Así probábamos el Fiat 600 E

Recordamos la prueba de manejo del clásico Fitito en su versión E. En esta ocasión, la prueba de manejo corresponde a la edición octubre de 1970 de Revista Parabrisas. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El auto más chico y uno de los mas antiguos de nuestro parque automotor. Un diseño de más de 15 años de antigüedad que todavía sigue siendo "el caballito de batalla" de FIAT. Hoy lo probamos para usted

Mantener en el mercado mundial un automóvil diseñado hace mas de quince años y seguir obteniendo buenos dividendos derivados de éxitos en las ventas, no es cosa de todos los días. Sin embargo, es precisamente esto lo que Fiat a logrado en todo el mundo con el famoso y popular Fiat "600".

En diez años de su existencia argentina el "600" fue modificado y mejorado hasta llegar al modelo actual que por otra parte sigue siendo - indiscutiblemente - el caballito de batalla de Fiat Concord. Las diferencias de aquel a este lo han transformado en un auto de andar más agradable, de mayor confort dentro de las limitaciones de su tamaño y su precio, mas agilidad y una marcha mas regular y sostenida a velocidades superiores a 90/95 Km/h.

Pero sus atractivos principales se han mantenido inalterables a través del tiempo y por eso sigue siendo un coche excepcional para desplazarse por el transito ciudadano aunque esto no indique que sea inepto para viajar en la ruta. Lógicamente no fue diseñado ni tiene el confort suficiente como para hacer largas giras debido, entre otras cosas, a la baja velocidad de crucero con la que se puede encarar un "tour" de ese tipo.

Fiat 600 E

Claro que si usted no tiene problemas en irse a Bariloche oscilando los 95/100 Km/h y demorar 24 hs de andar constante. Hasta llegar a destino, el asunto cambia. El "600" lo va a llevar. Por eso insistimos en que no fue concebido para vuelos transcontinentales, sino para vuelos de cabotaje. Y bajo este aspecto hay que encarar el análisis.

Si tomamos un modelo 1960 y una versión 1970, no encontraremos mayores diferencias externas. Solo se han mejorado los faros delanteros que son ahora de mayor diámetro e intensidad de luz, las puertas que abren "contraviento" , un motor con mas potencia y mayor cilindrada que le brinda mas agilidad. En pocas palabras se lo ha ido modernizando paulatinamente sin variar la estructura básica del auto.

Cara a Cara

La primera impresión que se percibe -muy lógica por otra parte- es que uno se encuentra en presencia de un vehículo auténticamente chico. Algo levantado de trompa y con dos inmensas puertas que facilitan en grado sumo el acceso al habitáculo. No hay problemas ni para entrar ni para salir del "600" aunque el conductor sea un señor de 1,90 m y portador de largas piernas y brazos.

Fiat 600 E

Una vez que se acomodo en el asiento, se hace necesario, o quizá imprescindible tirar la mano en busca de la manivela que permita el desplazamiento de la butaca sobre el riel hacia delante y atrás. Llevando el tope hacia atrás, se logra una posición de manejo muy buena, deseable en autos que lo duplican en tamaño con cierta holgura. Los brazos quedan en un ángulo de 120° y las piernas tienen absoluta libertad de movimientos para accionar los tres pedales convencionales. Claro que aquí uno se encuentra con el primer problema.

Se forma conciencia que atrás del asiento del conductor, llevado a esa posición, no entra nadie porque el respaldo queda a menos de 10 centímetros del asiento trasero. Lo mismo sucede con la butaca derecha si se la lleva a la misma altura que la del conductor. O sea que si los dos ocupantes de los asientos delanteros son de 1,80 m de altura por ejemplo, atrás solo pueden viajar dos niños. De ninguna manera podrá hacerlo una pareja de adultos. 

El volante es cómodo y el aro de bocina esta bien ubicado, pues se lo encuentra instintivamente sin necesidad de buscarlo con la vista. Posiblemente un diámetro de volante algo menor lo haría mas agradable y dejaría mas espacio interior entre el aro y el ventilete izquierdo. La palanca de cambios esta muy bien ubicada, pues la mano cae directamente sobre ella. El tablero de instrumentos es otro de los aspectos negativos del Fiat "600". El nuevo modelo que trae tablero rectangular es de diseño agradable pero incompleto y bastante "barato" en calidad.

