Rolls-Royce, la tradicional marca inglesa hoy propiedad de la alemana BMW, nunca jugó en el campo de los súperdeportivos. Su especialidad es otra, claro, pero eso no impide que alguno de los diseñadores que se ocupan en recrear de forma virtual modelos que jamás saldrán a la venta pueda imaginar cómo sería un RR de altas prestaciones.
Efectivamente, el prolífico Rain Prisk (su página web es una sucesión interminable de diseños impensados desarrollados sobre modelos de todo tipo) se animó a poner en imágenes sus deseos, aunque admitió que no logra encontrar una razón para que exista un auto de esta marca con semejante concepción. No obstante, no pudo evitar hacerlo incluso sabiendo desde el principio que sería el diseño más inútil que jamás haría: “No puedo pensar en una sola razón para que este auto exista”, dijo.
Pero no es un problema suyo. La razón es que Rolls-Royce ha decidido desde que fue fundada la compañía en 1904, dejar de lado las altas prestaciones para concentrase en el lujo.
Para moldear el estilo de este boceto de súperdeportivo de RR, Prisk adelgazó los faros y estiró el remate posterior para que adoptara la forma de un cupé y para que se pueda acomodar el motor entre el conductor y el eje trasero. Además, afinó la clásica y gigantesca parrilla que vemos en la mayoría de los autos de la marca, pero mantuvo en su histórico lugar a la Dama Alada, más conocida como Espíritu del Éxtasis: mirando hacia el horizonte justo sobre el radiador, Como resultado de esos trazos, el capó ya no tiene la longitud de una pista de aterrizaje y, al mismo tiempo, la cubierta trasera queda alargada ganando estilo sport.
En cuanto a la fuente de energía potencial para este superdeportivo imaginario, la decisión sería inflexible: tendría que ser el legendario V12 de 6,75 litros asociado con una caja automática de ocho relaciones, no menos, y sistema de tracción integral.
Por supuesto, todos estos detalles son solo especulaciones ya que, aunque Rolls-Royce ha jugado con la propulsión alternativa cuando creó el concept 103 EX (2016), como decimos más arriba, sigue sin pensar en el desarrollo de modelos deportivos. Aunque si en algún momento del futuro quisiera modificar esa postura, pues aquí tiene una idea.