Manejamos el Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé

Es una fiera con varias personalidades. Ideal para una relajada salida con amigos, o para resaltar sus virtudes de deportivo, pero siempre con el lujo y la calidad de la estrella de tres puntas. Galería de fotos

Diego Porciello (Desde Miami)

En 2004, Mercedes-Benz rompía el molde del diseño entre los modelos más grandes cuando presentó el CLS, un sedán elegante pero con silueta rupturista: aunque de cuatro puertas, lucía un innegable estilo coupé.

Las críticas, por supuesto, no se hicieron esperar. Pero, de a poco, el mercado entendió que se trataba del futuro: otras marcas tomaron ese nuevo criterio y hasta lo aplicaron en otros segmentos, como el de los SUV, por ejemplo.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé

Hoy, el concepto ha madurado y ya casi no quedan marcas que no tengan un modelo de este tipo en su oferta. Las coupés de cuatro puertas son una realidad del mercado, y hacen más usables a los deportivos de alta performance que muchas veces debían ser dejados en el garaje por falta de plazas o por el escaso espacio para el equipaje. 

Mercedes no sólo se juega por ofrecer más versatilidad que en su modelo GT R, sino que convierte a este cuatro puertas en la versión más potente de la gama.

Estilo singular
Aquella estrategia de diseño de 2004 y su posterior evolución se ve claramente en este GT, aunque parece más cercano al Porsche Panamera que al elegante CLS.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
En el frente, las ópticas le otorgan una mirada agresiva, y la parrilla de perfiles verticales parece ser un acertado cambio de la marca, que comenzó en el GT y ahora se está trasladando a otros modelos, con muy buena aceptación.

Completan la parte delantera los típicos nervios del capó que recuerdan al 300SL de la década del 50, y generosas tomas de aire inferiores. Los laterales –sumamente fluidos– presentan una cintura alta y crecen hacia atrás, en contrapartida a un techo que cae hasta el final. El color dorado de los generosos cálipers de frenos nos dice a gritos que ahí hay poder.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
La parte trasera es quizá la más personal, diferente: cuatro escapes, difusores inferiores y un gran deflector que llama la atención por no ser retráctil. Pero más llamativo aún es que, de querer regularlo, hay que hacerlo manualmente, como en un auto de carreras de vieja escuela, desajustando y ajustando tornillos… Algo que de todos modos nadie hará, ya que viene debidamente calibrado.

Potencia, siempre
Los modos de conducción logran cambiar la personalidad de este GT63S a tal punto, que se puede conducir de manera muy suave y dócil en el tránsito donde sólo la rigidez en la suspensión (aun en modo Comfort) nos recordará que estamos conduciendo un auto de más de 630 CV.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
Al seleccionar el modo Race comienza la razón de ser de esta fiera. El motor regula más acelerado, el consumo cambia, el acelerador se pone más celoso y el escape empieza a rugir.

Al llevar el pedal derecho hasta el fondo y sin desperdiciar un solo CV en patinamientos, las cuatro ruedas parecen morder el pavimento. Se convierte en una catapulta que nos tira la cabeza hacia atrás y nos hace sentir las cosquillas de la fuerza g en el cuerpo.

Apenas pasados los 3 segundos ya estamos a 100 km/h, pero más sorprendente es ver la velocidad a la que sigue subiendo por sobre ese valor. Los escapes roncan, los cambios se convierten en nueve latigazos y el límite lo encuentra cerca de los 315 km/h.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
Al doblar, prácticamente no hay rolido alguno; las butacas mueven sus pétalos de sujeción contrarrestando la fuerza g y los frenos están a la altura de las necesidades, haciendo que el cinturón nos agarre para no irnos más adelante de lo deseado. 

Pero todo esto se da de una manera increíblemente eficiente gracias a componentes como el eje trasero directriz, la suspensión autonivelante Airmatic AMG Ride Control+ y hasta patas de motor dinámicas.

Salvaje corazón
Debajo del capó aparece un V8 biturbo de cuatro litros de cilindrada con inyección directa, armado a mano y firmado por el ingeniero que le dio el toque final, como en todos los modelos que llevan la placa de AMG.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
Entrega 639 CV a 5.500 rpm y recupera de forma contundente gracias a los 91,8 kgm de torque disponibles entre las 2.500 y 4.500 rpm. Los inyectores pueden pulverizar hasta cinco veces en un mismo ciclo y con una presión de 2.900 PSI, lo que garantiza una multichispa perfecta.

