
Los menos: Faltantes equipamiento de seguridad • Consumo urbano • Rebotes trenes de rodaje en ciudad • Rueda de repuesto temporal • Sin opción 4x4 • Precio.
Suspensiones/Dirección (✭✭✭✭): Muy buena respuesta general, aunque algunos rebotes de los trenes de rodaje recuerdan que estamos sobre ruedas de 18”. Dirección excelente.
Seguridad/Frenos (✭✭✭✭): Muy buena respuesta del sistema. Notamos algunos faltantes de equipamiento.
Precio/Garantía (✭✭✭): Es caro, pero la cobertura, muy buena.
BMW es una de las marcas que supo aprovechar esa tendencia del mercado; tanto es así, que el X1, el Sport Utility más pequeño de su oferta, es uno de los modelos más vendidos en su categoría en Europa.
En la Argentina las cosas, se sabe, son completamente diferentes. Y, del mismo modo que el resto del mercado, el espacio en el que se mueven los modelos de lujo ha sido reiteradamente castigado por las frecuentes devaluaciones del peso y los impuestazos.
No obstante, eso no frena a las empresas en sus estrategias de marketing. En ese sentido, la filial local de la marca alemana lanzó en nuestro país la actualización de la nueva (la segunda) generación de su SUV compacto, en dos de sus versiones: sDrive18i en nivel de equipamiento Avantgarde y sDrive20i SportLine, unidad que elegimos para esta nota.
Estilo adaptado
Las unidades del X1 que se acaban de presentar en la Argentina corresponden al restyling de la segunda generación. Muestran un retoque estético en el que se advierte cierta orientación deportiva, por lo menos en la versión que aquí analizamos.
Efectivamente, si lo comparamos con la variante anterior, son notables los ajustes en la trompa, sector en el cual aparecen los típicos “riñones”, marca registrada de BMW, de mayores dimensiones y que, ahora, parecen fusionarse.
También ha crecido la toma de aire de ese sector, y agrega nuevos faros led, tecnología que aparece en toda la iluminación, incluyendo los antiniebla, ópticas traseras y luces de interior.
También hay ajustes en el sector posterior, con nuevos detalles de terminación.
Las llantas son de aleación de 18 pulgadas calzadas con neumáticos del tipo run flat en medida 225/50 R18. Por su parte, la rueda de repuesto es de uso temporal, una solución inapropiada para nuestro mercado.
En el habitáculo se respira el mismo estilo sport que muestra el aspecto exterior. Allí hay espacio para que cuatro adultos viajen cómodamente, ya que la plaza central trasera resultará pequeña y, además, en el piso aparece el túnel de la transmisión, a pesar de que las dos variantes del X1 que se ofrecen en nuestro país son de tracción delantera.
No obstante, los respaldos del sector posterior pueden reclinarse unos pocos grados, lo cual contribuye a lograr un viaje más descansado.
Esos respaldos se pueden abatir para ampliar la capacidad del baúl, que en condiciones normales es de 505 litros, apenas por debajo de, por ejemplo, el Audi Q3 que ofrece 530 litros, pero mucho mejor que el Mercedes-Benz GLA, con 421 litros o el Volvo XC40 que dispone de 460.
La mejor posición de manejo se logra con total facilidad. Las butacas delanteras son eléctricas con múltiples ajustes y memorias en la del conductor. Además, los cojines de ambas se pueden extender para descansar mejor las piernas, y cuentan con “pétalos” laterales que se inflan para adaptarse a la silueta del piloto y lograr la mejor sujeción. Sin embargo, no disponen de calefacción ni ventilación.
Amplia dotación
Como sucede con cada producto de esta marca, el nivel de equipamiento ofrecido en el BMW X1 es destacado. Esta variante sDrive20i SportLine hace foco en el aspecto deportivo, pero también cubre las necesidades de confort y seguridad.
Entre los elementos de los que dispone podemos destacar, además de los ya mencionados, acceso y arranque del motor sin llave, techo panorámico, climatizador bizona, pantalla táctil de 8,8 pulgadas (desde la que se comandan, también a través del joystic de la consola central, todas las funciones, incluyendo navegador y cámara de marcha atrás), equipo de audio y un completo set de iluminación interior conformado por luces de tecnología led que alumbran incluso sectores específicos, tales como el piso en la zona de los asientos.