El velocímetro esta numerado con cifras impares ( 10-30-50-70-90-110-130 ) y este simple hecho lo hace confuso, ya que casi todos los autos que se fabrican en el mundo están escalados con cifras pares. Además como es de aguja central de 180° de movimiento, no es un instrumento de precisión ya que tiene un error de alrededor del 8 %. La otra agujita es la perteneciente al nivel de nafta. ¿ El resto ?.... sólo luces de idiota ubicadas debajo del velocímetro y en forma horizontal que corresponden de izquierda a derecha, a: luz de reserva de tanque de combustible, carga de la dínamo, presión de aceite y testigo de luz alta.

Fiat 600 E

Nuestra opinión acerca de las luces de idiota creemos que es sabida; las consideramos poco confiables. Por último, sobre el lado opuesto al nivel de nafta, hay lugar para ubicar un medidor de temperatura que no existe y fue suplantado por una luz roja central. O sea que el tablero de ninguna manera es de los que se llaman completos, pues lo menos que necesitaría son los medidores de presión de aceite y temperatura de agua.

Sobre el centro del panel donde se ubican los instrumentos, las cómodas palanquitas que comandan los limpiaparabrisas y las luces de posición dando contacto a las altas y bajas. En el centro el encendedor que generalmente funciona bien, aunque nuestro auto no estaba dotado de él.

En la columna de dirección se encuentra incorporado el comando de las luces altas, bajas y de giro. La más larga ( altas y bajas ) sirve además para efectuar la popular "guiñada" llevando el brazo hacia el lado del conductor, es decir, hacia adentro.

Debajo del tablero se a incorporado una bandeja que es útil para llevar libros, papeles, o un portafolio siempre y cuando sea de tamaño reducido y no muy pesado, pues en ese caso la bandeja se desfondará con el traqueteo. Las compuertas ya no poseen esos cómodos bolsillos que equiparon a los "600" hasta 1967 y por consiguiente no hay lugar para guardar mapas, algún trapito (siempre útiles) , documentos del auto, etcétera.

Fiat 600 E

El espejo retrovisor incorpora dentro del cuerpo una luz que solo sirve eventualmente para lectura de mapas, pues no cumple la función de luz interior, considerando que el coche queda sumido en la penumbra invariablemente. El panorama que se ve por el elemento retrovisor no es muy amplio y es imposible ver la línea de horizonte por él, pues su Angulo no deja ver mas de 100 metros. La visibilidad hacia delante es normal y la lateral excelente.

El ingreso a los asientos traseros es lógico teniendo en cuenta las dimensiones del auto. Una vez ubicados en el auto con todos los elementos contabilizados delante de uno , incluido el cebador ( útil para arrancar en mañanas frías ), el freno de mano ( muy eficiente ) y la leva del comando de calefacción ; todos estos comandos ubicados en lo que aparenta ser el túnel de transmisión; solo nos resta dar media vuelta a la llave de contacto ubicada a la derecha de la barra de dirección y escuchar el zumbido alegre del motor para ponernos en marcha.

En ciudad

Al cabo de un mes transitando por la ciudad de Buenos Aires, se pueden sacar varias conclusiones. La mas importante y que salta de inmediato es la gran maniobrabilidad del "600" en el transito urbano. Y es esta la virtud mas importante del "Fiatín". Cualquier claro es mas que inmenso para meter un "600". Acelera bien y posee frenos como para pararlo en escasos metros dentro de la velocidad que se puede llegar a alcanzar en las calles de la ciudad.

Sin duda, y sin temor a equivocarnos, el Fiat 600 E es el auto que mas se adapta a nuestro volumen de transito, de todos los fabricados en el país. El conducirlo por las calles porteñas no acarrea problema de ningún tipo ni una atención especial a los que circulan al lado nuestro. El autito entra en cualquier lado.

El defecto mas sobresaliente es la falta de una primera velocidad sincronizada. La única forma de poner esa marcha sin que crujan los engranajes y se no erice la piel, es hacer doble embrague, pero como no se puede dar un curso especial a los eventuales compradores acerca de la utilidad de la "doppietta", mucho mas fácil es sincronizar la primera y evitar ruidos molestos provenientes de la caja de velocidades. El resto, inclusive la caja en general, es de funcionamiento correctísimo. Los cambios entran sin problemas, son seguros, y la palanca carece de esa molesta sensación de "gomosa" que caracteriza a algunos autos. Su recorrido es bastante corto y le da un aire agradablemente deportivo.

Fiat 600 E

La suspensión es algo saltarina y como repercute y se transmite a la carrocería, hace que a los pocos días de circular por Buenos Aires, los ruidos internos vayan in crescendo.