Las paredes de los cilindros de aluminio fundido a presión se crean en un proceso patentado por AMG con tecnología Nanoslide, que utiliza una capa ultradura con terminación a espejo de fricción ultrabaja sin el peso adicional de las camisas.

Estos son apenas algunos de los elementos tecnológicos de esta planta motriz; para enumerar todos se necesitaría un libro.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
La eficiencia que se logra al poner toda esta potencia en el piso es en gran parte responsabilidad de la tracción 4MATIC+ que reparte el torque en las ruedas según la necesidad, y el Electronic AMG Locking Differentiel que le brinda una extraordinaria tracción de salida de curvas.

La caja AMG Speedshift MCT –de 9 marchas exquisitamente relacionadas– puede ofrecer pasajes de cambio suaves o brutales “patadas” cuando se selecciona su modo más radical.

Suave y contundente
Si lo descripto hasta aquí suena muy demandante, podemos seleccionar la opción Comfort y relajarnos. El sonido del escape se calma, la dirección se ablanda y el acelerador se comporta más permisivo, sin sobresaltos.

En esas circunstancias se puede disfrutar en armonía del excelente equipo de sonido y del buen espacio interior –de suprema terminación–, tanto adelante como atrás. Encontrar una posición de manejo perfecta no es un problema, ya que se regula prácticamente todo lo que uno se pueda imaginar.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
Las butacas, además, que pueden ser calefactables o refrigeradas, en viajes largos varían su posición para reducir la fatiga, y hasta nos pueden hacer unos reconfortantes masajes. Para disfrutar este GT63S con todos los sentidos, una sutil fragancia AMG sale por los conductos de aire (recomendamos retirar el frasquito de la guantera antes de entrar a un circuito). 

Nuestra unidad contaba con un finísimo interior en color claro haciendo contraste con el negro del exterior y unas llantas pulidas de 21”, que no nos permitieron pasar inadvertidos en ningún lado. En una zona de los Estados Unidos donde es muy difícil destacarse con un automóvil, la gente le sacaba fotos y se acercaba a mirarlo en detalle. 

El baúl es profundo pero se queda algo corto en altura; de todos modos, es excelente para un deportivo, y el portón automatizado cuenta con apertura remota.

La información disponible supera las expectativas de cualquier usuario y la forma en la que está diagramada es ejemplar.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
Las dos pantallas unidas de 12,3” (que a la vista son una única pieza) se comandan desde el volante del lado izquierdo y derecho, respectivamente, con unos pequeños pads de agradable tacto. La pantalla derecha, además, trae touch-pad y un menú de selección físico en la consola central.

Llaman la atención los botones alrededor del diminuto comando de caja, ya que cambian su ícono retroiluminado a medida que seleccionamos las funciones que comandan. También cuenta con sistema Comand con navegación y el más interactivo sistema de voz del mercado MBUX.

Todo el interior está recorrido por una línea de iluminación led que incluye las salidas de aire con tono de iluminación configurable. En las plazas traseras también ofrece una pantalla para la climatización y múltiples funciones.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
En cuanto a seguridad, además de todos los tradicionales, es enorme el listado de sistemas que comprende.

Entre los más destacados: asistencia para contrarrestar vientos laterales, sistema Pre Safe, 7 airbags, frenos adaptativos, asistencia activa de frenado, Park Assist, Attention Assist, cámara de retroceso con asistente de tráfico cruzado trasero, comunicación Car to X, Distronic y Evasive Steering Assist, que ayuda mover el volante en una maniobra evasiva (como, por ejemplo, esquivar a un peatón que se cruza en el camino).

Este deportivo lujoso del más alto nivel se puede usar a diario con confort, calidad y tecnología, sin descartar la imagen de marca que, sin dudas, es un plus. Por el momento, la versión de cuatro puertas equipa el propulsor más potente disponible, aunque el peso total equilibra las cosas en caso de que se prefiera el más armonioso coupé o roadster. De todos modos, bienvenida la versatilidad.
Mercedes AMG GT 63S 4Matic 4 puertas Coupé
En cuanto al precio, la versión GT63S cuesta en los Estados Unidos 161.200 dólares, mientras que con los opcionales de nuestra unidad el valor se eleva hasta los 196.625. Para tener una referencia, el Porsche Panamera 4S Turbo Executive de 550 CV arranca en 163.400 dólares, lo que pone en una buena posición al Mercedes AMG.