No es la primera vez que vemos un auto incendiado o abandonado a la vera de un camino. Sin embargo, cuando esta escena se repite una y otra vez a medida que avanzamos con nuestro trayecto, los interrogantes comienzan a multiplicarse.
Las fotos que ilustran esta nota fueron tomadas hace algunos días por el staff de Parabrisas en la Ruta Nacional 193, traza que une las localidades bonaerenses de Zárate y Solís: en un trayecto de apenas diez kilómetros contamos más de quince autos incendiados y abandonados al costado del camino.
¿Fueron quemados intencionalmente para cobrar el seguro? ¿Son autos robados y descartados luego de cometer un ilícito? ¿Cómo llegan hasta allí? ¿Quién permite que esto suceda?
Lo llamativo es que a escasos metros de donde comienzan a aparecer estos “autos fantasmas” hay una garita (un contenedor modificado) de la Policía de la provincia de Buenos Aires que, presumiblemente, debería disuadir a aquellas personas que intenten descartar o incendiar un auto por la zona.
Además, la RN193, lejos de ser un camino alternativo, es un corredor vial con gran tráfico de camiones, dada la cantidad de fábricas, campos y acopios circundantes.
El deterioro de las unidades encontradas es tal, que es imposible detectar el número de chasis y, en algunos casos, adivinar de qué modelo se trata.
Indudablemente, es un tema delicado. ¿Por qué? En parte porque en nuestro país es habitual el incendio intencional de un rodado (auto, motor, tráiler) para cobrar el seguro. Pero lo más común radica en el hurto de automóviles: la gran mayoría de estas unidades fueron robadas para un ulterior ilícito o para su desarme y venta de autopartes en el mercado negro.
Hacemos hincapié en este último escenario dada la experiencia propia de Parabrisas en la RN193. Hace poco más de tres años, durante una producción fotográfica con tres unidades de prueba, en la entrada a un campo fuimos abordados por un patrullero de la policía bonaerense (en un estado calamitoso) donde un oficial se nos acercó para “advertirnos que tomemos precauciones, ya que esa semana habían robado más de cinco autos en la zona”.
Un dato no menor radica también en la salud y el medio ambiente. Dependiendo del estado de cada unidad, los metales oxidados y degradados pueden generar grandes focos de contaminación y perjuicios para los habitantes de la zona.
Llama la atención que, a pocos kilómetros de ese lugar, en la intersección con la ruta provincial 193, hay un depósito de autos siniestrados, muchos de ellos en estado similar a los que descubrimos a la vera de la RN 193.
Indudablemente, por acción u omisión, quienes tienen injerencia en esta zona del Gran Buenos Aires son los principales responsables de lo que allí ocurre. Parabrisas insistió en hablar con algún responsable de los municipios de Exaltación de la Cruz o Zárate para averiguar sobre el caso, pero comunicarse con un ser humano fue una tarea imposible.
¿Conocés casos de autos incendiados y abandonados? Contanos tu experiencia y envianos una foto.
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