Sobretodo por la gran cantidad de plásticos y la falta de colizas adecuadas que no permitan la vibración de los vidrios laterales. Generalmente los ruidos vienen del tablero, que es de plástico, manijas del mismo material que sirven para cerrar las puertas desde adentro, vidrios laterales, asiento trasero, bandeja delantera y soporte de barra de dirección. Los amortiguadores traseros también suelen golpear en calles empedradas, debido a que el auto rebota en el piso.

El motor es elástico y permite andar en el transito tupido a bajas velocidades en relaciones de caja altas. Por ejemplo, no hay inconvenientes en circular a 50 km/h en IV, pese a que es mas lógico y saludable hacerlo en tercera. Con respecto a la primera velocidad, que es imposible ponerla con el auto en movimiento, aunque sea a 2 km/h, sin que "cante", es compensada con una segunda que tira sin sacudones desde muy abajo, incluso es posible arrancar con esa marcha sin que al conductor se le caiga la dentadura.

Andando en días de lluvia hay que andar con cuidado, pues los neumáticos con los que viene equipado de fabrica no son confiables, y si uno no toma conciencia de ello, no es difícil terminar arriba de una vereda contra una pared. Esto se acentúa si el piso es empedrado.

Con respecto a la maniobrabilidad en los estacionamientos, nada mejor que un Fiat 600. Para entrar y salir es suficiente con disponer de 40 cm en total, y con cuatro maniobras precisas el conductor saldrá airoso de un transe, que con otro auto seria insalvable. Pero como todo, tiene su contra, aquí va una, los paragolpes son sumamente débiles y cuando es empujado tanto los delanteros como los traseros se doblan hacia adentro, imposibilitando de esa forma abrir o cerrar la tapa del motor, sin pararse sobre el para volverlo a su posición.

Abreviando, el Fiat "600" es el auto ideal para manejarse en la ciudad, por su maniobrabilidad y agilidad pese a sus limitaciones lógicas debido a la cilindrada y potencia. Indudablemente, un auto creado para las grandes urbes.

Fiat 600 E

Viajando en ruta

Cuando se gesto el "600", no fue ideado para grandes viajes, ni travesías por África, sino para pequeñas excursiones ( 500-700 km ) que en Europa es una distancia considerable y en nuestro país media. Por eso no hicimos pruebas largas de ruta, sino pequeños viajes por la provincia de Buenos Aires.

Lo ideal es que el viaje lo encaren dos personas, de esa manera tendrán lugar para poner el equipaje en los asientos traseros, ya que en el baúl no hay posibilidad de poner mas que un bulto mediano al lado del tanque de nafta, que ocupa un 50 % del sitio disponible.

Una vez en la ruta se nota que la visibilidad es considerable, a excepción del parante izquierdo. Debido a que el parabrisas no es envolvente, el parante del lado del conductor se interpone en su vista cuando encara curvas en ese rumbo. Detrás de ese parante (nos ha ocurrido ) se puede esconder tranquilamente un camión con acoplado, que puede llegar a ser el causante de una maniobra brusca y un mal momento. Por el espejo retrovisor, poco y nada es lo que se ve. La solución se logra con espejo externo colocado sobre la puerta.

A altas velocidades ( 110 km/h de máxima ) la tenida direccional no es satisfactoria. Tiende a moverse y a salirse constantemente de su línea de marcha, lo que hace que el conductor tenga que "manejarlo" constantemente en plena recta. Además se nota la sensibilidad del "600" en plena recta ante los vientos laterales, frontales y de cola. Los de frente hacen que la aguja se clave en 90 km/h, pero los de cola lo llevan a velocidades superiores a los 115 km horarios.

Los frenos en forma general responden bien a las exigencias. El coche frena de manera razonable aunque a velocidades que superen los 95 km/h no son tan efectivos como a 80 km/h. A lo largo de un viaje de 800 km, el pedal de freno baja de forma considerable, y aunque no influya en el frenado hace que el conductor no se sienta tan seguro como cuando esta arriba.

Fiat 600 E

La pedalera es cómoda, los pedales están juntos y hace que el punta-taco para rebajar salga solo, aunque haciendo planta-planta con porciones del pie derecho, debido al tamaño de los pedales. La manija para subir el vidrio del lado izquierdo tiende a ponerse insoportable cuando el vidrio esta totalmente arriba, porque trata de calarnos la rodilla con la perilla que sobresale, entonces se busca una solución, que es bajar la ventanilla un centímetro, lo que ayuda a ventilar mejor el habitáculo, ya que los ventiletes no cumplen bien su labor.

