Cómo se elabora un aceite moderno

Los mejores lubricantes actuales son el resultado de un proceso especial en el que intervienen elementos específicos. Un aceite sintético es una obra maestra de la ingeniería. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Como concepto general, un aceite lubricante está constituido por una base lubricante cuyo porcentaje varía desde un 80 a un 99 por ciento más un paquete de aditivos. Una base lubricante es el constituyente fundamental tanto en los aceites de aplicación automotriz como en aquellos de uso industrial y grasas. Dada la proporción en que este producto participa en las diferentes formulaciones, sus propiedades y características afectan o condicionan fuertemente la calidad de los lubricantes terminados.

Para formular lubricantes para distintas aplicaciones se deben seleccionar las bases lubricantes adecuadas según la prestación que deberá cumplir (condiciones de presión, temperatura, periodo de drenaje, tipos de materiales a lubricar, etcétera). La calidad del aceite base elegido será determinante en la calidad final del producto

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Las bases sintéticas son aquellas que se obtienen por síntesis química de distintas materias primas.

Una base sintética es artificial y por lo tanto de 3 a 5 veces más costosa de producir que una base mineral. Se diseña en laboratorio y puede o no provenir del petróleo. Poseen excelentes propiedades de estabilidad térmica y resistencia a la oxidación, así como un elevado índice de viscosidad natural.

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Como otros tantos elementos creados originalmente con fines militares, los aceites sintéticos se desarrollaron durante la Segunda Guerra Mundial para ser utilizados en aeronaves de combate. En aquel momento, tanto alemanes como americanos encontraron el camino para crear este tipo de lubricantes, pero utilizando caminos diferentes, según las necesidades particulares de cada uno.

Pero en la actualidad todos los aceites sintéticos siguen el mismo proceso aunque, claro, las compañías fabricantes tienen sus “secretos”.

Los aditivos se añaden al aceite base con el objetivo de reforzar una propiedad u otorgar nuevas al lubricante, aumentando la vida útil. Por ejemplo, los lubricantes Elaion de YPF tienen asociado un “factor anti-stress” (Tecnología Anti Stress – TAS) que asegura la protección adecuada para cada diseño de motor y cada tipo de vehículo. Sucede que los nuevos motores, ahora más livianos y compactos, con igual o mayor potencia, en muchos casos con el agregado de turbocompresores y una elevada exigencia en revoluciones, conducen a un aumento del “stress” del aceite lubricante, entendiendo como tal las cargas y exigencias que el aceite debe asimilar debido a factores térmicos, químicos y mecánicos que aparecen en su camino.

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