Agrega iluminación de ambiente que recorre el perímetro del interior y cuyo color se puede elegir entre varias tonalidades.
El volante es multifunción y desde él se controlan equipo de audio, control de velocidad crucero y comando por voz desde el que se pueden gobernar distintas funciones. Cuenta con levas y, por supuesto, se ajusta en altura y profundidad.
El tablero es del tipo convencional, con tres instrumentos de aguja: no cuenta con medidor de la temperatura del refrigerante del motor; en su lugar aparece el indicador de transferencia de energía del sistema Efficient Dynamics.
Suma un display central para las lecturas de la computadora de a bordo. Aunque es precisa y confiable, la tecnología del tablero queda lejos de la de sus rivales, que resultan más modernos al ofrecer instrumental digital.
En cuanto a la dotación de seguridad, si bien en la lista de la página 78 leemos que dispone de elementos que garantizan una buena nota, también notamos ausencias dignas de mención.
Por ejemplo, no cuenta con airbag para las rodillas del conductor ni con sensor de estacionamiento delantero. Pero es más importante aún resaltar la ausencia de sistemas de factura moderna que aparecen en modelos de menor jerarquía, tales como alerta de cambio de carril, sensor de ángulo ciego y control de velocidad crucero adaptativo, sólo por mencionar algunos.
Solución turbo
En el apartado mecánico todas son buenas noticias. Esta variante del X1 está equipada con un motor naftero turbo 2.0 que entrega 192 CV de potencia y 28,5 kgm de par que aparecen a partir de las 1.350 rpm, régimen que garantiza poder en todo momento, y condición que se confirma al analizar las prestaciones.
En nuestras pruebas medimos 8,2 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y una velocidad máxima de 230,6 km/h: muy buenos. Pero también son destacables las recuperaciones, a pesar de un levísimo patinamiento de la caja automática Steptronic de siete velocidades: 5,4 segundos para pasar de 80 a 120 km/h.
El rendimiento promedio de combustible es también muy bueno, con 12 km/l. Sin embargo, el consumo en ciudad es elevado: 8,1 km/l. La clave para llegar a ese buen promedio aparece cuando motor y caja muestran su equilibrio, circulando a velocidad constante en la ruta. En esa condición el consumo es muy contenido, con 15,4 km/l a 90 km/h.
La tracción delantera agrega una cuota de seguridad en este tipo de unidades configuradas con carrocería alta. Claro que con un modelo así, de neto corte familiar, nadie buscaría realizar una conducción deportiva. Pero si alguien lo deseara, el X1 ofrece la posibilidad de hacerlo. Permite elegir entre tres seteos: EcoPro, Comfort y Sport, los cuales se adaptan a diferentes tipos de manejo.
Suspensiones y dirección respondieron muy bien, aunque los trenes de rodaje se mostraron muy duros, con rebotes desagradables al atravesar las imperfecciones de nuestras calles.
Por su parte los frenos, con sistema de discos en las cuatro ruedas, respondieron de manera impecable, sin perder la línea y en distancias muy buenas: para detenerse por completo desde 100 km/h recorrió 41,7 m.
Un mercado complicado
Los importadores de automóviles en la Argentina avanzan una vez más por un mercado turbulento. Los diferentes cambios en las condiciones del negocio los castigan haciendo que los precios de las unidades comercializadas aumenten, en muchos casos, de manera desproporcionada.
Por eso el BMW X1 sDrive20i SportLine es un auto caro: vale 56.900 dólares. Pero, claro, no es una condición exclusiva de este modelo. Sus potenciales rivales también se mueven en esos valores, e incluso lo superan. Por configuración mecánica, el Volvo XC40 T4 Kinetic, con motor de 190 CV y tracción delantera, es el más directo, pero vale 67.900 dólares.
Podemos sumar el Mercedes-Benz GLA 200 Urban que vale 54.000 dólares, pero su motor entrega 156 CV, mientras que el Audi Q3 con tracción delantera ofrece 150 CV y vale 49.900 dólares,
Sin embargo, tanto el XC40 como el GLA y el Q3 disponen de versiones con tracción integral, (todas mucho más caras, por supuesto) opción que no aparece en la oferta local del X1.
En cuanto a la garantía, la cobertura de BMW es una de las mejores entre las marcas de lujo en el país: tres años o doscientos mil kilómetros.
FICHA TÉCNICA Y PRESTACIONES