Si hace frió y hay que usar la calefacción ( que es de fácil regulación y sumamente efectiva ) en el habitáculo de por si ruidoso se produce un barullo insoportable proveniente del motor. A la larga uno se acostumbra y termina hablando a los gritos con su eventual acompañante.

Con lluvia, los limpiaparabrisas pueden llegar a no ser suficientes, e inmediatamente se piensa en la posibilidad de agregar una velocidad mas aunque como es sabido eso encarece los costos. La tenida en esas condiciones a mas de 80 km/h es defectuosa e insegura. Por su parte las luces, aunque intensas, tienen el problema de ser un poco bajas, pero eso se soluciona con dos vueltas a los tornillos de regulación.......y a otra cosa.

Prestaciones, datos, índices

Pese al incremento de la cilindrada y potencia ( actualmente de 36 HP ) no hay mayores diferencias con los modelos que tenían el otro motor. Los HP plus que tienen las versiones ´69 y ´70 se hacen evidente a altas revoluciones, no así a bajas. En nuestra opinión, estos HP de mas se notan arriba de los 80 km/h.

La velocidad máxima, pese a varias intentonas, no llego nunca a superar los 111,1 Km/h, la menor fue de 107,7 Km/h y el promedio general arrojo la cifra de 109,7 Km/h, que no es superior a la máxima alcanzada en el modelo ´62 ( testeado en la Parabrisas N* 16 ).

Pero aunque la fabrica no lo aconseje, esta comprobado que no existen mayores dificultades en hacer viajes de 600-700 Km con la zapatilla hasta el fondo constantemente, siempre y cuando se le de algún respiro cada quince o veinte minutos. Es por eso que no habrá dificultades en viajar a Mar del Plata ( que es el viaje típico ) en cuatro horas y cuarto, eso si, tendrá que dejar el almuerzo pendiente.

El consumo tanto en ruta como en ciudad puede dejar conforme al mas exigente. Llenando el tanque en Buenos Aires ( 27 litros ), se puede llegar a "mardel" crucereando velocidades de 95 - 100 km/h . Lo que significa una inversión de 1.215 pesos de los viejos, que es menos de lo que cuesta el pasaje en ómnibus. Los índices son realmente convincentes, y ponen al "600" entre los coches mas económicos que se producen en el país.

Las distancias de frenado logradas en las pruebas son razonables y demuestran que los frenos están bien dimensionados con respecto a el peso del auto. Si todo el sistema esta en condiciones, los frenos nunca dejaran "pagando" al conductor.

Respecto de las reacciones del "600" cuando es exigido, sacamos conclusiones de su comportamiento. Como es sabido y comentado, tiene una evidente inclinación de "sacar la cola" que es de fácil corrección, aunque no muy seguro por el vicio de "meter la ruedita adentro", efecto causado por el sistema de vinculación de los ejes al bastidor. De eso que no es dificultoso volcar al "bolita" en una curva lenta.

Para evitarlo hay que darle golpes de volante y compensar el excesivo rolido que se produce al doblar evitando hacerlo con un solo volantazo y manteniendo el ángulo de giro. Para que no se produzca este desagradable fenómeno, lo mejor es bajarlo un poco de suspensión tanto adelante como atrás, pero de esta forma el andar en empedrado se transformara en una verdadera penuria, así que lo mejor es dejarlo como esta y no exigirlo mas de lo debido.

La caja de velocidades tiene relaciones aceptables, llegando a desarrollar las siguientes velocidades máximas en cada una de ellas. I 28 Km/h, II 57 Km/h, III 93 Km/h y en IV 110 Km/h. El varillaje ayuda a que los cambios entren sin problemas aun cuando se necesita cierto apuro poner tercera o segunda al entrar en una curva cerrada. Los frenos responden y el embrague es de accionamiento suave.

En síntesis, un auto que se le puede pedir mas de lo que en teoría esta capacitado para dar. Excelente en la ciudad y no se siente incomodo en la ruta. Un consumo bajo y prestaciones interesantes que le dan una personalidad definida. Agilidad y maniobrabilidad como virtudes elementales. Sin duda su fuerte es el transito , un auto bien ciudadano.

Otros datos

Motor: con cuatro cilindros en línea y 36 CV

Transmisión: Manual de cuatro marchas

Velocidad máxima: 109,40 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 35,5 segundos

Distancia de frenado a 100 km/h: 64,1 metros

Consumo en ruta a 100 km/h: 15 km/l

Consumo a 60 km/h: 21 km/l

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