Nadie puede dudar del impacto de las nuevas tecnologías en la vida diaria de las personas. Tienes un costado sumamente positivo, como la comunicación, el entretenimiento o los avances científicos, por citar algunos. Pero también esconden severos problemas, como la permanente atención al celular, incluso cuando manejamos o caminamos, un problema global y que la Federación Internacional del Automóvil toma nota.
Al respecto, la FIA para Latinoamérica (Región IV) publicó un informe con motivo del día mundial del peatón, que se celebra el 17 de agosto, en el que analiza las consecuencias de los semáforos para peatones tecnológicos en la Argentina, donde 3 de cada 10 personas cruzan la calle mirando el celular.
Estos artefactos implican la colocación de luces LED en el piso para prevenir a aquellas personas que cruzan con la vista en sus teléfonos móviles. De manera sincronizada con el semáforo tradicional, titilan cuando la luz está por cambiar y pasan de rojo a verde para indicar que se puede avanzar, y viceversa cuando hay que detenerse.
Actualmente, en Argentina hay dos semáforos de este tipo y la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó un proyecto de Ley que prevé, a lo largo de tres años, la instalación de este tipo de semáforos. El primero fue instalado en la ciudad Rosario, en la esquina de las calles Córdoba y Corrientes, y en junio se colocó otro con tecnología similar en la ciudad de Buenos Aires, en la intersección de la Avenida del Libertador y Ramos Mejía. A nivel mundial, Alemania, España, Holanda, Australia y Chile también los utilizan.
Durante una jornada completa, especialistas de FIA Latinoamérica observaron las conductas de 2734 peatones que cruzaron por las esquinas donde se instalaron los dos primeros semáforos tecnológicos y los resultados son preocupantes. En promedio, solamente una de cada diez personas que circularon por estas intersecciones empleó el nuevo sistema en vez de hacerlo a través del semáforo tradicional, a la vez que se detectó que casi el 40% cruza en rojo.
El estudio de FIA Región IV también arrojó que más de la mitad de los peatones consultados sugiere que se sigan instalando esta clase de implementos; por otro parte, el 40 por ciento considera que no son útiles.
