Muchos test, muchas carreras y ...mucho humor

La unión de dos grandes títulos para brindar una completa información semanal implicó la formación de un gran staff y la creación de todo tipo de secciones. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Por lo contrario a lo que puede suponerse, la fusón de las revistas no disminuyó la cantidad de pruebas y notas de autos de calle, sino todo lo contrario. A fines del ’68 presentábamos el test del Torino 300 S, el cuatro puertas de IKA-Renault, que con tres litros de cilindrada erogaba 122 HP y tenía una velocidad máxima de 163,6 km/h.

Sexto capítulo de la historia de Parabrisas
Publicidad del Torino de la época. Al lado, en 1969 el sedán de 4 puertas Dodge Automatic, salta a lo Colin McRae, para delicia del fotógrafo Antonio Capria. Tomar fotos en actitudes rallísticas no es un invento moderno.

A finales de los sesenta hacía eclosión la categoría Sport Prototipos para sincerar la constante evolución del TC que quería dejar las obsoletas cupecitas que ya tenían una antigüedad de hasta tres décadas. Cupeiro y Bordeu (Chevún Chevrolet y Baufer Chevrolet), Ruesch y Estéfano (Numa Torino ambos), Pairetti y Cacho Fangio (Fast Chevrolet) Perkins (Pronello-Tornado) y Vianini (Garrafa-Dodge) fueron los adelantados de esta división que llegó a gozar de una inmensa popularidad, pero que pronto decayó verticalmente.

Sexto capítulo de la historia de Parabrisas

Las carreras eran cubiertas con gran despliegue, siguiendo todas las categorías.

También gozaban de gran popularidad las carreras de Turismo Anexo “J”. En la clase más importante por su repercusión, los Peugeot 404 (Migliore, Castañón, Mayorga, Menéndez Behety, etc.) se enfrentaban con los Fiat 1500 (cupés y berlinas) de Rodríguez Canedo, García Veiga, Reutemann, Di Nezio, Galluzzi, Pascualini y Fernandino, en tanto que los Torino de Larry, Di Palma, Malnatti y otros dominaban la clase mayor, mientras los Renault 1093 de los Monguzzi, Antelo, Alonso y Carubia ya no encontraban oposición en los Auto Unión, Graciela y Fiat 1100. Los turismos corrían tanto en autódromos como en montaña y semipermanentes llanos.

Sexto capítulo de la historia de Parabrisas
El aviso del lanzamiento del Renault 6, una pasada en limpio el concepto del 4L, con motor de 1100 y un notable mejoramiento en confort y equipamiento.

Siguiendo con el plano deportivo, en agosto se produjo un hecho memorable: un equipo de Torino 380 W, capitaneado por el mismísimo Juan Manuel Fangio y con una pléyade de pilotos corrió las 84 Horas de Nürburgring, una carrera fuera de cualquier campeonato, en la que participaban pilotos aficionados o probadores de las fábricas. Sorprendieron por las performances logradas, aunque dos de los tres autos abandonaron y el que llegó lo hizo en el cuarto puesto por penalizaciones, pero siendo el que más vueltas había dado al endemoniado circuito.

La repercusión en la Argentina fue desmesurada y el equipo fue recibido por una multitud que los vitoreó como a campeones mundiales de algo. Y Parabrisas Corsa, que había enviado al “Colorado” Figueras a cubrir la carrera, vendió nada menos que la cantidad récord de 120.000 ejemplares, muy por encima de lo que entonces era la media normal.

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En 1970 publicamos el road test del Dodge Automatic, un cuatro puertas americano con caja Torqueflite de tres velocidades, que alcanzaba los 143 km/h y aceleraba de 0 a 100 en 16,3 segundos. Hablando de la marca americana, en la última edición del mismo año, realizamos el test de uno de los clásicos deportivos: el Dodge GTX, como publicamos hace poco en nuestro sitio.

Así probábamos el Dodge GTX V8
Exigente prueba del Dodge GTX.


En el Nº 210, de abril de ese año dimos a conocer una absoluta primicia: ¡Volkswagen se instalaría en Argentina! Claro que la doble página respectiva, mostraba Escarabajos y Kombis.

