Por Pablo Jorge Gualtieri
Este conocido ingeniero y fabricante italiano que nació y murió en Torino (1917-2010), se destacó en el campo del diseño y construcción de unidades de faros para automóviles. Sus unidades ópticas se aplicaron en mucha marcas de automóviles, principalmente europeas, y los faros “Megalux” fueron las preferidos por los fabricantes de automóviles de carreras de rallies nacionales e internacionales, en particular Fiat, MINI y Lancia, cuyos bólidos triunfaron en gran cantidad de competencias y obtuvieron campeonatos mundiales. Uno de ellos fue el potente Lancia Stratos con motor Ferrari V6, y el otro el Fiat Abarth 131.
Adalberto era hijo de un fabricante que, en 1876, estableció una fábrica para producir faros para los carruajes, alimentados a gas y también a keroseno, que se destacaron por su alta calidad. Hacia la primera década del siglo XX se comenzó la producción de faros con lámparas eléctricas y en 1912 Carello lanzó la primera óptica eléctrica europea. En ese mismo año aparecieron los faros eléctricos en los Estados Unidos, en la marca Cadillac, pero producidos por la división Delco de la General Motors.
Después de la muerte de su progenitor, Adalberto, junto a su hermano Piero, expandieron la fábrica de faros y a lo largo de los años presentaron muchas innovaciones en el campo de la iluminación de los automóviles. Es así como en 1957 presenta el primer reflector asimétrico, y en 1962 nace la primera aplicación de los faros halógenos en reemplazo de las lámparas tradicionales, lo que ocasionó una revolución en el campo de la seguridad activa de los automóviles.
Dos años más tarde, en 1964 Carello presenta posprimeros faros halógenos antiniebla. En 1970 se lanza el revolucionario faro con doble lámpara halógena. El establecimiento de Carello en la calle Unión Soviética de Torino se hizo muy famoso, y en él llegaron a trabajar 2.000 personas. En 1988, Carello fue adquirida por Magneti Marelli, la división eléctrica y electrónica de Fiat, y en la actualidad sigue siendo propiedad del gigante industrial italiano.
Adalberto Carello fue un brillante investigador de la tecnología del automóvil, y recibió la distinción de “Caballero del Trabajo” por parte del gobierno de su país. Son todavía estudiados sus trabajos muy minuciosos sobre el comportamiento de los faros principales en la niebla y sobre los faros muy potentes para automóviles de carreras. Sus unidades lumínicas siempre se han caracterizado por su alto rendimiento y una vida útil muy prolongada, al utilizar materiales y lámparas de la mejor calidad.
Con relación a las lámparas halógenas, Carello concreto muchos ensayos con el cuarzo como material para el bulbo y con los gases de relleno del mismo, como el yodo y el bromo, responsables de la regeneración del filamento cuando se desgasta y desprende partículas metálicas hacia el interior del bulbo, ennegreciéndolo. Gracias a estos gases y a la reacción química que se produce, la emisión de luz se mantiene original, sin pérdidas de alcance luminoso.
