Con la presentación del Onix sedán en China, comienza a escribirse un nuevo capítulo en la historia de Chevrolet. Es que dado el éxito del modelo, lider en ventas en Sudamérica, el nombre del conocido hatchback pasará a convertirse en una marca mundial.
De esta forma, la denominación Onix empezará a identificar a los productos de la nueva familia global de vehículos de la compañía. Esta línea fue desarrollada y validada por un equipo internacional que atendió las demandas específicas de los clientes en cada mercado.
Los modelos de esta flamante familia serán comercializados en 40 países, incluyendo México y otros de América del Sur, como la Argentina y Brasil. En la región serán lanzadas ocho variantes con cinco diferentes tipos de carrocería.
Volviendo al modelo estrenado recientemente en el gigante asiático, se trata de la variante deportiva Redline. En sintonía con el nuevo lenguaje de diseño de Chevrolet y a su ADN deportivo, luce líneas dinámicas, un frontal con una generosa doble parrilla, detalles en rojo y negro, luces led y llantas de aluminio de 16 pulgadas.
De acuerdo a la publicación brasileña Notícias Automotivas, el nuevo modelo producido por la sociedad SAIC-GM mide 1,73 metros de ancho, 1,47 m de alto, y 2,60 m de distancia entre ejes, con lo cual tiene un tamaño similar al Chevrolet Cobalt. En cuanto al motor, el sedán chino dispondrá de un propulsor 1.0 turbo de 115 CV y un 1.3 aspirado de 103 CV, ambos nafteros. La transmisión será de seis velocidades, tanto en la manual como la automática.