La radicación se produjo finalmente, confirmando los rumores que habíamos recogido; pero prácticamente, no la pegamos en nada: ni VW venía para asociarse con IME (para seguir construyendo el Rastrojero…) ni con Mercedes-Benz; tampoco acertamos con que se instalaría en una provincia que no era Buenos Aires: los planes de los alemanes cambiaron, o nuestros informantes estaban equivocados, porque VW llegó a un arreglo con Chrysler, se quedó con sus instalaciones en San Justo, en las afueras de la Capital Federal y no fabricó luego (ni nunca…) Escarabajos o Kombis, sino que arrancó con la producción del auto inglés Hillman Avenger, que acá se había conoció como Dodge 1500.
 

Sexto capítulo de la historia de Parabrisas
Primicia de la época: primeras imágenes del Renault 12 en la Patagonia.

El "Ruso” Sorkin viajaba a Santa Cruz en invierno, para reflejar en nuestras páginas las pruebas que Fiat de Italia hacía en una pista de ripio que había construido en La Esperanza, estancia ubicada entre Río Gallegos y Calafate. En 1970, presenció los tests a los que se sometieron una serie de autos que aún no eran conocidos en nuestro país, como los que llevaban por nombre los números 124, 125 y 127 y el ya difundido Fiat 128 que se había comenzado a comercializar acá casi dos años antes.
Quinta parte historia de Parabrisas

El de 1971 fue un año que arrancó, como los anteriores, con la temporada internacional de automovilismo, que se había iniciado con los clásicos “1000 Km de Buenos Aires” válidos para el mundial de Sport y Sport Prototipos (ganaron Pedro Rodríguez-Jackie Olivier, con Porsche 917) y con el Gran Premio de Fórmula 1, en el que había vencido Chris Amon con el Matra MS 120, carrera en la que debutó Carlos Reutemann en la “máxima”, obteniendo el tercer puesto con un McLaren M7C.

Más pruebas de autos
Después de testear el Chevy SS Cupé (ver la prueba de la época), al equipo de pruebas (generalmente la tarea estaba a cargo de Sánchez Ortega y Figueras, a veces de Sopeña) dictaminó que el auto tenía como puntos favorables la velocidad sideral que en aquellos años el nuestro era el único medio que evaluaba vehículos y que además por año las novedades del mercado se reducían a menos de diez lanzamientos, la mitad de los cuales sólo consistía en la renovación de detalles secundarios.

Chevrolet Chevy SS 250 coupé
Prueba del Chevy SS 250 Coupé


Parabrisas encontró positivos en la cupé el diseño, la velocidad (160,3 km/h), la tenida en ruta, la posición de manejo y las luces. Pero despotricó contra la ventilación del habitáculo, la posición de las manijas interiores de las puertas, el desempañador del parabrisas y la capacidad del baúl. Al año siguiente, las pruebas del Mehari, el simpático y versátil vehículo que Citroën producía con la mecánica del 3CV y carrocería abierta de plástico reforzado, arrojaban un tiempo de 45,1 segundos para la prueba de arranque hasta los 100 km/h y de ahí a la de frenado hasta detener el vehículo (0-100-0); claro, la velocidad máxima del chiquitín era de apenas 108,3 km/h…

Sexto capítulo de la historia de Parabrisas
El Ami 8 argentino no se correspondería exactamente con el de la foto, aunque sí agregaba el confort que pudiera faltarle a los 2CV

Sigue el humor
En 1972 se reiteró un ejercicio que ya se había hecho en 1971: Para risas Corso. En ambas oportunidades se publicó para los carnavales con notas en las que se tocaban los mismos temas del resto del año, pero en solfa. Un artículo del tipo de “hágalo usted mismo”, titulado “Cómo desinflar una goma”, la nota de miniturismo “A Ushuaia en el día”, o la guía “Para comprar un Crossmobile 49 usado” fueron algunos de los temas tratados.

Sexto capítulo de la historia de Parabrisas
El slogan del lanzamiento del Dodge 1500 había sido “Para toda la gente”. En un aviso de “Para risas Corso”, convertimos (sin fotoshop, claro) al colectivo Mercedes 1214 en un ¡Lodge 1500!
 


Los avisos también eran por el estilo y parodiaban a los que publicaban nuestros avisadores, que en casi ningún caso los tomaron a mal. Los (supuestos) campeonatos Mister Pinta y Miss Corsa, seguían también la tónica humorística. Y por esos tiempos, la fiesta de fin de año de Parabrisas Corsa, era algo que nadie quería perderse.

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