Bugatti es una marca que tiene una larga tradición en batir récords. Ya, apenas nacía la compañía, durante los primeros años del siglo XX, su fundador, Ettore Bugatti, lograba imponerse con uno de sus productos en una competencia que le valió el título del auto más rápido del mundo al alcanzar los 65 km/h.
A partir de allí, se abrió un camino en el cual los récords se repitieron como la marca distintiva de la automotriz de nombre italiano (esa era la nacionalidad de Ettore), pero establecida en Molsheim, Francia.
En la era moderna, sucesivos cambios de propiedad hicieron que la compañía terminara en manos del grupo Volkswagen, adquiriendo así nuevos horizontes aunque sin perder las viejas costumbres.
Así nació el Veyron, modelo con motor W16 de ocho litros y 1.000 CV que en 2007 logró alcanzar los 408 km/h de velocidad máxima marcando un nuevo récord, el cual superó cuatro años después con la versión Sport (1.200 CV) que alcanzó los 431 km/h.
Ahora es tiempo de borrar todo lo anterior: el Bugatti Chiron, el último producto de serie de la marca (en este tipo de unidades “serie” es una mera formalidad), marcó un nuevo hito al lograr una velocidad máxima de 490,3 km/h.
La prueba se llevó a cabo en la pista de pruebas del grupo Volkswagen en Ehra-Lassien, Alemania, y se puede ver en el siguiente video publicado por la propia marca.
El Chiron utiliza un motor W16 (dos V8 “siameses”) alimentado por cuatro turbos que le permiten desarrollar 1.578 CV de potencia que llega hasta las cuatro ruedas.
La unidad de pruebas, preparada especialmente con jaula antivuelco y algunos detalles aerodinámicos, fue piloteada por el corredor inglés Andy Wallace.
